Con cara de bobo

Ese ha sido el gesto de mi rostro cuando he visto que Acosta introducía el esférico en la portería de Gorka. Y más cara se me ha puesto cuando he pensado que mañana tengo que trabajar y estudiar. Pasado hay examen. Una aburrido y pesado examen sobre una asignatura que dimos el año pasado o casi. Menos mal que es el anteúltimo y acabamos. Estoy ansioso por liberarme, por tener vacaciones y descansar. Febrero agota a cualquiera.

En fin, lo de siempre. El Athletic por delante y al final a la porra. Por lo menos queda la vuelta para calentar el ambiente y ofrecer una olla a presión. San Mamés volverá a ser la de antes. Volveremos a corear a nuestros jugadores que sólo nos dan disgustos aunque a veces también alegrías. El partido de esta noche ha sido de infarto. El agua protagonista y la suerte también. Suerte la de Acosta en esa piscina del Pizjuán. Ingrata con el Athletic que ha sacado muchos balones. Ingrata también con quienes odiamos a los piscineros profesionales. Eso no es picaresca, es juego sucio y Preciado tenía razón.

Esta noche estoy triste pero espero que sea pasajero. Pronto será la vuelta y deseo y empero el resultado sueño con la final de la Copa. Sería la primera de mi vida y quizás la más especial. Un campo rugiendo, gente emocionada. Es la alegría que nos falta en estos tiempos convulsos y de crisis. Además sería uno de los mejores días de mi vida. Sólo lo superaría si jugase yo.

Soñar es gratis y tenemos un mes para hacerlo. Pase lo que pase: AUPA ATHLETIC!