miércoles, 4 de febrero de 2009

Encima de vividor...

Leo alertado en la columna de Tonia Etxarri que Pachi López está en “estado de gracia”. Parece que todo el campo es orégano para el candidato socialista. Se ha reunido con todos los sectores sociales, nadie le contradice en su partido y está convencido de su victoria. Lo último es obvio: el candidato debe sentirse respaldado y seguro, si no, nadie le votaría y más aún después de los excelentes resultados de las últimas elecciones. El PSE-EE no tiene líos internos ya que por un lado los tuvo en la época de Redondo Terreros y por otro no tiene la suficiente autonomía como para decidir libremente sobre el futuro de Euskadi. En definitiva, es una correa de transmisión de la estrategia de Zapatero. El tema de las reuniones con los diferentes sectores sociales es más resbaladizo. Nos quieren vender a un líder conciliador, atento y que escucha a las diferentes partes de la sociedad. Es curioso que haya esperado a estos últimos meses para interesarse por el mundo del euskera, el empresario, los sindicatos o la Y vasca cuando ya fue candidato hace 4 años. Y más aún que nadie nombre que Balza después del asesinato de Uria se reunió con estos últimos o que el mundo del euskera sobrevive gracias a la imposición según el PP de este idioma. Es tremendo que un partido que ningunea a una cultura se atreva a hablar de ella. Y lo es más, si lo utilizan como arma electoral cuando el candidato a Lehendakari no lo habla.

Es tremenda la campaña de imagen que le están haciendo al de Portugalete. Es digno de mención que le estén dejando todo mascado. Fíjense ustedes que hasta el rey Don Juan Carlos desea que Pachi eche a “estos” que llevan en el poder 30 años. Qué campechano es Don Juan Carlos, más aún, cuando indica a Basagoiti que apoye al candidato del PSE-EE. El Rey siempre vela por el bien del país. Aunque sea de “supuesto” ya que “se comenta” aunque no se desmiente. Y yo me pregunto, ¿el Rey no debe ser independiente a la política? Porque Don Juan Carlos ha tenido mejores oportunidades para adentrarse en el escenario político. Podría haber dicho algo sobre la Guerra de Irak, el desastre del Prestige o las declaraciones de su mujer a Pilar Urbano, eso sin olvidar cuando cazaba osos borrachos. Es curioso que este vividor, no tiene otro nombre, sólo aparezca en los medios cuando se va de vacaciones pagadas por el contribuyente o viaja a un país para hacer vete a saber qué bobada diplomática o a mandar callar a alguien o, como hizo en Vitoria, hacer cortes de manga al “populacho”. Y sin despeinarse, ni portadas, ni críticas. Ha salido indemne como las cuentas opacas de la Casa Real o su sueldo que a pesar de la crisis sube. Y es que el Rey es así: hace lo que quiere, pasa encima de la ley y encima ni siquiera se le puede criticar. Nicola Lococo y Javier Ripa ya lo pasaron mal por culpa de una broma sobre su cacería por Rumania y a la revista satírica el Jueves le secuestraron un número por meterse con el heredero al trono, o al “poltrono”.

Y es que es impresionante el despliegue mediático que acompaña a Patxi López. Los grupos de comunicación más potentes han puesto su artillería a disposición del portugalujo y manipulan a la opinión pública a su antojo. Piensan ganar las elecciones con estereotipos para así descentrar una realidad que tienen perdida. ¿Quién votaría a un partido que tiene el poder en comunidades con 22% de paro? ¿Quién votaría a un candidato sin estudios superiores ni carrera más allá de la política? Es bien cierta esa frase que dice que los políticos son el reflejo de la sociedad a la que representan. En este caso así ocurre. Y más aún cuando la monarquía es la institución más valorada en España. Y aún más cuando el Rey es el mayor vividor y “supuesto bocazas” del país. La verdad, es que me gustaría conocer a Don Juan Carlos para saber si lo que dice está preparado o si el pasa olímpicamente de lo que ocurre. Yo creo que él piensa en vivir y hace bien mientras los demás se lo permitamos.

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