lunes, 28 de enero de 2008

"El nacionalismo moderado"

El sábado pasado leía atónito en Gara las declaraciones de Uxue Barkos. Me quedé perplejo, la verdad, con lo que leía. Afirmaba ella que los obstáculos de Nafarroa eran ETA y UPN. No entiendo la posible comparación. Mientras unos reprimen a una cultura primitiva, su pueblo y sus símbolos, los otros dejan sus vidas en el exilio y la lucha por esos ideales. Quizás para muchos no sea el camino, es discutible, y hayan cometido erros, pero siendo el objetivo el mismo me parece hipócrita esta crítica.

Y digo esto porque últimamente el “nacionalismo democrático”, por no llamarlo autonomismo con base nacionalista, está siendo atacado. Sufren ataques a sus sedes sociales (Batzokis, sobre todo) y coacciones a sus concejales y a la vez sufren a los jueces españoles y su democracia de espada, hacha y corona. Lo del caso Atutxa no ha sido más que la punta del iceberg de un proceso represivo contra el movimiento soberanista vasco, sólo que en su vertiente más “light”. Pronto, el Lehendakari (elegido por tres de las siete provincias) será juzgado y quizás también inhabilitado. A pesar del peligro, el PNV sigue con el mismo camino: buscar el pacto en Madrid con el PP o PSOE.

No se entiende esa política suicida. Sólo cabe pensar que buscan algún tipo de beneficio, no político, en esos pactos. Seguramente se pueden conseguir transferencias, pero el Estatuto de Autonomía siguen sin cumplirse. ¿No se dan cuenta de que ese modelo está obsoleto? ¿No creen que ya es hora de dar carpetazo a aquel fraude? Económicamente nos ha salido de perlas, vivimos bien. Políticamente, la represión sigue su curso y nuestro país es virtual. El GAL desapareció, pero siguen habiendo muchos torturados y represaliados. Los partidos españolistas no han cambiado sus posiciones. Siguen echando fuego sobre nuestra tierra para sacar beneficio en España. Quieren quemar nuestra sociedad para oxigenar a otra. No hay más que oír a los de las Nuevas Generaciones con el “Españako Selekzioari Bai”. ¿Acaso no es eso provocar?

El PNV, partido mayoritario en la CAV, tiene que tomar otra dirección. La época de pactos con los partidos españolistas está agotada. El Estatuto también ya que es incumplido y la soberanía está limitada (bastante). Este invento de las Vascongadas sólo ha funcionado económicamente. ¿Quizás por eso nadie quiere hacer una reforma profunda? ¿Por eso el “Plan Ibarretxe” quedó en el olvido? ¿Fue un intento de callar a las bases más abertzales del “Partido”? Son muchos interrogantes que hoy en día siguen sin respuesta. Espero que NaBai, coalición de “nacionalistas moderados” (menos peligrosos para Madrid) no siga esos pasos. Aunque parece que sí ya que vendieron sus votos por un cambio ficticio en Nafarroa. ¿Cuándo despertarán a la realidad?

jueves, 24 de enero de 2008

"Como las vacas al tren"

A veces leo atónito los periódicos que hablan de cosas anormales y lamentables como si fuesen anodinas y casi transparentes. Se habla de muertos, de vivos, de armas y de hambre con toda naturalidad. Es el pan de cada día de muchos, pero eso no quita que no se pueda ver desde una óptica pasota. Se comenta que es una barbaridad pero no pasa nada. Falta empatía igual.

La vida es así. Vas cogiendo costumbres que de un día a otro cambian. Un día una cosa es rarísima y al siguiente no puedes vivir sin ella. Son los vicios o los apegos o el amor a alguien que te hace sentirte especial. Estos últimos tiempos he vivido una existencia anormal. Lo que hago no es lo que hacía antes. Siento a veces que yo debería estar al otro lado. Siento que yo debería ser el que hace esos comentarios para joder (en el buen sentido de la palabra) y no el que los recibe. No era yo el que cogía de la mano, daba besos y decía ñoñeces que antes me habrían hecho odiarme.

Y es que pasa que los tiempos cambian muy rápido y uno no se da cuenta. El tiempo corre pero ello no quita que lo tome en cuenta y luche por conservar lo que tiene y lo que aprecia. Eso quizás lo hace porque no quiere que los tiempos se lo lleven por delante, que vuelen. Por lo menos, eso intento yo con lo que no quiero que se escape.

lunes, 21 de enero de 2008

El Mito del "Ché" Guevara

Ernesto Guevara nació en Santa Fé, Argentina, en 1928. Fue un médico, político y guerrillero revolucionario. Participó en la Revolución Cubana, de la que fue uno de los grandes líderes, y se dedicó después a ayudar a grupos de guerrilleros revolucionarios a lo largo y ancho del planeta. En los 60 partió hacia Bolivia donde falleció. Fue capturado y ejecutado por el Ejército Boliviano que fue ayudado por la CIA. Ahí se forjó su leyenda. Simbolizó la lucha contra las injusticias, la rebeldía y el espíritu incorruptible, eso es, el espíritu guerrillero. Sus detractores le ven como a un asesino de masas y un pésimo gestor.

La figura de este revolucionario argentino se magnificó tras su muerte. El ejército boliviano lo capturó mientras Guevara intentaba expandir la Revolución en ese país. Ese espíritu le valió ser referente de mucha gente. El Ché es sinónimo de rebeldía. Mucha gente lo identifica con el eterno guerrillero que no cesa hasta conseguir sus propósitos. Muchos grupos, como las FARC, utilizan frases; identificadas con él, como lema. Los jóvenes son los que más se identifican con él. Su espíritu inconformista es ejemplo para muchos grupos de izquierda de hoy en día. Es la idea de la lucha por la justicia social y el mito de la revolución.

Además, que la CIA, el centro de espionaje de los Estados Unidos, estuviese detrás de su asesinato le ha convertido en un símbolo antiamericano. Su oposición al “imperialismo” americano le ha valido para convertirse en uno de los referentes para los líderes y grupos de izquierdas que se oponen a los Estados Unidos. En todas las manifestaciones de estos grupos aparece su efigie muchas veces unida al famoso lema “hasta la victoria siempre” o “crear dos o tres Vietnam, esa es la consigna” frase de José Martí. Asimismo, los grupos altermundistas utilizan su imagen para oponerse al modelo de hoy en día. Su ideología comunista le ha valido para ser un icono anticapitalista, a pesar de que él fue Ministro de la Industria.

Pero su fama se ha vuelto en contra. Su imagen está comercializada y se ve en todos los lados. Su popularidad ha permitido que se capitalice su físico en forma de carteras, camisetas o leyendas. Eso ha empañado su imagen. A pesar de seguir siendo visto como un símbolo anticapitalista, la gente está acostumbrada a “verle” en todos los mercadillos y ya no le identifica con la revolución sino con los productos de baja calidad.