martes, 30 de septiembre de 2008

Consumo y libertad

Es bien notoria la frase escrita por los nazis a la entrada en sus campos. “El trabajo os hace libres” es una frase dolorosa por todo lo que entraña (las salvajadas cometidas tras esas puertas), pero no hay que olvidar su significado: la esclavitud existió durante el siglo XX. Aún hoy en día existe en muchos países. No obstante, en el primer mundo se dice abolida a pesar de la nueva crisis que va a apretar las tuercas a los trabajadores mientras que ayudará a los que ganan mucho dinero. Aun así, los desastres seguirán y la miseria crecerá. Joseba Egibar lo explicó muy bien el otro día en el Parlamento Vasco, hemos creado una dependencia de los países emergentes. El Estado Español tiene la balanza comercial más desequilibrada del mundo y sólo es comparable con la estadounidense. La política del “boom” inmobiliario ha explotado y el Estado se ha hecho dependiente de los países que exportan materias primas. Eso es, que cuando esos estados cierren el grifo no habrá agua. Menos mal que en Euskadi hemos seguido una política industrial y algo menos nos resentiremos.

Aun así, esto no es lo peor que nos puede ocurrir. Vivimos en una sociedad en la que el consumo es uno de los pilares que sujetan nuestras relaciones. Los individuos, algunos, buscan arreglar sus problemas a través de la compra. Por ejemplo, es muy conocido el tópico, que como todos los tópicos tiene algo de cierto, que muchas mujeres cuando pasan una época dura en sus vidas acuden a las tiendas para saciar su ansiedad. Cada vez se consume con menos criterio. Los individuos compramos cosas que no nos sirven para nada. Bien es cierto que el poder de la publicidad y la sugestión es muy fuerte, pero los jóvenes nos hemos vuelto débiles y caprichosos. La mayoría hemos vivido épocas de bonanza en las que podíamos conseguir cualquier bien material sin problemas. Además, hemos crecido rodeados de marcas que convertían lo innecesario en imprescindible y que daban a cualquier producto otro uso. El consumo, pues, ha sido una constante en nuestra vida. Hemos vivido consumiendo y nos ha consumido. Porque hemos decidido dejar a un lado los bienes inmateriales para quedar con los materiales. Ahora todo es dinero. Todo se compra o se vende y tiene su precio. Es grave. Olvidamos nuestro ser por consumir. Un pueblo que consume feliz es un pueblo fácilmente manipulable. En China no se habla de derechos en la sociedad emergente porque consiguen saciar sus ansias de libertad con objetos. Pero en los países occidentales también. Ahora todo es imagen sin fondo. Todo es forma y eso es peligroso. Las rebajas mueven a más gente que las elecciones e interesan más. Estar guapa es una prioridad. Antes que ser inteligente se quiere ser bella. No hay más que ver los trastornos alimenticios que acarrea. ¿Acaso han visto a alguien con depresión por ser idiota?

Si esto de la crisis es cierto, el día que no podamos consumir habrá un colapso social. El dinero lo mueve todo y la imagen lo esconde. Los medios ejercen, en muchos casos, su poder con los demás poderes. No hay contrarresta. Son todos contra uno, contra el individuo. Se acallan las voces de los pequeños y se magnifican las voces de los grandes aunque estas no digan nada. Todos conocemos las palabras del Ministro de Economía, pero, ¿alguien conoce la situación de Euskadi? ¿Alguien es consciente de que nosotros aguantaremos el tirón mejor que los vecinos gracias a nuestro Gobierno? No, casi nadie lo sabe. No interesa airearlo, es mejor hundir al contrario aunque sea para poder gestionar miserias. Vivimos sin Historia. Pero bueno, mientras la imagen perdure ante el discurso, después de tantos años de lucha por nuestros derechos históricos, los jóvenes podremos afirmar que “el consumo nos hace libres”.

martes, 23 de septiembre de 2008

La importancia del saber

El viernes pasado vi en Cuatro un documental sobre Jonny Kennedy. Era un inglés con una enfermedad degenerativa, por la cual; al tocar su piel, esta se caía. Además, tenía un cáncer terminal e iba a morir inminentemente. El documental relataba los preparativos de su funeral. El chico se lo tomaba con naturalidad. Tenía el cuerpo magullado y lleno de cicatrices y heridas. Sin embargo, conservaba un humor irónico espléndido y una concepción de la vida envidiable. Para él, creyente, en la vida había una misión: aprender. Me pareció curioso que no dijera algo referido a Dios si no que había que instruirse. Yo pienso igual. Creo que el aprendizaje es la base de nuestras vidas. Sin instrucción, nuestra existencia sería errónea, estaríamos estancados. La educación nos hace progresar, nos enseña a no cometer errores y no repetir caídas anteriores. Además, nos inculca valores que dan universalidad a nuestros pensamientos. El mundo va más allá de nuestras narices y nosotros, como dueños de nuestros actos, debemos interiorizarlo. Un mundo humano no puede ser un mundo lleno de egoístas. La solidaridad debe ser un valor permanente. Debería ser natural. Al igual que el respeto. Porque a veces no nos damos cuenta de que si otro humano está preso, nosotros también. La libertad es un término abstracto que incluye a la humanidad entera. Es un absoluto lleno de matices. El más importante es el respeto.

El aprendizaje debe enseñarnos estos valores: libertad, solidaridad y respeto. Pero debe resaltar que son universales. Puesto que lo que une a la humanidad entera es su condición animal. Somos salvajes por racionalizar. Aún, por mucho que nuestra soberbia nos lo haga creer, no hemos dejado de ser animales. Muchos de nuestros actos son impulsos. Sin reflexión. Y somos egoístas por naturaleza. Queremos nuestro propio beneficio. Es lógico porque somos seres individuales. Sin embargo, lo que es erróneo es creer que por esa condición tenemos derecho a pisar a otro humano. En ese momento, estaremos atacando a nuestra dignidad y a la Humanidad. Suena hiperbólico, pero no nos hemos dado cuenta de que jugamos en este mundo. Somos humanos y aunque parezca que nuestros actos no tienen importancia, la tienen. Lo que hoy hagamos tendrá eco en el futuro. Los errores del pasado seguirán ahí, no se podrán corregir pero se podrá evitar repetirlos. La memoria es importante, pero la sabiduría fundamental. Es lo que nos separa de los demás animales: nosotros adquirimos capacidades. Podemos aprender y desarrollar la materia gris. Sabemos matizar, comprender los diferentes puntos de vista y, sobre todo, tener empatía: sentir lo que siente el otro humano. Sin compadecernos.

Nosotros los humanos tenemos las llaves de este mundo. De nosotros depende el futuro de este planeta y de nuestra especie. No podemos seguir creando un mundo sin valores ni sabiduría. Nuestra cultura no puede obviar que los derechos son colectivos, que todos los avances que hoy disfrutamos y que nos parecen exiguos o anodinos son el resultado de muchos siglos de lucha contra la intransigencia. Por eso, no podemos quedarnos mirando al pasado, sin buscar comprenderlo, y sin pensar en el futuro. Sin reflexionar en los caminos a los que queremos llevar a nuestra civilización. No pensemos que el Nazismo no puede volver a ocurrir porque vendrá algo peor. No nos confiemos. No olvidemos que la Libertad es colectiva y que nadie podrá jamás legitimar la coacción como medio para convencer. Las pistolas nunca serán interlocutoras. Respetemos, reflexionemos y sobre todo, solidaricémonos con los que sufren. Nosotros somos los culpables de esta situación. Sin sabiduría y valores jamás la corregiremos. Aquí jugamos todos.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Radiografía de un anacronismo

Anoche, mientras la mayoría de jóvenes estábamos de fiesta y los no tan jóvenes dormían, un grupo de vascos intentó asesinar a otros. Primero, intentaron; y consiguieron, reventar la sede de la Caja Vital en Vitoria. Para ello, utilizaron un coche cargado de 100 kilos de explosivo que dañó ostensiblemente la fachada del edificio pero sin hacer daños en el sistema informático ni en la estructura del edificio. No hubo heridos. Un comunicante avisó a las 11’10 de la noche de la colocación del coche bomba. Se cargaron un edificio de sólo un año. Ahora, toca pagar al contribuyente los arreglos. Aun así, lo peor estaba por llegar.

A las 4’30 de la mañana en el pueblo costero de Ondarroa, delante de una comisaría de la Ertzaintza, han explotado 100 kilos de explosivo. Sin avisos, 10 heridos: 6 ertzainas y 4 personas que pasaban por ahí. Horrendo, pero más horrendas aún eran sus intenciones. Pretendían, por segunda vez, una masacre. Querían acabar con la vida del mayor número de ertzainas posibles. Por eso, utilizaron un señuelo: los cócteles molotov. El plan era claro, hacer explotar un coche con 100 kilos de explosivos mientras los ertzainas verificaban qué pasaba. Pero otra vez fallaron. Los ertzainas salieron hacia el lado opuesto de donde explotaron los artefactos incendiarios y así salvaron sus vidas. La explosión sólo hirió a 6 miembros del cuerpo. Por suerte.

No obstante, esta madrugada lo han conseguido. No ha habido suerte. E.T.A. ha asesinado a un militar en Santoña (Cantabria). Otra bomba, tres en dos días y a la tercera fue a la vencida. Una señora mayor está herida en el hospital. Un militar de vacaciones en Santoña que se queda sin vida, curiosamente, asesinado en la calle Carrero Blanco. Otra muerte que lamentar y ya van muchas. Es un sin sentido que perjudica a quienes queremos una Euzkadi libre. Pero así son ellos.

Estas bombas son un mensaje nítido: E.T.A. sigue despierta, tiene ganas de matar y, sobre todo, capacidad. Lo ha conseguido. Aun siendo en contra de la sociedad que dice defender que le da la espalda atentado tras atentado. Siguen sordos. No quieren escuchar al pueblo vasco. Encima, les ríen las gracias. Es curioso escuchar a HB, en lugar de hacer autocrítica a una estrategia política sin futuro alguno, se dedica a echar culpas a los demás. Son balones fuera, pero la gente está quemada. No queremos más muertes, ni ilegalizaciones. Queremos paz. Somos un pueblo de paz. Tampoco queremos que desde Cantabria nos digan estupideces. ¿Acusar al PNV y al Lehendakari? Váyase por donde vino Señor Revilla, es usted un demagogo o un estúpido. No valen disculpas. No lance piedras, cállese.

En fin, lo de siempre. Una espiral de violencia que no cesa y complica la realidad vasca. Con E.T.A. no hay salida. No escuchan ni respetan. Encima, las intromisiones ajenas caldean el ambiente. El único que puede ilegalizar un partido es un pueblo. Sólo él con sus votos puede deslegitimar a una formación. La prohibición no es el camino, sólo agudiza esta espiral de violencia y encarcelaciones. Demos la palabra al pueblo. Hablemos todos.

PD: Los dos primeros párrafos los escribí antes del atentado de esta madrugada. El título también.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Las ondas maniqueístas

Estaba claro que algún día tenía que reventar y así ocurrió hace bien poco. Javier Clemente reconoció en rueda de prensa que “egoístamente le hubiera venido bien la muerte de Manolo Lama” porque “le ha dado mil palos, le ha intentado echar de mil sitios y hasta que le peguen palizas”. Además, explica el de Barakaldo que cuando el periodista de la Ser sufrió un accidente en el que estuvo al borde la muerte, él le envió ánimos. En pocas palabras, que se arrepiente de haberle deseado una pronta recuperación cuando no ha hecho más que darle palo sí y palo también. Todos lo entendimos, salvo los periodistas de la Ser y demás cortesanos que tergiversaron las palabras del técnico del Murcia y convirtieron su comentario en deseos y le achacaron querer que Lama hubiera muerto. Además, en su tono verbenero y poco gracioso intentaron humillar al técnico vizcaíno en sus informativos y programas. Imaginaban que hubiera pasado si el periodista hubiese fallecido y hasta Iñaki Gabilondo entró al trapo y atacó a su paisano.

Esta actitud prepotente no es nueva en una radio que cada día se vuelve más autista en un clima de autosatisfacción y altanería provocado por sus excelentes audiencias. Su autosuficiencia les ha hecho perder mucha calidad. Sin una emisora que les haga sombra en oyentes, tienen campo suficiente para hacer y decir lo que les venga en gana. Además, su monopolio de las ondas les hace creerse con todo el derecho a meter mano allá donde les viene en gana. José Ramón de la Morena es el mejor ejemplo. Desde su pulpito a las 12 se rodea de amigos y cortesanos, que dicen lo que él quiere escuchar, para acusar e intentar boicotear a quien le disgusta. Villar, Clemente o la Federación de Tenis han sido sus blancos preferidos, todo para poder colocar a sus amigotes. Con su asquerosa verborrea, digna de quien se cree superior a los demás, critica e intenta hundir sin piedad. Así lo hizo con Padilla y con Gurpegi. “El bizco” trata a sus entrevistados con una actitud paternalista. En sus entrevistas formula sus preguntas con un tono que recuerda al de un periodista que entrevista a un crío que sale por primera vez en la radio. Además, intenta “coleguear” con el entrevistado para que todos notemos lo enrollado que es. Pero nada más lejos. Este despotismo encubierto queda ilustrado con la continua publicidad que hace de los torneos que organiza y de sus negocios y amigotes. Habla de Estepona, del torneo de Brunete y del golf en un programa supuestamente deportivo que a veces más bien parece el “sarao” de un marqués. Se cree invencible y comete los mismo errores que cometió José María García.

Y es que los Deportes de la Ser parecen “Salsa Rosa” en estos últimos tiempos. Han sustituido su función informativa por el sensacionalismo puro y duro y el enchufismo. Nos intentan meter al Madrid por los ojos. Además, se entrometen allá donde pueden buscando el control y el poder. Con la selección española así lo intentaron. Querían que Luis Aragonés hiciera lo que ellos mandaban e intentan vendernos su “patriotismo de jamón serrano” cuando para ellos es un negocio. Sólo buscan su propio rédito y no les importa escamotear a quien sea con tal de conseguirlo. Así intentaron boicotear a Luis Aragonés, como a Clemente y como a otros presidentes de clubes de fútbol que no se someten a su voluntad. También lo intentaron con la Federación española de fútbol, atacando a Villar por medio del Athletic. Sin ética ninguna, tergiversaron las palabras de Mejuto González a Etxeberria para atribuir la salvación del Athletic, equipo en el que jugó Villar, al presidente de la Federación española y así acusarle de meter mano en la competición. Por no hablar del nivel intelectual, digno del españolismo cateto del que se sienten orgullosos algunos. Grandes intelectuales y entendidos como Tomás Guasch, conocido por su anticatalanismo, madridismo desaforado y su payasadas, o Poli Rincón un exfutbolista con madera de cómico que no tiene ni puñetera gracia. También cortejan Manolo Lama, otro forofo a los micrófonos, y Pepe Domingo Castaños que se maneja bien en los micrófonos y es de lo poco que se salva de esta jungla.

Muchos se quejan del bajo nivel de España o de su ombliguismo. Pero viendo quién manda en Deportes es comprensible el paletismo hispano, ese que antepone los “cojones” al cerebro y se cree superior por ser español. Mucho se ríen de los vascos (nacionalistas vascos) y de los extranjeros; haciendo gracias de listillo con los nombres, pero los verdaderamente humillados son ellos. En vez de lanzar un periodismo reflexivo y pedagógico que intente que el oyente entienda los entresijos del deporte, lanzan exabruptos llenos de intereses y veneno y hacen apología de los más castizo y rancio: la España de bombo y pandereta. Así les va y que les aproveche que yo me quedo con Clemente.

Por cierto, nos deben 15 millones de euros. ¿A que de eso no hablan?

lunes, 15 de septiembre de 2008

División y confrontación

Es bien sabido que el argumento principal de los partidos españolistas para oponerse a cualquier avance en el autogobierno de la C.A.V. es que divide. Se refieren, más exactamente, a que divide a la sociedad entre los nacionalistas y no nacionalistas, lo que mejor explicado es: los nacionalistas vascos y los nacionalistas españoles. En otras palabras, los que están a favor y en contra de conseguir la independencia de Euzkadi. Opción legítima de todo pueblo. Aunque yo creo que a lo que se refieren es a la confrontación de dos ideologías como si fueran a desembocar en una guerra civil. Si no, no me lo explico de ninguna manera. ¿Cómo van a tener miedo a la división?

La libertad de expresión y de pensamiento, exige al pueblo la obligación de respetar al que no opina de igual manera. Lo cual quiere decir, desde otro enfoque, que no todos vemos las cosas de la misma manera y eso es que hay división de opiniones. En una sociedad heterogénea, como se pretende esta, democrática y liberal la división es una obligación. Una sociedad homogénea es una sociedad totalitaria donde todos los ciudadanos deben pensar de una manera concreta y entender la vida desde un prisma gubernamental. Una sociedad como la de 1984 o la de Un mundo feliz de Houxley. ¿Acaso queremos una sociedad adormecida y uniforme? Parece que algunos sí, quieren una sociedad uniformemente española.

Aun así, creo que Zapatero y compañía confunden división con confrontación. Piensan que si se convoca una consulta habrá una confrontación entre nacionalistas vascos y españoles. Yo, personalmente, no lo creo. No la hubo con Basta Ya y cía, cuando el Gobierno Español provocaba sin parar, y no la habrá ahora. Los vascos somos mucho más pacíficos y los nacionalistas vascos más. Porque llevamos aguantando muchos años de imposición, intentando ayudar al equilibrio del Estado en general para que nos lo agradezcan con migajas. En la República quedó claro con el Estatuto de Lizarra y ahora queda claro con la Consulta de Ibarretxe. Con los españolistas no hay nada que hacer. Con ellos, sólo se puede conseguir algo cuando están contra las cuerdas, eso son pactos concretos, pero jamás se puede comprometer uno a algo porque tarde o temprano te dejarán tirado. Porque si hay algo que une al PP y al PSOE es que antes que demócratas de izquierdas o derechas son españolistas viscerales. Además, sus franquicias en Euzkadi no son más que eso. El interés del partido en Madrid está por encima de las necesidades y decisiones del partido en otros lugares. Así nos encontramos con discursos contradictorios y ponencias vergonzosas que pregonan un apego a lo local pero que implican una subordinación a lo estatal o intromisiones como en Navarra. No es fácil ser socialista vasco/ navarro cuando sabes que no importas una porra en Madrid, pero tampoco es bonito no pegar un golpe en la mesa como los catalanes. Será cuestión de cobardía o de que, en realidad, sus giros vasquistas no son más que pura imagen. Porque si los socialistas vizcaínos han sido algo: es antinacionalistas vascos y españolistas. Desde siempre.

Pero eso ya lo sabíamos. Pero lo que más rabia me da es su tono prepotente. Cada vez que oigo a Zapatero o De la Vega hablando de esta manera de las necesidades del Pueblo Vasco me pregunto que si no quieren dividirnos, ¿por qué se presentan a las elecciones? Que tomen ejemplo antes de pedirlo a los demás.

PD: He aquí lo que dice la RAE sobre estas palabrejas mágicas

División: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=division
Confrontación: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=confrontacion

viernes, 12 de septiembre de 2008

¿Democracia participativa?

El Tribunal Constitucional ha dictaminado hoy la ilegalidad de la Consulta planteada por el Lehendakari Ibarretxe. El Tribunal ha esgrimido que la Consulta era en realidad un referendo y que como no tenía el permiso del Estado no podía realizarse. Además, invadía las competencias del Estado por la naturaleza política de su propuesta y afectaba, por consecuente, a todos los ciudadanos españoles. En conclusión, que esa propuesta sólo podía llevarse adelante primero con el permiso del Parlamento español y segundo con el refrendo del pueblo español. Lo que al mismo tiempo significa que la voluntad del pueblo vasco está subordinada a la del pueblo español. No tenemos derecho a decidir sin intrusiones. Sólo podremos tomar la palabra si nos dejan. Así es la democracia española, una democracia restrictiva o un coto cerrado a los partidos españolistas que manejan la justicia y los términos políticos como se les antoja. El PP y el PSOE marcan qué es legal e ilegal, con una justicia atada de pies y manos que está elegida por los partidos políticos en vez de estar elegida por el pueblo. Eso sin olvidar sus voceros mediáticos que acallan las versiones de los que no se sienten españoles con una exclusión flagrante en cualquier debate o coloquio. Hoy mismo en la Cadena Ser han preguntado solamente a dos diputados del PP y PSOE por la decisión judicial sin tomar en cuenta la posición de ningún miembro del tripatirto. Se ve que los nacionalistas (vascos) sólo contamos para aprobar las cuentas y poco más. La hoy tan controvertida Y vasca fue llevada adelante en contrapartida a apoyos puntuales del PNV al PSOE en el Parlamento de Madrid. Así funcionan las cosas, tú me ayudas y yo te doy lo que te es legítimo porque como tengo el poder hago lo que quiero. Con el Estauto de Gernika ha pasado parecido, aún faltan 37 transferencias por pasar, y Zapatero exigió a Ibarretxe que respetase la Constitución y que se portasen bien si querían lo que les correspondía. Portarse bien era sinónimo de olvidar que eran nacionalistas vascos. Eso sí, a la hora de hablar los nacionalistas españoles se pasan horas alabando el “consenso estatutario” y exigen respeto a la legalidad vigente cuando ellos son los primeros en saltársela. Por no olvidar que a Manoliño Fraga no le hizo mucha gracia que los vascos tuvieran un estatuto y hoy en día sigue con la misma ideología.

La sentencia de hoy no sorprende a nadie. Todos sabíamos que iba a ocurrir. No obstante, no me parece lo más grave de todo este proceso. Desde que el Lehendakari Ibarretxe presentó su propuesto al Pueblo Vasco, recordemos que esa propuesta salió aprobada por el Parlamento Vasco, la mayoría de argumentos en contra han sido invocando a la legalidad o ilegalidad del plan y a argumentos superficiales que no han servido para más que enseñar que el PP y PSOE no tienen una alternativa. Saben de sobra que el Estatuto está incumplido y que lo sabemos. Aun así, el argumento más pueril que pude escuchar y que hace saltar las alarmas a cualquier demócrata es el de Zapatero que afirmó que la consulta iba a dividir a la ciudadanía. ¿Qué consulta no divide a la ciudadanía señor Zapatero? ¿Acaso las elecciones no dividen a la ciudadanía? ¿A qué tiene miedo? Después de esta afirmación apostilló que la consulta “no iba a salir adelante”. Mucho miedo da que el Presdiente de un país democrático, como se presume España, afirme que una Consulta no va a salir adelante, más aún, cuando esa consulta está patrocinada por el Parlamento Vasco. Todo eso en un tono amenazante y prepotente de quien se llama el adalid del diálogo. Luego llamará al entendimiento entre fuerzas democráticas y dará ejemplos.

Ese diálogo de oídos sordos e imposición, es la forma de razonar de quien se cree con la razón absoluta. Pero muchos vascos sabemos que Zapatero miente y que los jueces también mienten cuando han permitido que Andalucía y Cataluña reformasen sus estatutos mientras que a Euskadi le han negado la palabra. Además, mienten porque mientras que los vascos tenemos que acatar la Constitución sin rechistar, ellos pueden hacer lo que quieran. El PP y el PSOE creen que la Constitución Española les pertenece y al igual que con el Estatuto la incumplen sistemáticamente al negar a parte del pueblo vasco a ejercer un derecho que les corresponde entre otras cosas. No hay más que escuchar a la ministra Garmendia hablar de la “intrasferibilidad” de la competencia de Imagen y Desarrollo correspondiente por ley al Gobierno Vasco para remarcar el cinismo de quien se cree en la cumbre del progresismo y el “buen rollete modernista” que rezuma el PSOE.

Aun así, lo más peligroso es la conculcación, otra vez más, de los derechos ciudadanos. Parece que para el Gobierno Español nuestro voto sólo sirve para elegirlos a ellos y a ninguno más. Y no hay más que escuchar a Patxi López que habló de reformas del Estatuto estando él en Ajuría Enea. Sólo con ellos, sin ellos no hay más que trabas sin límite al autogobierno. Por eso, me parece razonable denunciarlo y denunciarlos y firmar la denuncia a Estrasburgo. Porque mi palabra vale tanto como la suya y porque tenemos los mismos derechos y obligaciones.

jueves, 11 de septiembre de 2008

No puedo olvidar

Esta noche no puedo olvidar que tengo que leer. Debo culturizarme. Esta noche puedo olvidar que tengo que escribir en mi diario. Debo reflexionar en voz alta sobre lo que pasa por mi cabeza. Pero esta noche, sobre todo, no puedo olvidara que lloras. No puedo olvidar tu llanto que retumba en mi cabeza mientras que yo, impotente, no puedo hacer nada por saciarlo. Sé que mi sola presencia te tranquilizaría pero por avatares del destino no puedo hacerlo. Más quisiera yo que estar a tu lado, en tu regazo hablando o cogiéndonos mientras vemos como pasa el tiempo juntos. Los dos, a la vez, sin fisuras ni lejanías, cara a cara, mano a mano como dos personas que ven el porvenir con los mismos ojos y que en su reflejo albergan la felicidad de quienes se comprenden en las profundidades de sus seres.


Esta noche no puedo olvidar que tu sufrimiento tambalea el mío. Debo recordar que, aunque suene cursi, me has llegado al fondo de mi persona. Tú tienes algo que no veo más allá, ese aspecto indescriptible e invisible al ojo humano que te hace diferente. No está en otra, está en ti. Quizás sea tu cara cándida, quizás sea tu bondad o puede que sea tu amabilidad pero hay algo diferente en ti que te hace especial, que me mueve y que me atrae. Tú has conseguido que mi escritura se llene de palabras de amor, que te dedique palabras que jamás había dedicado a nadie, que haga lo que mejor se me da para ti. Por eso no lo olvides, porque la memoria es traicionera pero si recuerdas lo que eres quizás sufras menos. Porque por eso, te dedico estas líneas esta noche.

lunes, 8 de septiembre de 2008

El numerito mediático

Así ha calificado Javier Balza la última aparición de Etxerat ante la prensa. La asociación de presos “políticos” vascos, muy proclive a aparecer en los medios de comunicación, ha denunciado la prohibición de la manifestación que querían organizar el domingo que viene, día de regatas en la Concha, en la Bella Easo. Han denunciado, por enésima vez, la represión y demás historietas que denuncian constantemente además de que no quieren ver imágenes como las de otros años con ancianos por los suelos y porrazos a tiro limpio. En pocas palabras, que ha dado la razón a la Consejería de Interior que este año ha impedido la concentración para evitar que esta acabe como el rosario de la Aurora. Si bien es cierto que para Etxerat los culpables son los de las políticas represoras contra la izquierda abertzale, para la Consejería de Interior los culpables son los que en un momento dado de la manifestación cruzan contenedores y tiran cócteles molotov e intentan hacer emboscadas a la Ertzaintza. Para nuestra propia desgracia, lo último suele ser frecuente en ciertas manifestaciones como en aquella en Rentería para protestar contra la detención de unos vecinos que acabó con varios ertzainas y manifestantes heridos.

Aunque lo más lamentable no es eso, algo normal en la tónica política y social de nuestro país. Lo más grave, a mí entender, es su victimismo y su afán de protagonismo. En todas las fiestas y celebraciones tienen que reivindicar y montar su comedia. Tienen derecho a empapelar todo el pueblo y a homenajear a los presos, recordemos que muchos son asesinos o cómplices, mientras que quien no comulgue con sus ideas se tiene que aguantar. Es bien cierto que tienen todo el derecho a reivindicar y homenajear a quien les plazca, pero no en el momento en el que no dejan hacer lo mismo a los demás y, sobre todo, cuando politizan las celebraciones con consignas insultantes y amenazantes como “lo vais a pagar” o “E.T.A. mátalos”. Es el cinismo de esta gente que convierte a presos en mártires por culpa de la injusta dispersión y de los errores de unos gobiernos españoles que no han hecho más que perpetuar a E.T.A.. Las dispersiones y los malos tratos se han dado en las comisarías, han reforzado el lazo social entre presos y ciudadanos hasta el límite de exigir el acercamiento legítimo de los presos a Euzkadi para que sus familias no tengan que hacer tantos kilómetros. De esa reivindicación, Etxerat ha hecho su “show bussiness” y en vez de buscar soluciones se han pasado el tiempo culpando a los demás porque haya presos. Porque, ¿qué mejor solución para que no haya más presos que abandonar la lucha armada? ¿Qué locura de país es este en el que los verdugos son convertidos en mártires? Porque entre las biribilketas para visitar a Vera y Barrionuevo y las que montan Etxerat y cía no hay mucha diferencia. Ambos defienden a gente que no ha creído jamás en la libertad del diferente y que ha utilizado la violencia como modo de actuar.

Aun así, llegamos a la misma conclusión que con Basta Ya y cía: Etxerat hace juego con el sufrimiento de muchas familias e intenta aprovecharse de eso. Es una realidad triste de nuestro pueblo que cuatro lemas simples y demagogos lleven a mucha gente a cometer atrocidades para luego convertirse víctimas y encima aprovecharse de ellos. Porque es muy fácil dar lecciones en ruedas de prensa cuando hay otros que se están jugando la vida con una pistola en la mano o están en el maco engañados por estos maestros de la platica. Por último, me ha parecido singular que Etxerat tuviese la cara de hablar en el Parlamento Vasco en la sesión sobre DDHH cuando en Lekeitio uno de sus portavoces amenazó de muerte al primer edil.

sábado, 6 de septiembre de 2008

El reencuentro

Hoy he vuelto a verla. Ha sido extraño. Siempre me pasa igual, me cuesta asimilar que estoy con ella. Menos mal que ahora escribo desde su ordenador mientras ella duerme en mi regazo. Por fin soy consciente de que estoy con ella y estoy contento: ya puedo disfrutar de su compañía. Aunque parezca extraño, el hombre tarda mucho tiempo en darse cuenta de lo que le ocurre alrededor. A veces, aun viendo lo que ocurre, uno es consciente de lo que ve hasta que lo pierde o pasa cierto tiempo. A mí, normalmente, me ocurría lo primero pero hoy me ocurre lo segundo. Es cierto que la primera y la segunda razón están unidas, pero si la primera razón ocurre después de la segunda, es que aún estás con ella. Todos estos razonamientos parecen extraños a estas horas, pero es lo que siento al verla otra vez. Ahora duerme tranquilamente sin ser consciente de que estoy escribiendo sobre ella. Mañana, en cuanto enchufe Internet, se dará cuenta de que mientras ella dormía, yo intentaba desmenuzar mis sentimientos.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Leer y escuchar

Algunas veces al anochecer, la tristeza entra en mi cuarto. No estoy seguro de si lo hace por la ventana o lo hace por la puerta, pero penetra hasta el fondo de mi ser. Es como un pequeño plomo que se instala en mi estómago y absorbe todas mis ganas de hacer algo. Me quedo quieto con la mirada perdida, como hipnotizado. Pienso en blanco. Reacciono y vuelvo a la nada.

 Otras veces la literatura me incita a volar en mi imaginación y a creer un futuro que jamás tendré. Quise dedicarme a la escritura y fracasé. Decían que era bueno, lo sé. Pero nadie quiso leerme. Nunca escribía lo que ellos querían leer y por eso me castigaron. Decía cosas que les molestaban. Eran grandes verdades y por eso les dolían. No soportaban mi sinceridad. Yo sabía que cometía fallos, pero ellos no supieron perdonármelos. Hubiera sido más fácil haber sido el escritor de cabecilla de algún movimiento político: haber seguido unas pautas, haber redactado lo que me hubieran pedido, como de una prueba escolar se tratara. Muchos han vivido así. No les culpo, es mucho más fácil. Les daban premios y eran reconocidos. Sin embargo, yo nunca pude hacer eso. Mi conciencia me impedía censurar lo que escribía, así que tuve que renunciar a expresarme. Sólo así desaparecí sin que nadie lo notase porque, a decir verdad, salvo mis amigos nadie me tomó mucho en cuenta.

 Aun así, sigo rellenando todavía mi blog. Sigo pensando que hace falta mucha pedagogía. No se explican, salvo en ciertos y honrosos casos, bien los conceptos en juego. Además, destruir desde la demagogia haciendo apología de la ignorancia es mucho más fácil que rebatir un planteamiento hecho y derecho que pone al Estado los puntos sobre las íes. Todo el mundo cree saber todo, pero pocos saben lo que dicen y menos lo que escuchan. Quizás sea porque nuestro pensamiento es artificial o quizás sea porque desde pequeños nos enseñaron a tener la razón en lugar de a escuchar. Sea cual fuere la razón, la mayoría de nosotros sólo lee lo que desea leer y escucha lo que desea escuchar. Y así no hay manera de entenderse.   

martes, 2 de septiembre de 2008

Septiembre

Entró septiembre por la puerta sin que me diese cuenta. Sin querer, había otra vuelta que dar al calendario. El tiempo no para y cada día nos hacemos un poco viejos. Septiembre es el mes de la tristeza por excelencia. La vuelta a la rutina es dura. El trabajo, el colegio y los exámenes para los rezagados son la tónica general de la entrada al otoño, el último verano según nuestro euskera. Con ello, se esfuma la libertad del verano y vuelve la esclavitud del reloj. Ya no habrá tiempo que perder y veremos por la ventana como se esfuman los últimos rayos de sol de verano. Notaremos que el tiempo se nos escapa y que nos hacemos viejos sin darnos cuenta. Descuidaremos la necesidad y nos centraremos en el vicio. Hasta que nos demos cuenta de que trabajos para vivir y no vivimos para trabajar.

Aun así, veo mi felicidad encendida al ver ese mes acercarse. Pienso que queda menos para que no tengamos que despedirnos. El tiempo corre por fin a nuestro favor. A finales de calendario nos reencontraremos y desearemos que ese instante no acabe nunca. Será emotivo, será bonito, pero sobre todo será tranquilizante. Se acabarán los sufrimientos, ya no habrá ausencias ni teléfono. Volveremos a amarnos con cotidianidad. Nos disfrutaremos y no pensaremos en el tiempo. No estaremos pendientes de autobuses o impasses. Miraremos al futuro cogidos de las manos y no unidos por un fino hilo de teléfono. Sin escondernos. Nos miraremos y sentiremos el calor de nuestros gestos. Todo ese amor que hemos perdido al no vernos. Resucitaremos las viejas pasiones que nos llevaron a querernos. Aquellas que desaparecieron con la cotidianidad de nuestros encuentros y que convirtió a nuestras conversaciones en algo extraordinario. No tendré que echarte de menos.

He visto muchos meses desfilar y aunque suene masoquista, quiero que desfile también este. Daré prioridad a mis sentimientos en vez de a la razón que me pide vacaciones. Ha sido un verano largo, duro, pero sobre todo bonito porque pudimos estar al lado. Quizás la lejanía haya acallado ciertas pasiones, pero encendió otras. Quise verte, lo pude hacer, pero ahora quiero estarte. Hoy, que el tiempo está de nuestra parte, aprovecharé para colgar mis ilusiones al lado de las tuyas y esperaré a que el futuro las convierta en realidades. Contigo.