miércoles, 29 de abril de 2009

Mi primera ex

Yo sólo aconsejo: "Zaindu maite duzun hori" (Cuida lo que amas).

Y te recuerdo con lágrimas en los ojos, porque ahora, en la oscuridad de la noche, no puedo olvidarte. No puedo olvidar. Me has dado mucho estos días, demasiado, y lo he pasado muy bien a tu lado. Yo, que jamás había querido ni amado a nadie, te quiero y te amo tanto que me duele. Me duele y me sigue doliendo que para verte tenga dos horas de autobús. Todo sea porque cuando acabe el verano no nos pare nadie, ni nada.

No quiero que te vayas, ni siquiera irme. Aún recuerdo el paseo por la Media Luna, las luces en la noche, los abrazos, Burlada al fondo, lo que viene, lo que se va, abrazos, besos, retozar, el cielo, las estrellas, tus ojos, los guiris que pasaban, tu sonrisa, la plaza de Toros, tu cuerpo, tus lloros, el puesto, tu cara. Aún recuerdo el paseo en autobús hasta tu casa, cuando he cogido la maleta y el periódico y hemos bajado a la estación a despedirnos. Era inconsciente de que esto se acababa y de que volveríamos a vernos por teléfono, sólo sintiéndonos por palabras. Sin poder cogerte, ni tocarte, ni besarte. Sólo podré mirarte en una foto.

Ahora pienso, con lágrimas en los ojos, todo lo que siento por ti. Los recuerdos de anoche me atraviesan en corazón y se me agarrota la garganta. Tiemblo: era la cuenta atrás, inexorable, hasta despedirnos. “Agur, te quiero”, lloros, sollozos, palabras de amor, abrazos, sonrisas y promesas: cariño y ternura que pesan en mi mente. Yo sólo quería para el tiempo.

El día amanece, la estación de autobuses. Diez y media de la mañana: lejos queda el amor y me acerco a la desesperación y a la melancolía. 18 km de Pamplona, se acabó el sueño, estás lejos. Te quiero y no puedo más. Intento dormir: te echo de menos.


Te echaré de menos

martes, 28 de abril de 2009

Ha muerto Javier Ortiz

Ha muerto esta madrugada Javier Ortiz. Así lo he sabido cuando he abierto su blog. Quería leer su columna diaria, pero me he topado con su obituario. Como éste era viejo y lo había leído, he pensado que no había muerto. Sin embargo, he ido a la página web de El Mundo y me he dado cuenta de que era cierto. Ha sido una decepción. Ortiz era un columnista que me gustaba mucho por su estilo irónico y, sobre todo, porque era bastante independiente. Quizás era demasiado ácido, pero era certero. Un rara avis del periodismo.

No hay más que leer su obituario para entender que era un tipo especial. Está escrito de su puño y letra.


He aquí su declaración de principios. Quizás todos deberíamos escribir una.

Sueño con Jamaica

Sueño con Jamaica. Estoy sentado detrás de una mesa negra, rodeado de papeles, delante de una pared de la que cuelgan fotografías de desolación y soledad, entre proyectos de artículos y pilas de opinión que me reclaman. Y estoy volando hacia Jamaica.

La pantalla de fósforo verde me mira adusta. Me está pidiendo impaciente su ración cotidiana de formatos y de claves. Pero hoy –¿qué me pasa?– sólo veo en ella reflejos de espuma blanca sobre un mar de azul intenso. Un mar bajo el sol: bajo ese fiero sol de pasión que ilumina eternamente el puerto de Kingston, en Jamaica.

Sueño con Jamaica. Jamaica es una isla (no sé por qué os lo cuento, si ya lo sabéis); Jamaica es una isla primitiva, anárquica y bellísima, con casas de hojalata que desembocan en largas playas de arena fina y blanca. En Jamaica todo está por hacer, y uno puede vivir con la esperanza en la punta de los dedos, pensando que todo es aún posible y que el futuro existe. Y las gentes son sencillas, y sus sentimientos, espontáneos y directos, y hasta los asesinos son capaces de explicar lo que hacen sin recurrir a teorías sociológicas o sesudos estudios de mercado: matan –ya veis, qué cosas–, y matan porque odian y porque aman, y esos es todo, y nadie le da más vueltas.

En Jamaica, el tiempo no cuenta apenas nada. La gente es tranquila e impuntual, y muy pocos son los que admiten que les impongan una cita: ellos quedan y, al final, aparecen, pero no miran el reloj ni se preocupan por horarios.

Sueño con Jamaica, y en la Jamaica en la que yo sueño nadie se levanta la voz, y el ruido es sólo algarabía callejera, y los policías no dan miedo, aunque asusten un poco con los ruidosos piropos que lanzan a las muchachas que circulan en bicicleta y a las que el aire levanta sus faldas de mil colores.

Tal vez esa Jamaica en la que estoy soñando no exista. Tal vez esto que os estoy contando sea sólo el fruto de películas y carteles de turismo asomados a los escaparates de las agencias de viaje.

Nunca he estado en Jamaica, y es probable que nunca la vea. Me da igual. Mejor que sea así.

Mi Jamaica, esta Jamaica en la que hoy sueño, me vale porque es quimera, porque ocupa el espacio del no-aquí, porque me ayuda a imaginar que podríamos ser otros.

Y sueño, y me voy a Jamaica para mejor sentir mi distancia ante lo que veo: calles grises, gente triste. Y sueño con Jamaica para reclamar de mi más alegría, para pensar que todos podemos romper con todo, que somos capaces de no acudir puntuales a las citas, de reírnos de los estudios sociológicos que explican la muerte, de creer que el porvenir que nos espera no está condenado a ser de por vida un tiempo para el llanto.

Jamaica o muerte. Venceremos.




Venceremos

Descanse en paz

lunes, 27 de abril de 2009

Cuba, Mayo del 68 y el MLNV

Cuba es el último reducto de los defensores acérrimos de los regímenes socialistas. Es el ejemplo que dan ahora para sostener que la Revolución es aún posible. Tal y como lo fue primero la Unión Soviética que fue un espejo en el que muchos quisieron mirarse. El régimen soviético, lejos de ser ese paraíso igualitario, fue una dictadura sanguinaria que acabó con quien se interpuso o, simplemente, con quién estaba en medio. No podemos olvidar las purgas estalinianas ni las diferentes represiones en Checoslovaquia o Hungría, que fueron la tónica del régimen soviético. También en la Guerra Civil esto fue notable, cuando agentes estalinianos utilizaron el PCE para exterminar a miembros del POUM o anarquistas. No olvidemos que la mayoría de partidos comunistas europeos dependían de las órdenes de Moscú.

A pesar de ello, la URSS fue la guía de los diferentes movimientos izquierdistas europeos. Sólo las escisiones troskista y maoístas sirvieron de rémora. Es cierto que Stalin está ahora mal visto, incluso entre quienes se definen como comunistas, sin embargo, Lenin sigue siendo un referente, al igual que Trotski. Hasta que llegó la Revolución cubana que, al igual que la rusa, derrocó un gobierno totalitario. Este último movimiento además, contaba con el Ché Guevara, que se convirtió en el referente de la juventud que quería cambiar el mundo. El argentino era el luchador por antonomasia y se convirtió en leyenda tras su asesinato en Bolivia. Su frase “un, dos, tres, mil Vietnam” fue el grito de guerra de una generación que protestaba contra el “imperialismo yanki”, sin reparar en el imperialismo soviético. Era la imagen de la Revolución y de la insubordinación. De hecho, todavía representa la rebeldía para los más jóvenes que portan su estampa en camisetas. Eran tiempos de Vietnam en los que se cocía Mayo del 68, del no a la intervención americana. Era también la época de las guerras de independencia que inspiraron a Euskadi Ta Askatasuna que adoptó por aquel entonces el marxismo como doctrina. Fue herencia directa del Frente de Liberación Nacional de Argelia que convirtió a una escisión de Euzko Gaztedi en un Movimiento de Liberación Nacional. Y también de Krutwig que se sacó de la chistera la idea de que Euskadi era una colonia.

Y así llegamos hasta Mayo del 68. Época de grandes huelgas en Francia que ha sido el último episodio “heroico” de la izquierda. Fue el día en el que los estudiantes se echaron a la calle y lucharon por sus derechos. Cabe recordar que en aquel entonces se podía luchar por un trabajo digno, puesto que Europa vivía una época de bonanza económica, en la que el mercado laboral era más flexible. Y es que los jóvenes protestaban contra el trabajo repetitivo y, de rebote, contra De Gaulle y el poder establecido. Era la rebelión convertida en revolución. De hecho, este movimiento fue capitalizada por los movimientos de izquierda que intentaron convertirla en la Comuna de París. Lemas como “la utopía es posible” eran pintados en la calle. De mientras, empezaron a salir grupos trotskistas y maoístas como champiñones. El sueño parecía posible, la utopía era más real que nunca y estaba apadrinada por muchos intelectuales. Sin embargo, las siguientes elecciones fueron un duro varapalo para los románticos, ya que la derecha francesa barrió.

Aun así, la semilla quedó en el corazón de muchos izquierdistas que, tras la caída del mundo socialista, quedaron huérfanos. Quedaron con la esperanza de otro Mai 68. También quedó (y queda) Cuba. Es el último bastión socialista en el mundo occidental y es considerado el Némesis americano. La resistencia al bloqueo es su mayor logro, más aún, cuando Cuba es menos miserable que los países de alrededor (salvo EE. UU.), lo que alimenta el mito revolucionario. Asimismo, la magnificación de los términos abstractos y solemnes como la libertad, la resistencia o la dignidad, explica esta idealización. Se olvida la dura realidad de un régimen que confunde al individuo con el grupo. Igual que la URSS. No obstante, muchos condicionan su fobia a los Estados Unidos o su ideología a la defensa a un régimen totalitario. Como si el embargo estadounidense justificase cualquier régimen que no respete los Derechos Humanos.

Ese el mayor problema que se les presenta a la mayoría de grupos de izquierda. Son herederos de Mayo del 68 y, aun creyendo en los Derechos Humanos, aún tienen al régimen socialista en el subconsciente. Así se deduce de las entrevistas que El Correo hizo en campaña a Aintzane Ezenarro y a Javier Madrazo, en las que afirmaban tener una foto del dictador en sus sedes. Y así ocurre con muchos militantes del MLNV, que rechazan los atentados de ETA, pero que no rompen con ella. Estos militantes aún creen que la banda llevará a Euskadi a un estado socialista y euskaldun. Las manifestaciones y la idealización de los presos, olvidando sus manos manchadas de sangre y ensalzando su lucha, son el ejemplo más claro de este fenómeno, muchas veces alimentado por el odio o por políticas vengativas. Y es que el sueño muchas veces esconde a la realidad y hace olvidar que somos humanos antes que cualquier otra condición. De hecho, es ese recorrido histórico lo que convierte a ETA en una organización marxista. Es por eso, también, que muchos de sus miembros hayan acabado en el PSOE y hayan dejado de ser abertzales, pero sigan militando en la izquierda. Y es por eso que muchos sólo ven la paja en el ojo ajeno, en lugar de la viga en el propio.

Creer en los Derechos Humanos no es obligatorio. Lo obligatorio es, por ley, respetarlos. Quienes creen los Derechos Humanos, en teoría casi todos, deberían defenderlos en cualquier lugar y bajo cualquier circunstancia. Sin mirar quién es el agresor y el agredido. Aunque sea difícil y doloroso. Porque muchas veces la empatía o la cercanía con el agresor, nos impide ver el sufrimiento del agredido. Y esa es la tónica dominante en muchos conflictos, entre otros en el vasco. Pero siempre existe una tercera vía, alejada de la violencia, que es el humanismo, que está lejos de algaradas populistas y medios de propaganda. Y por esa vía deberíamos caminar todos, porque Euzkadi así lo quiere. En los tiempos de crisis, es mejor buscar lo que nos une, que lo que nos aleja. Y más aún, cuando muchos ciudadanos están amenazados de muerte por su ideología política o actividad civil.

sábado, 25 de abril de 2009

Coherencia patriótica


Uno de los últimos líos que ha habido entre abertzales o, por lo menos, entre quienes se consideran es el nombre de la Patria. Mientras que unos seguimos defendiendo el nombre de Euzkadi (con “s” o con “z”), otros, entre ellos los “guardianes de esencias”, apuestan por Euskal Herria. Estos últimos defienden que Euskadi se ha “vacíado” de contenido y que se circunscribe “únicamente” a las 3 provincias vascas. Una mentira histórica, pero que ha calado profundamente en ciertos sectores del nacionalismo vasco. No hace falta que recuerde de dónde viene Euzkadi, ni quién la creó, ni siquiera que la ikurriña y el Aberri Eguna están estrechamente unidos con este nombre. Tampoco hace falta que recuerde que Euskal herria es un término cultural que muchas veces ha sido opuesto a Euskadi por su significado apolítico. Se supone que esto lo sabemos, aunque muchas veces lo dudo.

Pero lo que más gracia me ha hecho es que quienes más defienden Euskal Herria no lo llevan en su nombre. Efectivamente, Euskadi Ta Askatasuna no se ha convertido en Euskal Herria Ta Askatasuna. Ni tiene pinta de hacerlo. Por eso, me ha hecho gracia la traducción “revolucionaria” que hicieron Amuriza y compañía en su libro panegírico “Euskadi Ta Askatasuna, Euskal Herria y la Libertad”. Como si Euskal Herria y Euskadi fueran términos intercambiables o como si los demás fuéramos idiotas. Puesto que, si hablasen del Pueblo vasco, dirían “El Pueblo vasco y la libertad”. Lo mejor del libro, que he tenido la oportunidad de ojear, es ver como dónde antes estaba Euskadi, ahora se pone Euskal Herria. No es que hayan manipulado las noticias antiguas, sino que dónde antes ponían Euskadi, ahora ponen Euskal Herria. Como Amaiur en la canción “Borrokalari Kalera”. Todo un acto de coherencia patriótica.

viernes, 24 de abril de 2009

Cómo está la cosa...

Con 4 millones de parados a las espaldas, a Zapatero no se le ocurre otra cosa que “reforzar su gobierno” con caras nuevas. Unas caras que lo único que refuerzan es su posición, ya que ha empezado la limpieza por Ramón Jáuregui en Bruselas y algún otro más. Lo que destaca de este cambio son los 3 vicepresidentes y los no sé cuántos ministros (hasta de Austeridad) con los que Zapatero quiere afrontar tanta crisis. Debe ser que quiere bajar el paro dando trabajo en el Gobierno, sino es incomprensible el “moratón” ejecutivo que, tal y como denunció Josu Erkoreka, “ha cambiado para que todo siga igual”. No hay más que ver a Manuel Chávez que vuelve al Gobierno español, mientras deja la Presidencia andaluza. Todo un acto de responsabilidad.

Así de responsable ha sido Rosa Aguilar. La nueva consejera de Griñan, quién ha sustituido a Chávez en la Junta de Andalucía, ha dejado a los cordobeses sin alcaldesa y a Izquierda Unida sin un referente histórico. Lo primero es una falta de respeto a sus votantes y a los cordobeses. Irse a mitad de legislatura, con tantas cosas aún por hacer, es reírse de la gente y dejar a la Institución a la altura del betún. Hace tiempo que pienso que muchos políticos utilizan las instituciones locales como trampolín a las nacionales, como si los ciudadanos importasen un rábano. Y eso mina la credibilidad de la profesión, que es más vista como un chanchullo que como el arte de defender a los ciudadanos. Pero Aguilar, no contenta con abandonar Córdoba, deja a un lado a Izquierda Unida para pasarse al PSOE. Todos sabíamos que tenía reticencias con su partido y que había dejado el PCE. No obstante, al presentarse por las listas de IU se da a entender que, por lo menos, se está con el proyecto. Pues ni eso. Es lógico que el PP andaluz solicite una comisión de antitransfuguismo.

Pues así está la cosa, como diría aquel “monstruosa”. Con 4 millones de parados y sin huelgas a la vista ni medidas concretas. El Estado se cae y Zapatero sigue publicitándose. Tenía razón Carlos Carnicero cuando afirmaba en un artículo que éste valía para publicista. Y de los buenos, añadiría yo. Estos problemas sólo van a desprestigiar a la clase política, que como toda clase es heterogénea, pero que pagarán justos por pecadores. No hay más que ver en Valencia, donde Camps sigue campando a sus anchas. También en Euzkadi estamos para felicitarnos. Yolanda Barcina ha prohibido la lectura de Gara y Berria en las bibliotecas municipales de Pamplona y Barañain. Esta medida ilustra lo que es la democracia para UPN. Lo mismo que para muchos otros. Y es triste, porque esta mediocridad y esta ética sensacionalista de “chiringuito” lo único que hace es tapar la brillantez de otros políticos. Así de claro.

jueves, 23 de abril de 2009

El día del libro

San Jorge fue un santo que mató a un dragón. Algo muy valeroso. San Jorge es, también, sinónimo de rosa y libro. Sobre todo en Cataluña donde se celebra la fecha. San Jorge es también el día en el que el libro se acerca a la calle. Con puestos y venta ambulante en mercadillos. Precioso. La pega es que, aparte que haya que trabajar, no nos han inculcado desde pequeños a disfrutar esta fiesta. Quizás tendrían que habernos acercado desde pequeños a los mercadillos y habernos arrimado a la literatura desde los colegios. Es verdad que en nuestros centros educativos nos han intentado inculcar el amor por la lectura. Sin embargo, muchas veces han errado, más por los medios que por el fin, porque nos han presentado la lectura más como deber que como afición.

Y es que en el colegio nos han lecho leer libros de los que no hacen afición. Obras que son imprescindibles en la literatura en castellano, pero que creo, son prescindibles de leer, sobre todo a ciertas edades. La Celestina o El Alcalde de Zalamea, por citar dos ejemplos, son infumables para cualquier joven de 14 o 15 años. Su estilo se hace pesado y aburre al lector, por mucho que la trama tenga su miga. El Árbol de la Ciencia o Niebla, sin embargo, son mucho más llevaderos e interesantes para lector. Por eso, creo que se debería incentivar la Generación del 98 o del 27, en lugar de pasar tanto tiempo en los clásicos. Esta medida ayudaría a formar más lectores. Las tramas, preocupaciones y, sobre todo, el estilo es más actual y cercano al lector, lo que le permite identificarse con el autor y, por inercia, hacer una lectura agradable. Y esto acarrea más lectores. Además, estas generaciones contemporáneas, que no coetáneas, permiten comprender con mayor facilidad las anteriores, ya que las homenajean o se inspiran en ellas.

Los profesores tienen que ser los principales “fabricantes” de lectores. Todo el mundo no vive en una familia lectora, por lo que, son los educadores quienes deben fomentar la lectura. Una de las maneras es liberalizar las clases de literatura. Por ejemplo, en lugar de mandar un libro concreto, abrir el abanico de posibilidades de lectura. Sólo así, dando libertad al estudiante, éste podrá crear su propio criterio literario. Y a esas edades en las que uno busca su espacio, ¿qué mejor que dar libertad para que cada uno lea lo que desea?

miércoles, 22 de abril de 2009

Como cuando militaban en ETA, sólo que sin tiros

Si los nacionalistas hubieran barrido en las elecciones probablemente el que no comulgue con sus ideas puede verse sin residencia, obligado a dejar sus ideas a un lado, rendirse o marcharse al exilio.

En un país por el que vuelan las sardinas, es decir, con todo al revés, donde la oposición es la que va escoltada –lo cual tendría una perversa y malsana lógica, pero resulta que no es del todo cierto, supera a la oposición, porque todo el que se declare de una forma rotunda contrario al nacionalismo puede acabar con la necesidad de ir protegido-, y la víctima es denigrada como en Azkoitia y los victimarios aceptados por el vecindario, en este país, hay que asumirlo, no es fácil reconocer la realidad.

Estas dos perlas han sido escritas por Teo Uriarte en su “diván” de la Fundación para la Libertad, una de estas organizaciones que, bajo el paraguas del Gobierno Aznar, se dedicaba a insultar al nacionalismo vasco con la excusa de ETA. Algo que es normal, pero que resulta paradójico si tenemos en cuenta que Uriarte es un antiguo miembro de la banda. Fue condenado a muerte en el Juicio de Burgos, por ser uno de los que decidió asesinar a Melitón Manzanas (votó sí). O sea que, indirectamente, sus manos están manchadas de sangre. Aunque ahora esté amnistiado.

No quiero ser rencoroso. Es más, creo que todo el mundo tiene derecho a equivocarse y que, por eso, tenemos que perdonar y más cuando quien ha cometido el error, se arrepiente. Todos fallamos, es una evidencia. Y todos rectificamos, lo que nos hace sabios porque aprendemos de los errores. Sin embargo, lo que me parece miserable es mezclar al PNV con ETA.. Y Uriarte debe agradecer mucho al PNV, ya que con sus contactos vaticanos ayudó a que él y sus compañeros no fueran ejecutados. No es que el PNV sea intocable, pero fue el primero en oponerse a la violencia de ETA. El Lehendakari Leizaola decía que “los vascos no mataban”, tal y como recordó Ramiro Pinilla en una entrevista en Radio Euskadi. El Lehendakari Zarra hizo estas declaraciones cuando Uriarte y otros dieron el salto a la violencia. Uriarte, además, es el claro ejemplo de que ETA y el nacionalismo vasco tienen bastante poco que ver. Sino, ¿cómo entender que los polimilis acabasen mayormente en el PSOE?

Todos sabemos cuál es el propósito que mueve a Uriarte y compañía. Éste no es otro que deslegitimar, a través de la violencia, al nacionalismo vasco en su conjunto. Aunque sea mentira. Por eso, ya es hora de poner las cosas en su sitio. Nadie que haya empuñado una pistola puede darnos lecciones de ética. Y menos cuando, calumnia de por medio, se intoxica a la ciudadanía. Porque lo que uno no entiende es que este señor y otros, que dicen vivir algo parecido a una dictadura, hayan ostentado cargos institucionales o disfruten de columnas en diarios “oficiosos”. O que, conversión de por medio, se hayan convertido en altavoces de la libertad. De la suya, porque de la libertad de los demás ni acordarse. Como cuando militaban en ETA, sólo que sin tiros.

De la ley al hecho, hay un trecho

La reforma de la ley de Aborto propuesta por el Gobierno ha reavivado las discrepancias entre el Gobierno y la Iglesia. El nuevo texto, que aporta medidas concretas como la edad con la que la joven puede abortar sin permiso o una nueva ley de plazos, no gusta nada a la jerarquía eclesiástica que ha resucitado su discurso más sensacionalista. Las palabras del cardenal Rouco Varela, que alertó que la democracia corre el riesgo de convertirse en “una palabra vacía”, al igual que las campañas en nombre del “derecho a la vida” distorsionan el debate sobre la nueva ley. Esta nueva oposición, acompañada en ciertos casos de un boicot al aborto en algunos colegios públicos, muestra que la Iglesia no ha aceptado todavía la despenalización del aborto, que se produjo hace más de 20 años, ya que vuelven por enésima vez a la dicotomía aborto sí/ aborto no. Esta posición reaccionaria es también defendida por organizaciones conservadoras que han llevado a los antiabortistas a la calle, con el populista “no existe el derecho a matar, existe el derecho a vivir” como lema.

La existencia de estos grupos, defendidos por la derecha más conservadora, debe hacer reflexionar al gobierno. La refutación de los diferentes avances sociales conseguidos es un hecho, lo que debe dar que pensar en los ambientes más progresistas. Quizás sea el inmovilismo que caracteriza a la Iglesia y a un reducido círculo social, o quizás sea por que las cosas no se han hecho del todo bien, pero, es necesaria una revisión sobre estos temas. No es normal que haya una oposición social tan potente, acompañada en ciertos casos de boicot, cada vez que se propone una avance social. Puede que sea hora de que ciertos medios y movimientos suelten amarras de la Iglesia.

*Este artículo es para un trabajo de Taller de Escritura.

martes, 21 de abril de 2009

¿Lehendakari o Presidente López?

La próxima elección de Patxi López como Lehendakari del Gobierno vasco es casi un hecho. La designación de Arantza Quiroga como presidenta del Parlamento vasco es el reflejo de que el “cambio político” se está produciendo. Un hecho histórico, no sólo por su significado intrínsico, sino también por el simbolismo que conlleva. Que una mujer del Partido Popular sea presidenta del Parlamento es algo inusual. Más aún, cuando su partido es la tercera fuerza de la Cámara y ella es incapaz de hablar eusquera, a pesar de entenderlo. Pero no es el único cambio. Se comenta que López, en lugar de jurar su cargo en Gernika con la fórmula tradicional escrita por Ajuriaguerra, va a jurar la Constitución y que, además, el próximo Gobierno tiene la idea de cambiar el himno de la Comunidad Autónoma, lo que transforma dos símbolos tradicionales del autogobierno. Por último, se habla también de la próxima transferencia de las políticas activas de Empleo, algo que fue solicitado hace tiempo por los sucesivos gobierno vascos, pero que fue imposible de transferir y que llega ahora al revés por el “cepillo” socialista. Todo esto sin haber comenzado a gobernar.

El “Cambio” dicen por ahí, que es positivo para la normalización política vasca. Es un paso más, histórico para algunos, ya que un partido es mandado a la oposición después de 30 años de Gobierno. Es verdad, la alternancia es positiva, pero cuando hay una mayoría social suficiente detrás y, sobre todo, cuando ese cambio trae cosas buenas. Y más aún si en lugar de separar, se busca unir. El “Cambio” no puede sustentarse en olvidar el pasado, para construir un futuro a medida del ganador. Por eso, tengo un cierto miedo a qué pueda hacer el PSOE con el autogobierno vasco. Tengo miedo a que se pierdan los valores que ha traído el autogobierno vasco, bastante mancillado, por cierto, por los sucesivos gobiernos socialistas y populares en Madrid. Es en cierta medida la identificación con estos valores lo que, seguramente, hundirá o encumbrará al PSOE. Y es esa identificación, la que hace difícil que este Gobierno vaya por un buen camino. El PSOE y el PP han sido los artífices del incumplimiento estatutario. Pero también, en muchos casos, han sido cortapisas para la normalización del euskera. Los dos partidos no han asimilado, sobre todo sus bases sociales, que el euskera es patrimonio activo y vivo de todos, lo que convierte a la lengua vasca en una lengua propia de todos los vascos, sea cual sea la ideología política del ciudadano. Los partidos que van a sustentar el próximo gobierno tampoco han interiorizado que la Ertzaintza es la policía de los vascos y que es valiosa en la lucha contra ETA. Al igual que pasa con EiTB, han sido más de uno de los dirigentes de estos partidos que han puesto en duda la posición de la policía con ETA que los que han loado su labor o los que han criticado su partidismo.

El PSOE, próximo partido en el Gobierno vasco, se ha pasado estos 30 años desprestigiando el autogobierno vasco. A pesar de sus bonitas palabras, sus actos han sido chuscos. Empezando por el Estatuto y siguiendo por los símbolos del autogobierno, no ha dejado títere con cabeza. Y ahora, que tiene la posibilidad de manejar estos símbolos, quiere vender que lo puede hacer mejor que el PNV. Primero debe identificarse con ellos. Sólo falta que el Señor López diga que va a ser el Presidente del País Vasco, en lugar del Lehendakari de Euskadi. Es evidente que empezará como Lehendakari, pero a este paso, acabará como Presidente.

lunes, 20 de abril de 2009

Joseba Rezola, el padre de Radio Euskadi

Ayer en Ordizia, hace 109 años, nació Joseba Rezola. Licenciado en Derecho, pasó toda su vida al servicio del PNV, al que se afilió con sólo 14 años. En política, estuvo metido en el Gipuzku Buru Batzar, órgano del PNV en Guipúzcoa. Durante la Guerra Civil, organizó el Gudaroste, el ejército del Gobierno vasco, y fue el Secretario de Defensa del primer Gobierno vasco. Luego, en el exilio, fue el Jefe de la Resistencia vasca hasta su fallecimiento a los 71 años y vicelehendakari del Gobierno vasco en el exilio. Pero, para mí, hay tres momentos que sirven para definir su compromiso con su Partido, su Gobierno y su Causa.

El primero fue en 1937. Una vez perdida la Guerra en Euzkadi, tras la traición de Santoña, en el PNV se sortea quién debe partir al exilio y quién debe quedarse con las tropas. Juan de Ajuriaguerra, como organizador del pacto, exige quedarse con las tropas y Doroteo de Ziaurriz, presidente del EBB y de edad madura, es elegido para marcharse. En aquel sorteo, Joseba, al igual que Ajuriaguerra, pide quedarse al lado de los gudaris y entregarse a los italianos con ellos. Esta actitud le llevó a un consejo de Guerra que le condenó a muerte. El segundo momento es posterior a su condena a muerte. Rezola fue llevado en camión hasta Irun. No obstante, en San Sebastián se escapa en un tren y llega a Euzkadi Norte. Allí, se hace cargo de la Resistencia vasca y es nombrado Consejero Delegado del Gobierno vasco en el Interior.

El tercer momento, y el que más ha trascendido, a pesar de que casi nadie lo sepa, es Gure Irratia Ixila o Radio Euzkadi. Durante su presidio, Rezola pensó que el Gobierno necesitaba una radio como medio de propaganda. Y tras escapar de la cárcel, se puso en marcha en su dura tarea. Rezola, junto a otros burukides como Ander Arzelus o José María Lasarte, recuperó Radio Euzkadi en su segunda etapa. La efímera primera fue durante la Guerra y se radiaba desde La Galea en Algorta. La posterior fue emitida desde Euzkadi Norte de 1946 a 1954, hasta que el Gobierno francés sucumbió a las presiones franquistas. En esta etapa, Rezola ejerció de director, animador, “censor” (corregía los textos enviados) y acabó escribiendo la parte eusquérica de los programas tras la defunción de Arzelus. Era el padre y cerebro de la criatura. Una Radio que fue el referente de la Resistencia vasca y en la que participaron Manuel de Irujo o Xabier Landaburu, además de resistentes en el Interior.

Joseba Rezola fue, en definitiva, un ejemplo de abertzale comprometido con su País. Su lucha duró toda la vida y, a pesar que casi nadie conozca sus logros, Rezola está más presente en nuestro día a día de lo que pensamos. Radio Euzkadi fue un embrión del actual ente autonómico. Sin gente como Rezola, Durañona, Irujo o Inza en Venezuela, ésta no hubiera sobrevivido a 40 años de franquismo. Por eso, su ejemplo debe ser el que nos guíe en el futuro. Fue uno de aquellos irrepetibles que permitió que el Gobierno vasco y el PNV no desapareciesen en la larga noche del exilio franquista.

viernes, 17 de abril de 2009

Europa queda lejos

Esta mañana he tenido la oportunidad de seguir en TVE1 los “Desayunos” con Pepa Bueno. En los estudios de la Primera, se han reunido 3 eurodiputados; Elena Valenciano (PSOE), Luis Herrero (PP) y Josu Ortuondo (PNV), que han discutido sobre los temas que les proponía la presentadora como las declaraciones de Conde Cumpido o la edad de jubilación. Algo normal cuando acuden políticos a una tertulia, no obstante, me ha llamado la atención que hayan sido los europarlamentarios, en este caso, los invitados. Lo más normal es que pasen desapercibidos o sean ignorados por las cadenas, lo que luego lleva a los datos alarmantes de último Eurobarómetro. Según éste, las próximas elecciones europeas podrían tener una abstención altísima (66%). Hay dos causas que explicarían este fenómeno; por un lado, los europeos alegan que desconocen la función del Europarlamento (64% de los que no votarían), y, por el otro, que los europeos no tienen gran interés en los próximos comicios (53% de los europeos que han respondido a este sondeo). Con estos datos sobre la mesa, la Eurocámara se ha puesto manos a la obra y ha comenzado una campaña informativa para los europeos, en la que explica sus funciones y cometidos.

Estos resultados demuestran que Europa queda lejos y pueden, a la larga, provocar un desapego por el sueño europeo. Ese sueño que se forjó, para unir los intereses europeos y unir, también, un continente destrozado por la guerra. La Unión Europea, además de ser un tratado económico, también es un tratado social. Es llevar a la práctica, la imagen de un continente unido, que pueda hacer sombra a otras grandes potencias como Estados Unidos o China y, anteriormente, al mundo soviético. Una Europa de los derechos y las obligaciones, de la Seguridad social, pero, sobre todo, del Estado del bienestar que nos diferencia de nuestros compañeros norteamericanos. La Europa de lo público, que no distingue al pobre del rico, en definitiva, de la Justicia social. Pero la Unión Europea es mucho más, ya que pretende crear una identidad común, con unos símbolos comunes, que identifiquen a todos los europeos, sea cual sea su origen o condición. Europa es, en definitiva, la oportunidad para dejar atrás a los Estados y las fronteras, por el bien común. Por eso, ese futuro es el de los pueblos y regiones de Europa que si la construcción europea sigue su curso, hilando los reglamentos de las leyes, vaciará de soberanía a los Estados para dotársela a sí misma.

Y es ahí donde los vascos debemos tomar fuerza. Sólo quitando competencias a España, ya sea por Europa o por el Estatuto, seremos más soberanos. Tenemos, además, el deber de cumplir aquel sueño de una generación entera de patriotas que, mientras sufrían el duro exilio, montaban Europa desde la Democracia Cristiana. Quizás así acercaríamos Europa a los ciudadanos, ya que la Europa de los Estados queda muy lejos. Es nuestro deber, pues, invocar a los valores europeístas que guiaron a nuestros ascendentes políticos, para ilusionar a las generaciones provenientes con la idea de la Europa de los pueblos. Aunque quienes manden en el Estado sean europeístas interesados, no hay más que escuchar a Jáuregui, el proyecto merece la pena, ya que éste nos presenta la oportunidad de acudir a Bruselas sin tener que pasar por Madrid o París.

jueves, 16 de abril de 2009

Días vacíos

Las vacaciones son lo más esperado del curso. Es el tiempo de descanso y de ocio que nos ofrece de calendario. Días de goce en los que nos dedicamos a los quehaceres pendientes y al merecido o inmerecido descanso. Las vacaciones son, en definitiva, el tiempo para tomar aire y seguir adelante. Sin embargo, según se planteen no tienen por qué ser tan positivas. En el caso de que se aproveche para recargar pilas, son sugerentes, sin embargo, si uno está más solo que la una, son un petardo. El tiempo se hace eterno y los minutos pasa uno detrás de otro, sin tener un significado especial. Todos son iguales y caen encima. Pero, los siguientes son peores que los anteriores, ya que el aburrimiento es cuantitativo, eso es que cuanto más se aburre uno, peor es.

Lo peor, es pensar que esos días malgastados, podrían haber sido mejor utilizados. Aun sin saber cómo, la mente es traicionera y piensa que algo se podría haber hecho. Ésta compara, además, con años anteriores, llenos de diversión y divinizados, también, con lo que los demás tienen y uno queda frustrado. Más aún, si hace un bonito día y el vacío se hace más grande. Pero, estos días sirven también para reflexionar. Quizás ese sea el verdadero problema, ya que las reflexiones llegan a ser tan profundas que uno duda del sentido de la vida (si es que lo tiene) y se pregunta qué vendrá después. Se imagina posteriores semanas santas y veranos dando paseos solo, hasta un año encerrarse en casa y desaparecer poco a poco, consumido, por el aburrimiento. Comido por la mierda, vamos.

Es evidente que el humano, si no está ocupado, es una bomba de relojería. El vacío atrapa muy fácil a los débiles y los hace presa de sus angustias. Pero, también lo hace con los más fuertes. Esto es así. Y no quiero imaginar cómo será vivir solo durante toda la vida. Tiene que ser muy difícil mantener la cordura sin nadie que juzgue los actos cometidos. Más vale encontrar un entretenimiento o un propósito, porque cuánto menos se distrae uno, más vulnerable es. Odio estos días vacíos en los que malgasto mi tiempo vital en nada.

miércoles, 15 de abril de 2009

Resaca de Aberri Eguna

Las declaraciones de Aberri Eguna siempre hay que enmarcarlas en el contexto del día de la Patria vasca. Esta fecha es, desde hace más de 75 años, el día de reivindicación de quienes creemos en la nación vasca. Es el día en el que dejamos la realidad de un lado, para centrarnos en nuestras aspiraciones nacionales. Y es normal que los discursos políticos estén basados en la defensa de las unidad de las 7 provincias y del “derecho a decidir”, ya que son los pilares del nacionalismo vasco. Pero, aún hay medios que buscan intoxicar la celebración, mezclando el día con ETA o, afirmando que los partidos abertzales “se echan al monte”. Algunos olvidan o pretender obviar que la mayoría de los partidos políticos vascos desean que el pueblo vasco decida su futuro por sí mismo, algo que chirría en los medios afines al PP y PSOE y en su propia masa social. Por eso, no es raro que se intente descalificar esta fiesta, a la que se intenta vaciar de contenido y dar un tinte excluyente y hasta de “akelarre” nacionalista vasco, como si España no tuviera fiesta nacional, que se convierte en una exaltación patriótica (por cierto, bastante chusca).

Es lógico, pues, que se vuelvan como locos cuando se les recuerda que Euzkadi son más de tres provincias y que la ikurriña representa algo más que a una comunidad autónoma. Pero lo que carece de lógica es que intenten descalificar, también, las críticas de los nacionalistas al próximo Gobierno vasco. Los “constitucionalistas” aducen que quienes les critican, intentan desprestigiar a las instituciones vascas. Quizás olvidan que quienes primero las han desprestigiado han sido ellos, negándose, en primer lugar, a cumplir el Estatuto de autonomía, y, segundo, poniendo en duda el compromiso de las instituciones en la lucha contra ETA. Aún suenan en mis oídos las miserables palabras de Antonio Basagoiti, cuando afirmó que “EiTB daba bola a ETA” o las críticas a la Ertzaintza acusándola de ser “tibia” contra ETA, cuando ambas instituciones han sido blanco de la banda. ¿Qué hubiera pasado si un nacionalista vasco hubiera afirmado los mismo de RNE o de la Guardia Civil? Pero no sólo eso, sino que es también notorio que los partidos que van a sustentar el próximo Gobierno no se identifican con los símbolos de autogobierno. El PSOE y el PP no se sienten identificados con la Ertzaintza, EiTB o el concierto económico. Es algo evidente, ya que ambos partidos han denunciado el sistema de financiación vasco en otras comunidades autónomas. Y, más aún, si tocamos el tema del euskera. No hay más que ver quién es la presidenta del Parlamento.

Esta es, pues, la resaca de Aberri Eguna. Aunque la de este año ha sido más dura por haberse juntado con la composición del Gobierno vasco. Y es que, como no hay argumentos que sostengan su legitimidad social, los afines al nuevo gobierno se han dedicado a descalificar al nacionalismo vasco, en lugar de rebatirlo. Han apelado a la responsabilidad, al talante y a todo lo que se les ha ocurrido, mientras nos acusaban de irnos al monte. Hasta algunos han colocado, de manera sibilina, en el mismo nivel las críticas de los nacionalistas vascos y la amenaza de ETA al nuevo ejecutivo de López. Ya se sabe, a falta de argumentos, ¡buenas son las calumnias!

viernes, 10 de abril de 2009

La muerte de Cristo

En esta noche murió Cristo. Ocurrió hace unos 2000 años (más o menos) por Palestina. Es, en teoría, el día que se liberó a la humanidad. Se supone que Jesucristo murió por nosotros. No es lo que más me importe, ya que soy poco religioso. Es algo secundario. Para mí, lo más importante que nos legó Jesucristo fue una doctrina que aún sigue vigente. Unas ideas que, siendo o no creyente, deben ser un referente: el cristianismo. Esta filosofía está basada en el amor al prójimo, el respeto y el perdón. Son tres valores clave de la actual sociedad judeocristiana. Unos valores que, a veces ,están ausentes, pero que, en teoría, son primordiales para la convivencia. Unos valores que, quienes deben defenderlos, los olvidan. Hablo, evidentemente de la Iglesia, que ha olvidado que sólo con cuatros creyentes hay una. Una Iglesia que, en lugar de predicar a Cristo, se ha dedicado a manchar su obra. Aunque, en honor de la verdad, no toda la Iglesia es así. Sólo las altas esferas que parecen alejadas de la realidad.

Sería mentir, afirmar que toda la Iglesia es igual. Al igual que sería mentir, afirmar que todos los cristianos somos iguales. Porque, no lo somos. Hay muchos cristianos que no creen y otros que, creyendo, son peores que Satanás y viceversa. Y hay muchos que dan su vida por los demás. Pero no sólo eso, hay mucho cristiano ideológicamente hablando. Gente que cree en la justicia social, la igualdad y el respeto. Los que, por encima de clases, creen que los ricos deben ser menos ricos y los pobres menos pobres. Los que consiguen ir más allá de su odio y perdonan, aun no olvidando el sufrimiento. Los que en las guerras no aprovechan para ensañarse. Los que, a la postre, creemos que los hombres están por encima de las ideologías y de cualquier condición. Los que, creemos en el humanismo como forma de crear sociedad. Una sociedad humana, sin superiores ni inferiores, hecha por iguales. Los que, respetamos el derecho a la vida.

Somos, en definitiva, los que creemos que la sociedad debe ser justa y equitativa. Lo que hoy en día se define como demócrata-cristiano. Una ideología perdida entre el marasmo de utopías, lejos de los extremismos. Y es evidente que esa ideología que predicó Jesucristo hace 2000 años. Quizás no fue un profeta, ni sea hijo de Dios, pero sí fue un pensador y un político que supo ver que todos éramos iguales. Una pena que quien debía de defender sus ideas se volvió codiciosa. Si no hubiera sido así, quizá viviríamos en una sociedad mucho más justa. Por eso, creo que hay que recordarlo, tal y como lo haríamos con otros grandes ideólogos.

miércoles, 8 de abril de 2009

Aberri Eguna

El Aberri Eguna o día de la Patria vasca tiene su origen en el barrio de Abando de Bilbao. En un jardín, propiedad de los Arana Goiri, discutían allá por 1882 Sabino y Luis, en un domingo de resurrección, sobre política. Tras arduas disputas Luis hizo ver a Sabino que era vizcaíno y no español. Fue aquel día en el que Sabino descubrió que su patria era la vasca, que más tarde bautizaría como Euzkadi. Y definió que “euzkotarren aberrija, Euzkadi da” (Euzkadi es la patria de los vascos) con una bandera que era la ikurriña. Desde aquel día, el domingo de resurrección es considerado el día de la patria vasca. El primer “Aberri Eguna” se celebró en 1932 con una gran manifestación desde el Sagrado Corazón hasta la casa de Sabino Arana. Y así ha sido celebrado todos los años, algunos clandestinamente y otros en libertad, tanto por unos como por otros, ya que nadie pone en duda del valor de este día en el calendario.

Sin embargo, estos últimos años han surgido diferencias nominales. Los más radicales, el MLNV, hablan de Euskal Herria, mientras que otros defienden el volver a Navarra. El primer nombre tiene más aceptación que el segundo, puesto que quienes lo defienden son para algunos los guardianes de las esencias del nacionalismo vasco y para otros, una especie de hermano descarriado que suelta verdades. Pero, lo que todos parecen haber olvidado es que siempre hemos luchado por Euzkadi y que la hemos reivindicado como patria de los vascos desde los inicios del nacionalismo vasco. Y es algo que nadie puede falsear. Por Euzkadi lucharon y dieron su vida muchos vascos. Euzkadi era la palabra prohibida en el régimen de Franco, la que representaba nuestras ansias de libertad. Su exhibición estaba prohibida. Y lo más importante, Euzkadi era opuesta a Euskal Herria, que era un término cercano al carlismo, ya que esta palabra era meramente cultural. Jamás fue una palabra política, ni siquiera tenía bandera ni himno.

Pero los años pasan y las esencias se pierden gracias a mentiras y fobias. Muchos vascos celebran el Aberri Eguna pensando que su patria es Euskal Herria con la ikurriña en la mano y cantando Euzko Gudariak. De tal manera que afirman la patria vasca, pero niegan a sus fundadores. Una barbaridad histórica, ya que la ikurriña es la bandera de Euzkadi y el Euzko Gudariak el himno del Gudaroste y no del país. Ya pasó este año con la selección nacional y ya ha pasado con el himno, que fue pitado en el Camp Nou. Y es que es peligroso que hayamos delegado en otros las esencias del movimiento nacionalista, porque nos están llevando a olvidar nuestras propias raíces y a nuestro propio fundador: Sabino Arana Goiri. Por eso, es imprescindible dejar claro que el Aberri Eguna es la fiesta de la patria vasca; de Euzkadi.

Vacíos existenciales

Todo joven que se precie tiene durante su vida vacíos existenciales. Son fines de ciclos; tiempos de reflexión en el que se siente un vacío y uno se ve sin rumbo en esta vida. Uno pierde toda ilusión, se siente cansado, y mira al futuro como un simple paso de días, sin que éstos tengan algo especial. Son pequeñas depresiones que, normalmente, desembocan en nuevos ciclos vitales. Es lo que ocurre en esta vida, que no es más que proceso de aprendizaje en el que se solapan experiencias con ilusiones. Es la ilusión lo que nos acerca a la vida, ya que el día que perdamos nuestra meta, seremos hombres sin rumbo, que claudicarán tarde o temprano. Moriríamos por dejadez. Es el sino del humano; autoxigenarse.

La vida es una carrera dura de obstáculos, que no quiere decir que sea negativa, en la que a veces no se tiene ayuda. Por eso, hay que ser duro y saber sobreponerse a las caídas. Es imprescindible caerse para aprender de los errores, pero si uno no se levanta no puede avanzar. Y sin avance, no hay crecimiento y uno muere por sí mismo. Estancarse es fallecer. La característica principal del humano es su evolución. Un crecimiento que nos lleva desde el nacimiento hasta la muerte. Un proceso basado en el aprendizaje, que nos hace como personas. La experiencia es un grado. Sirve para poder resolver problemas. Es la lección. Lo que ocurre es que cuanto más creces, las lecciones son más duras y la capacidad de aprender más limitada. Los procesos son más lentos y la experiencia puede ser un agravante en el vacío. Más aún, si las ilusiones son menos perceptibles y más simples. Tengo pánico a desechar los pequeños placeres, pero más aún a perder la ilusión por vivir.

¡Qué fácil es morir, pero qué difícil vivir!

martes, 7 de abril de 2009

Mr. Moon

Era un joven taciturno y reservado, que se pasaba los días rellenando cuartillas para aliviarse. Era su vía de escape. Bolígrafo en mano, escribía hojas pormenorizando sus pensamientos, liberando sus angustias. Soñaba con un mundo mejor, un mundo más justo y más humano. Algo anodino para su edad. Nada extraño que diría aquel.

De familia usual, aprendió de su padre y de su madre. Creció rápido, amó despacio y padeció lento. Era uno de esos imprescindibles, de los que con su silencio afirma más que con sus palabras, de los que asevera con gestos y niega con miradas. Pasaba desapercibido, pero todos sabían que estaba ahí: presente. Era, además, reflexivo. Parco en palabras, las elegía cuidadosamente, quería siempre las más certeras. Las adoraba. Buscaba la concreción y la simpleza. Ser claro y conciso. Sus conocidos le decían inteligente y locuaz; de fácil palabra. Pero él deseaba ser más tranquilo y cambiar sus vicios. Era nervio, lo que le perjudicaba. Veía sus imperfecciones mejor que nadie. Se conocía muy bien.

Pasaba por épocas de acción y de pasión. Estaba cansado mentalmente. Su mente estaba en blanco, era incapaz de reflexionar. Sus pensamientos iban solos, sin meter ruido. Se había pasado Mr. Moon. Demasiada intensidad que provocó ansiedad. Aún sigue desanimado por su habitación oscura. “Son épocas”, piensa a la espera de una nueva ilusión. De mientras, admira al sabio y quiere aprender de él. Pero, cree que es una pena que haya tantos y que sea imposible sintetizar el saber. Mal de muchos, consuelo de pocos.

domingo, 5 de abril de 2009

Injurias sin castigo

El próximo cambio en el Gobierno vasco ha servido de acicate para que algunos deje su moderación a un lado y caigan en el extremismo más chusco con afirmaciones que se sitúan cerca de la injuria. Por poner un ejemplo, Antonio Basagoiti que había dado una imagen más bien centrada en campaña, se ha soltado la melena en estos últimos días. El líder popular soltó su primera bofetada en EiTB al presentador Aitzol Zubizarreta a quien escupió que el ente vasco “daba bola a ETA”. Una frase bastante desafortunada, más teniendo en cuenta los 100 kg de dinamita que puso la banda terrorista en la sede del medio de comunicación la pasada nochevieja. Pero, ni corto ni perezoso, Basagoiti afirmó más tarde que ahora “los de la escolta mandaban a la oposición a quienes no la tenían”. Debe haber olvidado que Balza, consejero de Interior en funciones, extrema sus medidas de seguridad y que Juan Mari Atutxa sigue amenazado. Así lo desvelaba El Correo hace una semana, aunque hoy haga un reportaje sobre la Ertzaintza.

Con el titular “La Ertzaintza, a la espera de un gobierno de amenazados por ETA”, el diario bilbaíno se dedica a criticar la política en materia antiterrorista del Gobierno vasco. Habla de las pocas detenciones de militantes de ETA, pero obvia que si la Ertzaintza está fuera de Schengen, por lo que, los agentes no pueden investigar en Francia, raíz de las actividades de ETA, lo que hace casi imposible la detención de cualquier comando. El artículo perfila también que los ertzainas esperan “una mayor implicación en la lucha contra el terrorismo, por cuestión de supervivencia”. Y defienden su afirmación con confesiones “off the record”. El Correo vuelve a obviar, otra vez, que ETA ha atacado a muchos ertzainas jeltzales. Joseba Goikoetxea o Montxo Doral eran militantes del PNV que fueron asesinados por ETA, lo que da una idea del compromiso jeltzale contra la banda terrorista. Un compromiso que, a pesar de no ser tan “efusivo” como el de otros, es mucho más sincero. Es muy fácil luchar contra ETA desde los artículos, que luchar contra ETA en la calle y con pocos medios para combatirla. Y más aún, si los medios de comunicación se dedican a injuriar el trabajo antiterrorista.

Porque durante estos últimos años las víctimas nacionalistas vascas han vivido en el ostracismo. Para muchos, éstas no eran “víctimas”, por el mero hecho de no comulgar con los ideales de quienes instrumentalizaron durante mucho tiempo el nombre de esta pobre gente. Es más, eran cercanos a sus verdugos. Algo que, si era dicho en el sentido opuesto, era sinónimo de calumnia y paliza mediática. Es hora de sacar a nuestras víctimas para que digan que el nacionalismo vasco no tiene nada que ver con ETA. Sin utilizarlas como animales de circo, sino como defensores del humanismo que ha caracterizado al nacionalismo vasco durante toda su historia. Es hora de hacer pagar injurias y calumnias. Debemos limpiar nuestro nombre.

Defendamos a Izaskun Bilbao

Las alabanzas de Arantza Quiroga a Izaskun Bilbao me han molestado de sobremanera. Serán sinceras, pero me suenan más a lisonjas que a un afecto certero. La antigua presidenta del Parlamento vasco ha sido ensalzada por todos los grupos de la cámara, salvo EHAK, por su trabajo parlamentario. Pero, a pesar de ello, no ha salido elegida esta legislatura, aun representando al partido más votado y con más escaños. Cabe recordar que han sido el PP y el PSE-EE, los que más han aplaudido el trabajo de la de Bermeo, o por lo menos, los más efusivos. Sin embargo, han sido ellos quienes le han impedido repetir cargo. Es más, han elegido a alguien para su puesto que representa todo lo contrario. A priori, Quiroga, según sus propias palabras, representa al ala más conservadora del PP. Algo poco halagüeño, aunque no quiere decir que vaya a ser una nefasta presidenta. Pero, Izaskun Bilbao ya no será presidenta. Quizás algún día sea Lehendakari o parlamenta europea, pero ahora mismo es otra parlamentaria vasca más. Sin peso específico, que yo sepa.

Es curioso que los dos políticos más adulados por los “constitucionalistas”, por no decir “nacionalistas españoles”, se encuentren ahora mismo en fuera de juego. Primero, fue Imaz. El de Zumarraga acabó quemado por la gran campaña que hizo el mundo del MLNV en su contra y porque los valores, nada despreciables, que predicaba no eran respondido con hechos. Su “transversalidad” y pragmatismo quedó en agua de borrajas por la inoperancia del Gobierno central y del PSOE. Y su personalidad política, de una valía extraordinaria que sólo se valorará con el paso del tiempo, quedó diluida. Murió ahogado por la “pinza” que hicieron PP y PSOE con el MLNV, que le envió a Estados Unidos. Ahora le toca a Izaskun Bilbao que, aunque no ha quedado tan quemada como el anterior, deberá buscarse otra salida. Igual que le pasó a Atutxa, que ahora está inhabilitado, que fue en su día “héroe”, para ser “verdugo”. E igual que pasará a cualquiera que intenté romper moldes dentro del nacionalismo vasco.

Por eso, creo que desde la militancia y la afiliación debemos cerrar filas en torno a Izaskun Bilbao. Porque es necesario blindar a nuestros representantes y dirigentes, ya que están constantemente expuestos a las lisonjas o insultos vertidos desde los medios críticos con el nacionalismo vasco. Hacer igual que con Ibarretxe que, a pesar de que al principio no era el candidato de todos, acabó siéndolo por unanimidad. Creímos en el proyecto. Y es que tenemos que pensar que el Partido vale más que nuestra simple militancia, porque éste permanecerá una vez que nosotros estemos retirados. El debate interno es imprescindible, pero nunca debe llevar a enfrentarnos entre nosotros. Nos debilita.

Somos un grupo heterogéneo que tiene un mismo objetivo: liberar a Euzkadi. Defendamos a Izaskun Bilbao, porque lo merece.

sábado, 4 de abril de 2009

Es hora de soñar

Dicen que cuando somos jóvenes, nos dedicamos a soñar. Que no estamos con los pies en el suelo, que volamos por el cielo pensando en un futuro precioso. Quizás por eso, nos pegamos un golpe tremendo mientras que crecemos. Todo lo que se ha subido, se baja. Y claro, hay gente que no lo soporta y se tira por la ventana. Es algo estúpido, porque la vida es tan larga, que da muchas vueltas. Nunca sabes, a ciencia cierta, que puede pasar. Se puede predecir, hay cosas probables y azarosas, pero jamás se puede saber qué pasará. La fortuna es caprichosa.

Yo sueño. Quiero ser alguien en el mundo del periodismo. Para eso estudio. Me gustaría tener mi columna de opinión o hacer análisis en algún periódico. Pero, claro, si quiero llegar hasta arriba, tendré que empezar a escalar. Y la escalada comienza en la falda de la montaña. La cima, encima, no suele estar en línea recta y hay que dar varios rodeos para arribar. Por eso, interiorizo la idea de que tendré que ganarme el puesto. Con tesón y arduo trabajo, ya que para llegar tan arriba, hay que demostrar valía. No valen enchufes, hay que demostrar algo. Sobre todo, si quieres ser tomado en serio. Porque no creo que para alguien que estudia para ser periodista, o alguna profesión del gremio, le interese ser recordado por sus nefastos artículos o trabajos. Por lo menos, en teoría.

Es hora de soñar, sí. Vivimos la época anterior a la amargura realista. Estamos saliendo del cascarón, saludando a la vida real. Y para que el golpe sea menor, hay que defenderse. Es imprescindible combinar sueños con la realidad. Saber dónde acaba uno y empieza otro, y sobre todo, no dejar que ninguna de las dos dimensiones te atrape. De ilusión no se vive, pero soñar sirve de algo.

miércoles, 1 de abril de 2009

Cuando cayó el Viejo Mundo

Recuerdo aquel 1 de abril de 2005. A la mañana, había jugado un partido de fútbol en el que un compañero resultó lesionado. Ganamos el partido, sin embargo, mi cabeza estaba en otra parte. Mi mente estaba en lo que a la tarde iba a acontecer, una esperada despedida, una liberación rotunda. Aquel día fue, entre llamadas y playa, el fin del Viejo Mundo. Fue el día que se corroboró mi salida del seguro mundo de mi infancia. Una fecha, con un acontecimiento, que marcó una línea entre mi infancia y mi adolescencia. Era un mundo con amigos fijos, sin demasiada incertidumbre, donde se vivía cómodo. Como Cándido en su castillo de Thunder-ten-tronckh, habitaba en el mejor de los mundos, sin preguntarme nada. En la intrahistoria, con una existencia eterna, mientras pasaba el tiempo. Era de dónde venía y dónde estaba. Sin moverme. Rodeado de los míos, que en ciertos casos, me distraían o llenaban mi vacío existencial. Vacío que durante un tiempo se ahondó, como pasa siempre que se sufre una pérdida.

Eran días de lecturas que cambiaron mi vida. Estaba influenciado por las contrautopías de Orwell y Huxley. Comprendía, en cierta manera, a quienes habían renunciado a su sueño de juventud. Era un idealista, de convicciones claras, que eran opuestas a las de muchos de mis amigos. Éstos, eran más bien izquierdistas con un disimulado poso españolista, escondido tras un espejismo apátrida. Gente culta, representantes claros de la burguesía intelectual que estudiaba en mi colegio. Parejos a mí y con inquietudes parecidas. Aunque yo nunca me reconocí izquierdista ni españolista. Yo era lo que de nuevo soy, un abertzale. Chocaba, pero me complementaba, a pesar de sentirme un poco de lado. Era un electrón libre, tal y como me dijo una vez un profesor. Pero mis inquietudes intelectuales estaban muy unidas al euskera. Empecé a leer en esta lengua, algo costoso al principio, y a estudiar de forma autodidacta, sin demasiada profundidad, a los diferentes autores. Gabriel Aresti y Joseba Sarrionandia fueron los que más leí, en parte, gracias a la música vasca y a Internet. Fue también un año en el que conocí a un grupo que me tiene aún enganchado: Kerobia. Su música y sus letras influyeron mucho en mi posterior en persona.

En mis ratos libres, me dedicaba a escribir poemas en euskera, bastante flojos, y alguno que otro en castellano. Era lo típico de la edad, lo que también hacían otros amigos míos. Aunque casi nadie los leía. Pasábamos mucho tiempo discutiendo como si fuéramos un grupo de intelectuales, mientras que éramos un grupo de niños jugando a mayores. Hablábamos un poco de todo, arreglando el mundo. Fue ahí cuando empecé a decepcionarme con quién me rodeaba. Yo tenía unos principios claros, que intentaba seguir fielmente. Eran parecidos a los de los demás, sin embargo, ellas no los cumplían. ¿Cómo alguien que se considera feminista puede ir a un guateque de Club masculino? Fue esa incoherencia, entre otras, la que evitó que yo fuera de izquierdas. También mi aita influyó, ya que se dedicaba a machacar cualquier ensoñación revolucionaria. Ese realismo me ayudó mucho a madurar, si es que lo he hecho. En pocas palabras, era un Pío Baroja entre Sartres y Beauvoires. Yo era escéptico con la revolución, además de creyente religioso. Lo bohemio, encima, me repugnaba. Los bohemios representaban para mí a los que viven del aire. Los que se creen que de poesía se puede vivir. Yo me reivindicaba realista.

Esta decadencia transformó mi personalidad. Yo era optimista y jovial, y me convertí en pesimista y solitario. Quise encerrarme para protegerme y reflexionar en lugar en el que me sintiera cómodo. Buscaba rincones donde leer o reflexionar. Yo, que era dicharachero y bromista, me volví taciturno y hasta algo oscuro. En definitiva, yo decidí ser anacoreta, algo a lo que, por suerte, jamás llegué. No sólo eso, también me convertí en altavoz de mi conciencia. No me arrepiento de haber dicho lo que dije, pero mi falta de mano izquierda me alejó de quienes hasta entonces eran mis mejores amigas. Lo que en el fondo me dio pena fue que una amistad tan profunda, acabase de esa manera: con indiferencia mutua. Ellas decidieron tomar un camino que a mí me disgustó. Yo no quería madurar de esa manera, la cual he juzgado en repetidas ocasiones. No les culpo. Cada uno es vástago de su contexto, y el mío era completamente diferente al suyo. Yo lo estaba pasando fatal, mientras que ellas crecían.

No voy a seguir recapitulando. Aunque hoy sea un día de recuerdo, creo que no es positivo quedarse anclado en el pasado. Está bien recordar de dónde viene uno, pero la vida sigue adelante. Es curioso que 4 años después de que cayese el Viejo Mundo, casi nada siga en pie. Mis amigos son fruto de aquellos días y mi relación con la gente de mi clase, salvo honrosas excepciones, es circunstancial. Ya no tengo nada que hablar con ellos, no por fobias o rencores, sino porque sólo nos une el pasado.

Aquel primero de bachiller cambió mi vida. Me hizo ver cosas inimaginables en otros días. El dolor me unió con amigos que aún conservo. En fin, lo peor y lo mejor, pero todo pasó muy rápido. En poco tiempo, todo dio un giro de 180 grados. Hoy, 4 años después del fallecimiento de mi Abuela, me acuerdo de ella tal y como lo hice aquel 1 de abril de 2005. Fueron días duros, pero las personalidades se forjan así.


Altseu eurrera
jausten garen bakotzien
pentseu,geroan
esperantzan bixi dala.


Gatibu (Ez dot siñisten)