Se
van los 30 y empieza la treintena.
Martín
está contento
con Gaizka Garitano. Dice que quizás no proponga el juego más
vistoso, pero sí el más efectivo teniendo en cuenta qué equipo
tiene. Es
una lección extrapolable a
otros ámbitos de la vida,
uno
debe saber lo que tiene y jugar con ello.
Cuando
no sabes atacar lo
fundamental es
defender bien, todos juntos y sin dejar espacios. Siempre te pueden
colar un gol, pero
no te
vienes abajo.
Te
conoces y sabes que si haces las cosas bien, es probable que salgan
bien. La
radio es un ejemplo: después de un montón de años
escribiendo
le han llamado
para participar en un programa.
Martín
disfruta
mucho y
piensa
en el futuro,
porque todo el mundo sabe que una puerta puede abrir otra y hay
llaves que abren muchas cerraduras; una
de ellas el trabajo bien hecho.
El
camino hasta la radio no
ha sido siempre fácil, pero sí sido instructivo y divertido. Tras
horas
y horas de lectura y escritura; de
crítica y autocrítica,
sus
artículos e intervenciones han
ido pareciéndose a cómo
es él.
La
receta ha sido sencilla: explotar
sus recursos y corregir
sus
taras, nada
de otro mundo.
Gracias
a ello,
Martín
tiene un estilo reconocible.
También fuera de la radio.
Uno
recibe lo que da y eso se ve en los detalles. Por
eso, ahora
le toca pensar en ser
más ambicioso, en meter
goles. Eso sí, sin ideas es difícil construir nada y ese debe ser
el objetivo de 2020.
Vivir
de no hacer aguas te condena al empate, fuera
de San Mamés lo hemos visto muchas veces, y
eso, en
un mundo tan competitivo como el nuestro, te
deja
fuera
de muchas cosas.
Mientras
hablo con Martín, se
agota 2019 un año con un montón de recuerdos. Ha sido el de los 30,
American Pie, la despedida asturiana y la “boda gitana” con gol
de Aduriz y Mari Jaia, Zarautz y Santo Tomás, pintxopotes varios y
variados, todo
tipo de conversaciones, fiestas
de la calle 2 de mayo, desfases
varios
y otra boda. Se ha terminado Berri Txarrak (¡nos
hacemos mayores!),
ya no queda nadie en Madrid, se
ha quemado Notre-Dame,
han nacido algunos y han muerto otros
y la mayoría nos mantenemos
en buena forma.
He aprendido a hacer carteles y me
han quitado una verruga feísima
detrás
de la oreja.
Casi
nada.
Quedan
algunos debes, pero nadie es perfecto y,
además, este
año
no da para más.
A
estas alturas del partido, sólo
nos
queda
mirar al 2020 y pedirle lo de siempre: salud, buenos momentos y
seguir creciendo.
¡El
flequillo vive, la lucha sigue!
¡¡¡Feliz
año nuevo!!! Urte barri on!!!
–--------
Un
disco: Batzen-
Beti Mugan (1992-1998)
Un
mes: 13 al 19 de agosto
Afición:
Hacer el indio
Un
concierto: Berri Txarrak Kobetamendi/ Raphael en Miribilla
Una
frase: “A
partir de las 2 sólo bebí agüita”