lunes, 29 de junio de 2009

Tiempo de cambios

La vida es un continuo movimiento. Por mucho que nos empeñemos en dividir la vida en cachos, ésta no para hasta que acaba con nosotros. Somos jóvenes, niños, adultos, mayores, pero somos. El tiempo pasa y vamos cambiando sin darnos cuenta. Si nos hiciéramos una foto al día y las mirásemos durante un mes veríamos que hemos cambiado bastante en un simple. Pero como vivimos apegados a nosotros mismos y no nos fijamos en nuestros detalles, pensamos que seguimos igual. Sólo a veces, al mirar atrás, nos damos cuenta de que hemos cambiado, pero tendríamos imposible decir cuándo lo hemos hecho. Es como que es imposible delimitar en qué momento estamos dormidos y en cuál despiertos; son procesos.

Y a pesar de que estemos en un cambio continuo, hay épocas en las que éstos son mucho más notables. Son momentos en los que estamos perdidos, desequilibrados y no encontramos nuestro sitio en el mundo. Estamos nerviosos, fuera de juego y sin una ilusión concreta. Son los momentos en los que reflexionamos sobre nuestra existencia, damos vueltas a qué queremos hacer con nuestra vida y a cómo queremos hacerlo. Es cuando notamos el vacío existencial que rodea a nuestras vidas, que las quita el sentido absoluto que tiene y la vuelve relativa. Pensamos en el sentido que tiene nuestra vida y que, por mucho que lo busquemos, no lo encontraremos. Está en nosotros mismos y depende del que nosotros le demos. Quizás no estemos aquí con algún sentido, pero hay que intentar disfrutar y para eso hay que encontrar un sitio para cada momento. Vivimos en movimiento, por lo que nada es para siempre, ya que todo fluye.

viernes, 26 de junio de 2009

Rebuscando por ahí

Ayer rebuscando entre libros que había leído hace un tiempo encontré este manuscrito. Estará escrito allá por finales de 2005. Deduzco la fecha por lo que está escrito en la hora cara. No es que sea nada especial, pero me he quedado asombrado de lo que escribía aquel entonces. Es una pena que ahora no escriba muchos sobre el pensamiento y el lenguaje, un tema que me tuvo absorto durante mucho tiempo. A ver qué os parece, no es que sea una maravilla. Pero tenía 16 años y estaba cayendo el Viejo Mundo.

Me dirigí por aquella estrecha calle de aquel estrecho barrio pensando que es estrecho el pensamiento. Puede que sea cierto que las palabras cerquen nuestro pensamiento y sólo dejen estas palabras que contemos una mínima parte a los demás guardando lo esencial, el quit de la cuestión, para nosotros mismos. Entonces es cierto que una imagen vale más que mil palabras. También es cierto que las palabras sirven para comunicarnos, pero en el fondo estas tienen trampas, pequeños recovecos de dónde salen sigilosamente los dobles sentidos. Eso quizá es gracias a la lengua hablada, que modifica los dobles sentidos de las palabras. Por ejemplo, ya casi nadie recuerda que el sentido de “villano” no es “malhechor”, sino “habitante de la Villa” (como la de Bilbao o Miravalles). Aunque es cierto que la lengua hablada evoluciona, crece, muta pero nunca debe olvidarse de sus raíces porque en ese caso, no había nexo de unión firme y permanente con el lenguaje escrito de antaño, que todavía ignoraba los dobles sentidos o que quizá ha quedado un poco arcaico. No confundamos modernizar con olvidar, o modificar con borrar, de facto, tampoco olvidemos de que la Lengua formamos parte todos y, por reciprocidad, forma parte de nosotros”.

jueves, 25 de junio de 2009

Casi de vacaciones

Ya estoy casi de vacaciones. Queda muy poquito para el tiempo libre absoluto. Un valioso período para recuperar las fuerzas y el sueño perdido, un tiempo para ilusionarse y, sobre todo, desconectar de la dura realidad. Este año ha sido especial, porque he tenido mi primer trabajo medio serio y he aprendido mucho de ello, además de otras cosas. Cada vez estoy más seguro de que no existe una verdad absoluta, bueno eso ya lo sabía, pero ahora lo he notado. Son cosas que pasan. También he empezado a ver lo dura que es la vida, la miseria que hay, los odios infundados y el egoísmo. Son cosas que sabía que existían, que ya había visto con anterioridad, pero que no tenía tan presentes. He conocido también el estrés y el vacío existencial. ¿O los he recuperado? Son cosas que nos pasan a todos, aunque seamos incapaces de reconocerlo o de verlo. En el fondo nos parecemos más de lo que pensamos.

Este año ha sido también de un gran avance intelectual. He leído y he escuchado muchas cosas muy interesantes, que pienso que me han ayudado a desarrollar mi mente. Son muchos libros y muchos artículos los que he leído a lo largo de este año. Y espero que en verano sean más, aunque me gustaría que fuesen más del tipo novelesco que de Historia o política. Hay que desintoxicarse de la realidad, por lo menos un poco. Además, hay que retomar viejos hábitos pseudofilosóficos, más parecidos al desvarío juvenil, que perdí hace tiempo. Este año he echado de menos esas conversaciones sobre la vida que tenía en años anteriores. No es que no las haya tenido, pero no han sido en la misma clave. Eran en otro lenguaje, diferentemente cifrado y rodeado de secretismo, que las hacía más ambiguas. El hecho de hablar sobre esas cosas con gente que conoces de hace poco tiempo las envuelve en una bruma que te aleja a la vez que te acerca a la persona.

En fin, casi de vacaciones y con tantos proyectos. No creo que pueda ejecutar todos, pero a ver si por lo menos estoy entretenido. Creo que esa es una de las funciones fundamentales del hombre: el entretenimiento. Cuando uno se aburre le da vueltas a la cabeza y se pregunta cosas tan trascendentales, cuyas respuestas (si las hay) no suelen ser las que uno quiere oír. Son preguntas imprescindibles, que hacen mucho daño. Por eso hay que estar entretenido, para obviarlas e intentar ser lo más feliz posible sin convertirse en un inconsciente.

lunes, 22 de junio de 2009

Protestamos contra ETA

El sábado por la tarde fuimos muchos los que nos acercamos a la manifestación contra ETA convocada por el Gobierno vasco. Fuimos muchos los que fuimos a protestar contra la última barbarie de un grupo terrorista que está abocado a la marginalidad política y social. Fuimos para mostrar nuestra repulsa y asco al asesinato de ciudadano. No fuimos a dorar la píldora a Patxi López, porque no era un acto político, sino un acto de humanidad. Aunque la viuda lo convirtiese en un mitin político, por sus alocuciones a favor de la dispersión de los presos de ETA, aunque algunos confundiesen intencionadamente su deseo de legitimar socialmente el Gobierno López con la deslegitimación de ETA. Hubo quienes, con un discurso demagogo, hablaron del “fin de la legitimidad de ETA” y de la “reciente unión de todos contra ETA” y separaron a los “vascos asesinos” de los “ciudadanos”, como si viviésemos en dos galaxias distintas. Mintieron quienes afirmaron esto y están engañados quienes lo creen. Con Ibarretxe en el Gobierno se convocaban las mismas manifestaciones, sólo que había quién las boicoteaba o silenciaba por miedo a que el Pueblo vasco y el español, en su mayoría absoluta, se diesen cuenta que los nacionalistas vascos estamos contra ETA. Y, además, eran más sobrias, ya que no eran plebiscitos políticos, sino protestas públicas. Pero se ve que ya no respetan ni a los muertos, si es que una vez se respetaron. Quién debe dinero a muchas viudas de asesinados, quien promete paz en el 2011 y quién niega que hay otra gente que también sufre la barbaridad de ETA, amén de otras, no tiene derecho a apropiarse del dolor ajeno y menos de criminalizar otras ideologías.

¿Dónde está Egiguren? ¿Estará hablando con Otegi?

viernes, 19 de junio de 2009

ETA KANPORA

Gaur ez dago hitzerik. Halako egunetan soilik lasaitzaeak balio du. Bestela, zoro bueltatuko gara. Ezin dut ulertu nola hil dezakeen polizi apal bat, ezta nola joka dezakeen pakearekin. Nik uste Egiguren-ek pakearekin jolasteari utzi behar diola. Egin behar du, baina ez du egingo. Halaber, Ertzaintzaren laguntza ezinbestekoa da. Nork daki, baina atentatu hau eragotzi zezakeen.

Halako egunetan ENAM-en joku zikinarekin akordatzen naiz. “Non da Jon?” galdetzen dute euren askatasuna aldarrikatzen duten bitartean. Eurena bakarrik, besteok ez dugulako ezertarako balio.

Animuak ta aurrera beti.

GORA EUZKADI ASKATUTA

PD: Parkatu nire euskera maltzurra.

jueves, 18 de junio de 2009

Vale más una medalla que una vida

Así de duro y de tajante. Vale más ponerse una medalla al mérito que detener a gente de ETA. Vale más que te condecoren, salir en los medios con la sonrisa, que luchar eficazmente contra ETA. Es así y quien lo dude es ingenuo. Es más, cuántos más comandos o jefes desmanteles mejor. Serán más medallas y votos (aunque sean unas mentiras más grandes que Rusia). Y que no lo haga el vecino, que eso quita puntos. Mejor dicho, que no pueda hacerlo el vecino no vaya a ser que se de cuenta la opinión pública que juegas con el terrorismo como baza electoral. Que sigan matando ertzainas, que nosotros diremos que no “han sido” lo suficientemente duros contra ETA, mientras encendemos un pebetero ya encendido para salir en la foto y “homenajearles”. Les pondremos entre la espada y la pared y les convertiremos en los chicos de los recados. Eso sí, de los buenos recados, porque ahora que mandan “los buenos” en Ajuria-Enea, que tendrán derecho a información más “ágil” por parte de las FSE.

Esto quiere decir que antes no había información fluida. Algo que en cualquier país del mundo sería catalogado como un escándalo, pero que en Euzkadi y en España es lo más normal del mundo. Tan normal como inventarse una fuga de presos de ETA que no tiene pies ni cabeza. Y estas desfachateces con la connivencia de los medios de comunicación, que doran la píldora al poder, porque saben que ETA es una forma fácil de neutralizar al nacionalismo vasco. Es mezclar lo uno con lo otro, con grandes dosis de demagogia y un cuerpo de periodistas en modo funcionario, y la opinión pública está convencida de que Ibarretxe escondía una metralleta debajo de la mesa. Porque lo que ha habido que leer en estos últimos meses es para mear y no echar gota. Parece que con la llegada de Patxi López Euskadi va a ser algo parecido al paraíso. Se va a abrir la Ría y va a brotar maná. “Llega la democracia”. Increíble, la verdad. Esto es todo menos serio.

Ustedes quédense con una idea, es más importante colgarse la medalla que ser eficaz contra ETA. Porque, total, ya vendrían los medios a acusar a la Ertzaintza de connivencia con el terrorismo o de imponer el euskera, mientras que Egiguren habla con Otegi sobre el futuro de los vascos. Y con sangre de por medio, seguro. A saber qué es lo siguiente. ¿Otro insulto a la inteligencia?

miércoles, 17 de junio de 2009

Volvemos a la carga

Tras este impasse por los exámenes, volvemos a la carga. Ahora con más tiempo, pero con menos materia gris. Han sido duras estas últimas semanas llenas de estrés, buen tiempo y de papeles. Se abre una nueva época, más relajada, pero con papeles que estudiar. Pero también con otros proyectos inalcanzables que, ¿quién sabe?, quizás se materialicen. No pienso hacer ninguna locura, sin embargo, espero estar entretenido. Con 20 años hay que estar “a tope con la chavalería”. Hay que disfrutar el momento, probar nuevas cosas... Son también de tiempos de lectura y reflexión ponderada. Soy así de bipolar. Me gusta la marcha, ya sea física o mental. Desde pequeñito he ido desarrollando ese gusto por la sabiduría y el pensamiento, que me ha traído algún que otro mal trago. Sobre todo, por decir lo que pensaba y por darme cuenta de no soy más que un colgao. Sí, un bicho raro.

Sé que lo políticamente correcto es ser culto, pero la realidad es mucho más terca. Los que leemos sobre temas de actualidad, profundizando, somos catalogados como frikis o bichos raros. Es más normal saberse la talla de pecho de la última tíabuena de Operación Triunfo, que saber quién escribió el Juramento de Aguirre. Aunque se discuta parecido sobre ambos temas (últimamente). Unos dirán que es culpa de la tele, otros diremos que es culpa del sistema. Pero al final, por H o por B, seguimos en la misma inopia. Y así vamos. Con contertulios de barra de bar y articulistas a sueldo, que sermonean sin tener ni puñetera idea o peor, teniéndola y malmetiendo. Si al final es verdad que tenemos lo que nos merecemos. Por ejemplo, un ministro se inventa una “supuesta fuga” de presos de ETA y no pasa nada. En cambio, Cristiano Ronaldo ficha por el Real Madrid por 94 millones de euro y se abre un debate ético.

A veces uno se da cuenta de que la sociedad en general va mal. Lo hace después de leer un par de libros sobre el tema y de escuchar punk guarro. Ve que los políticos pasan del pueblo que les vota, que nadie escucha a quien debe hablar, que la gente no sale de su burbuja, que va enganchada a su Ipod como si lo que ocurriese alrededor fuese ajeno. Uno se da cuenta de que da igual todo si se tiene un coche o un polvo que echar. Como si pudiésemos despreciar la herencia cultural que nos cedieron los que se dejaron la piel para que nosotros viviésemos mejor. Como si pudiésemos olvidar que sin una mente sana no hay un cuerpo sano. Se ve, en definitiva, que tira más el corazón que la cabeza, pero también que luego negamos ser animales. Somos así de egoístas. Por eso nacemos de uno en uno, ¿no?

Lo dicho, volvemos a la carga (ahora suena la típica guitarra eléctrica).

miércoles, 10 de junio de 2009

El espíritu crítico en el 2044

Hace bien poco, creo que el día 8, se cumplieron 60 años de la publicación de la contrautopía 1984 escrita por George Orwell. Esta novela era una crítica feroz al sistema soviético, que se basaba en el control ciudadano, aunque con un toque futurista, ya que esta vigilancia era hecha por cámaras y con micrófonos. La sociedad que describía el escritor británico estaba sojuzgada a un poder omnipresente, que entraba en la vida privada de sus ciudadanos y seguía todos sus movimientos. Además, este poder manipulaba el pasado, para poder controlar el presente y el futuro, en una clara alusión a aquella foto de la que Trotsky fue borrado por Stalin. De hecho, reducía el vocabulario hasta llegar lo más primitivo, lo que impedía expresar ideas complejas. La fuerza de este poder residía, además, en su capacidad de sugestión, puesto que eran los ciudadanos mismos los que se autocensuraban (hasta dudaban de su memoria), mientras se creían felices en una sociedad que negaba su capacidad de razonar, lo que, por ende, les convertía en “demás” animales.

Algo parecido nos ocurre estos días. Nosotros, me incluyo, estamos “invadidos” por la tecnología. Ahora todo tiene un chip o algo electrónico, que almacena datos que muchas veces describen nuestros comportamientos. Esto no tiene por qué ser malo, ya que puede ayudar a estudiarnos, pero su mal uso, algo cotidiano entre humanos, puede condicionarnos hasta un punto impensable. Que alguien sepa qué páginas visito y pueda hacer un rastreo de mis itinerarios electrónicos no es algo que me guste. Es más, me preocupa, porque atenta contra mi privacidad. Porque una cosa es que la policía tenga acceso a esos datos para actuar en el caso de que hubiera un problema, pero otra bien diferente es que lo hagan compañías privadas o hackers con fines “disolutos”, encima sin pedir permiso. ¿Qué pensaríamos si un tipo hiciera lo mismo por la calle? Pero esto no es lo que más me preocupa, ya que es algo que, por desgracia, no depende de nosotros. La tiranía del mercado y del capital es tan poderosa que no tiene contrapeso. Quien tiene dinero, tiene poder. El problema se presenta cuando son esos grupos quienes te venden la información y los valores. No olvidemos que en la actualidad vivimos mediatizados por los medios (valga la redundancia) y que mucho de los que emiten lo asimilamos: desde frases hechas a gestos. Y lo asimilamos inconscientemente, como si de algo natural se tratase. No hay más que mirar fotos de jóvenes, somos los más vulnerables, para darse cuenta de la influencia de la tecnología comunicativa.

Por otro lado, la educación parece que quiere moldearnos en base a las exigencias del mercado. Es una actitud loable, pero hasta cierto límite. Es cierto que la Universidad y la vida laboral deben estar conectadas, pero no tiene que influir eso en nuestra formación. Además, son cada vez más alumnos los que estudian carreras científicas, lo que nos ha relegado a los de letras a un segundo plano. Debería ser una coyuntura, pero creo que es estructural. Y, encima, están fomentadas socialmente, lo que puede ser peligroso a la larga. Una sociedad demasiado técnica es una sociedad que puede convertirse en moldeable. Sin que haya una masa crítica de gente crítica (valga otra vez la redundancia) es imposible detener cualquier tentativa totalitaria. La opinión pública es moldeable. Y para evitar eso se necesitan carreras en las que se aprenda Historia, Filosofía, Geografía o Economía, para que así los ciudadanos entendamos por qué pasan muchas cosas. Es necesario, además, que el ciudadano sea capaz de sacar sus propias conclusiones de lo que atañe a nuestra vida común. Uno puede pasar de la política, pero ésta no pasa de él. Al igual que la economía u otras materias en las que todos deberíamos tener ciertos conocimientos (es imposible ser docto en todo) para poder entender y criticar las medidas que nos conciernen.

Es imprescindible una sociedad preparada y crítica para afrontar el futuro. La sociedad actual está adormecida en sus luchas materiales sin tomar en cuenta otras abstractas. La homogeinización del pensamiento individualista y la tecnificación excesiva ha permitido que algunos de los derechos adquiridos tras largas luchas sean podados. La privacidad está cada vez más restringida, gracias a nuestra complicidad. Las nuevas tecnologías nos permiten muchos beneficios, pero a cambio de unos costes. La comodidad tiene un precio y lo importante no es pagarlo o no, sino ser consciente de la decisión tomada. Orwell postuló hace 60 años una sociedad totalitaria en la que nuestra vida era vigilada por cámaras. Hoy, su idea no es muy alejada de una terca realidad que parece empecinarse en demostrar que, de cierta manera, la Historia es cíclica. Mi duda es si, ahora que estamos más preparados que nunca, seremos conscientes de nuestra responsabilidad social. Ahí queda la duda, quizás dentro de 60 años alguien la resuelva.

sábado, 6 de junio de 2009

La dialéctica no lo es todo

Leí con interés el artículo “Ni ETA, ni E.T.” que escribió el italiano Carlos Fabretti. A decir verdad, decía muchas cosas ciertas, como que ETA no es un mal absoluto o que con ese maniqueísmo gubernamental se justificaban las mayores aberraciones jurídicas con la excusa de la banda armada. Hasta ahí tenía razón, más aún cuando planteaba que nadie puede obligar a condenar nada y que no condenar no quería decir que se estuviera de acuerdo con que ETA pusiera una bomba. Sin embargo, esta pirueta dialéctica no debe cegarnos. Es un caramelo podrido, que por fuera parece bello, pero que por dentro está podrido. Su discurso es razonable, pero es un silogismo demasiado perfecto como para ser real, porque obvia que la vida es algo más que palabras, ya que también hay sentimientos y, sobre todo, personas. Imagínese que a esa periodista que le entrevista ETA le hubiera puesto una bomba hace poco tiempo. ¿Cómo se sentiría si, quién está haciendo uso de la retórica, no condenase o rechazase explícitamente a ETA u obviase el atentado, pero denunciase que a un preso de ETA le ha escupido un policía en prisión? ¿Acaso no tendría el periodista derecho a llamarle sinvergüenza, cínico e hipócrita por hacer un discurso tan perfecto estéticamente, que denuncie las burradas del “sistema” mientras ignora las de los “antisistemas?

¿Por qué quienes se llaman “disidentes” y “críticos” son incapaces de disentir y criticar a los movimientos afines que se pasan tres pueblos?

Por ejemplo, estos grupos “antisistema” o “disidentes” que viven fuera de Euzkadi, que critican a los “zipaios”, ¿por qué son incapaces de criticar que a un ertzaina le quemen el coche como en Amorebieta? Pues porque son unos cínicos y unos hipócritas. Si algo ha demostrado el tiempo es que estos movimientos, entre los que encuadro al MLNV, pasan de los Derechos Humanos, puesto que anteponen los suyos a los de los demás. Creen que tienen la verdad absoluta, que les homologa para cometer los actos que quieran y como quieran. Está muy bien hablar de las invasiones extraterrestres si trabajas en la NASA, pero si te pasas todo el día hablando de lo que ocurre en Euzkadi está mejor hablar de ETA y de sus tropelías. Porque si hay alguien que molesta y estorba en Euzkadi es ETA. Es muy justo, y debería ser algo más normal, hablar de las imperfecciones del Estado, pero sin justificar que las tropelías estatales den lugar a tropelías “antisistema”. En otras palabras, lo que no vale es esconder los asesinatos de ETA tras una cortina dialéctica difusa, porque detrás de estos asesinatos hay personas destrozadas y muertas. Aparte de que es vomitivo y dice mucho de quien escribe, sobre todo, de su ética, que es bastante parecida a la de quienes critica. Josu Ternera y Manuel Fraga son igual de despiadados y Otegi o Mayor Oreja igual de cínicos cuando uno habla de ETA y el otro del franquismo.

En fin, creo que ya es hora de que nos demos cuenta de que estos movimientos son pura retórica, que carecen de contenido. Que Iniciativa Internacionalista tiene una idea de los Derechos Humanos parecida a la de la Falange de las JONS. Que nos van a meter un gol, porque no son vascos ni hablan euskera. Por mucho que sean los “favoritos” del MLNV y de todos los intelectuales cuasi-orgánicos de la extrema izquierda “antisistema”. Que Alfonso Sastre es un intelectual no lo dudo, pero que es un dogmático tampoco. El primer paso para conseguir una paz duradera en Euzkadi es que quienes empuñan pistolas las dejen en la mesa y sean capaces de ver el daño que han causado. Que se dejen de hablar y actúen de una vez, que estamos hartos. Son lo peor que nos ha podido pasar. De hecho, son lo peor que nos pasa, porque todavía no se han ido. Y lo más triste es que tienen engañada a mucha gente, que no ve que las ikurriñas que portan son de pega, que no son abertzales, sino ultraizquierdistas, como Lenin, Castro o Stalin y, sobre todo, asesinos.

Antes que palabras, somos humanos y eso hay que tenerlo claro.

miércoles, 3 de junio de 2009

Sinvergonzadas

No sabía cómo llamarlo, pero he decidido titular este post “sinvergonzadas”. Quería referirme a los actos que comete el sinvergüenza. Cosas que hacen que uno se sienta rojo y se pregunte cómo ha podido ocurrir. Y qué le hace reflexionar sobre qué tiene la gente en la cabeza. Esta semana me ha llamado la atención dos posturas de la autollamada “Izquierda Abertzale”.

El primer comportamiento ha sido hacer pregonero de fiestas de Igorre a un expreso de ETA. Es una provocación y un insulto colocar como pregonero de algo lúdico a alguien que intentó asesinar 5 veces a Juan Mari Atutxa, que es oriundo del pueblo de al lado. Hay que tener una mente muy retorcida o ser un despiadado para dedicar el pregón a un asesino. Más aún cuando ese asesino ha actuado contra gente de tu comarca. Este acto les ha retratado. No quieren la paz, no son demócratas ni siquiera abertzale, Herri Batasuna (sus dirigentes) son la sombra de ETA. No sólo son incapaces de rechazar o de exclamar que están en desacuerdo con que se asesine a ciudadanos por su ideología política, sino que dedican las fiestas a los asesinos. ¿Y éstos nos van a liberar del yugo francoespañol?

El segundo comportamiento es igual de miserable. El otro día Iniciativa Internacionalista estuvo en Loyola, a escasos metros de donde ETA asesinó a Inaxio Uria, un herriko semea, cuyo delito era ser empresario. Entre quienes hablaron estaba Alfonso Sastre, aquel que con tanta frialdad intelectual defendió que Batasuna no condenase la violencia, entre otras cosas porque eso le hacía diferente. A su lado Arnaldo Otegi, ese hombre de paz que ha sido incapaz de mostrar públicamente su rechazo a la violencia de ETA, pero que no ha dudado en homenajear a etarras fallecidos. Iniciativa Internacionalista que es el partido castellano al que apoyan los “ortodoxos” y “guardianes de esencia del nacionalismo vasco”. Muchos tendrán que taparse la nariz para votar a un partido que es extranjero y en el que no hay euskaldunes en las listas. Luego los españoles somos los demás.

En fin, dos apuntes sobre este movimiento político que engaña a tanta gente. No creen en la libertad, defienden a quién empuña un arma y dan gato por liebre. Y yo creo que todavía falta la traca final. Esa relación entre el MLNV y el PSOE huele a chamusquina. Espero que nunca lleguen a algún acuerdo sobre el futuro de Euzkadi, porque muchos les estaremos esperando para recordarles cuando nos llamaban “españoles” o “traidores”. Quizás para ellos seremos un día simples “secesionistas”.