miércoles, 26 de enero de 2011

El tiempo vuela

Mañana es el último examen. Por fin se despedirá primer semestre del curso 2010-11. Después, jolgorios varios para disfrutar de nuestra libertad condicional que durá hasta el lunes. El semestre ha sido duro. Estos meses han agujereado el ánimo juvenil. Las largas horas de trabajos de clase, las ingratas semanas en las que la Universidad era un algo parecido a un hogar y el colofón de unos exámenes que, aun sin ser excesivamente pesados, han acabado por saturar nuestra mente. Son un auténtico lío. Si hace tiempo había que preguntarse si trabajamos para vivir o si vivíamos para trabajar, hoy hay que preguntarse si el gozo es inversamente proporcional al tiempo que se tiene libre. Este semestre ha sido el más pesado de la carrera, sin embargo, creo que lo recordaré con una sonrisa. Quizás sea un gesto irónico, pero tendré gratos recuerdos de las discusiones, tonterías y reproches que tuvimos en las largas horas en nuestro aula. Será reconfortante recordar con nostalgia las largas horas que invertí discutiendo y trabajando.

El examen de mañana no es únicamente importante porque marque el fin de este semestre. El lunes que viene empezará, si Dios quiere, el último semestre de la carrera. Dentro de un año, la vida será completamente distinta. Las hábitos habrán cambiado radicalmente. Ya no se irá todos los días a clase ni se estará con los mismos compañeros. Tampoco se dormirá en la misma cama ni se verá a los mismos vecinos. El año que viene es un futuro inciertamente cierto; es pura incertidumbre. Nadie sabe a ciencia cierta qué será de él, lo que es inquietante. No sólo eso, además este semestre será el último antes de tener nostalgia de la Universidad. Los “mejores años de vida” parecen acabarse. Ahora vienen horas y horas de ordenador (si hay suerte), encadenarse a rutinas y a saber qué más. En un año, la vida quedará delante de uno mismo. Será la hora de pasar a la acción y seguir construyéndose como persona, pero sin clases ni profesores. Mañana es el principio de ese camino que lleva a la vida adulta plena. Un tiempo de responsabilidades y de dar más que de recibir. Sustituiremos a nuestros padres y daremos paso a nuestros hijos. El próximo semestre será el anterior antes de que cada uno salga de la Universidad y se dirija a su propio destino. El tiempo vuela.