miércoles, 31 de diciembre de 2008

ETA censura y muchos callan

Dicen que estamos en crisis, pues parece que para ETA no ya que hoy nos ha felicitado el año con 100 kg de explosivo. Bueno, todavía no lo hemos acabado pero ellos ya han querido darnos la enhorabuena. Como siempre, tiene que hacer acto de presencia para amargar lo que sea. Ya lo dijo Jose Luis Bilbao, todo lo que toca lo destruye tal y como lo ha hecho hoy en Bilbao. Han atacado EiTB, han atacado a la única televisión que emite en euskera y han atacado, también, a Deia, El Mundo, Antena 3 y Onda Cero. Han atacado pues a los medios de comunicación en general y al ente público vasco en particular. Han intentado hoy, como lo llevan haciendo muchos años, silenciar a quienes no se dejan chantajear y callar a la mayoría de la sociedad vasca que les pide que se vayan por donde vinieron. Han asesinado a todo tipo de personas ya sean empresarios, políticos, periodistas o futbolistas y de todos los tipos de ideología (de izquierdas a derechas, nacionalistas vascos, nacionalistas españoles...). ETA está contra todo quien no le baile el agua. Y parece que algunos no aprenden.

Lo más grave de esta situación no es el hecho de que ETA ponga bombas. Lo peor es que aún hay ciudadanos, y no son pocos, que callan cobardemente ante los atentados. Unos callan porque no están de acuerdo con lo que los miembros de ETA hacen pero no tienen la gallardía de plantar cara y otros porque están a favor de la “lucha armada” y no se atreven a hacer apología. Además, esos que callan son los que cuando ETA recibe un golpe pide justicia o la liberación de los presos. O los que están todo el día dando lecciones sobre cualquier tema ante la sociedad vasca. Son los que se creen imprescindibles en esta sociedad no se dan cuenta de que su propia acción les expulsa de ella. Son ellos los que se crean enemigos. Su mesianismo les está llevando a la marginalidad. ETA atenta contra el pueblo vasco y actúa contra él, no con ellos. ETA y los que le apoyan y callan. Los que les homenajean y jalean, los que se van por la tangente cuando hay un atentado. Sin el entramado social de ETA, las armas se quedan en casi nada. Sin gente que cada vez que haya una manifestación ensucien el “Euzko Gudariak” y la bandera de los vascos (la Ikurriña) que se apropian.

Este atentado es, en concreto, un aviso para el PNV, tal y como el asesinato de Isaías Carrasco lo fue para el PSOE. Esta bomba está enmarcada en está última campaña contra el partido jeltzale que empezó con el bombazo en Ondarroa y prosiguió con el asesinato de Uria. Es una bomba contra quienes defendemos el autogobierno vasco libre de violencia. Flaco favor hace al nacionalismo vasco, hoy dividido por cuestiones nominales y, en algunos casos, acomplejado por el mundo de ETA. Por eso, espero que esta bomba haga reflexionar a quienes, con los que callan antes las bombas y defienden a los que la han puesto, quieren fomentar un polo soberanista que en su análisis obvie la existencia de un grupo asesino llamado Euskadi Ta Askatasuna. Toca plantar cara y mostrar nuestro cansancio. No queremos vuestra tutela, el pueblo no os quiere, dejadnos en paz.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Miremos al futuro

Es corriente escuchar en la voz de muchos jóvenes que el nacionalismo es algo del pasado. Son muchos los que están convencidos que la reivindicación nacional es algo que en un mundo globalizado sólo sirve para segregar a un grupo de ciudadanos de los demás. Ven el proyecto nacional como algo arcaico, contrario al progreso. Los medios de comunicación y los partidos estatales son los primeros en promover esta corriente del pensamiento. El PP, PSOE y sus voceros son los que han dado a entender que reivindicar un Estado Vasco es excluyente y arcaico. Son los que desde su patriotismo estatalista intentan negar, utilizando la baza de la modernidad, que la secesión vasca es cerrarse al nuevo mundo. Quieren hacernos ver a los nacionalistas vascos como a gente “demodé” o nostálgicos románticos. Nada más lejos de la realidad, puesto que fuimos nosotros en 1933, cuando en un Aberri Eguna, reivindicamos el encaje de Euzkadi en Europa. Algo inimaginable para los políticos de la época, aferrados a sus estados con uñas y dientes, y que sólo algunos pensadores como Kant supieron intuir. Los nacionalistas vascos siempre hemos creído en Europa. Landaburu, en su Causa del Pueblo Vasco, definió a la Federación Europea, embrión de la actual Unión Europea, como una idea antigua renacida de la Segunda Guerra Mundial ya que es una forma de defender al individuo de los excesos del totalitarismo y evitar que éste se vuelva a dar en cualquier lugar del mundo. Así pues, no se nos puede acusar de ser retrógrados, si no, más bien, de todo lo contrario ya que supimos ver más allá de nuestras limitaciones. Por otro lado, el nacionalismo vasco nunca fue fundado para compararse con otros pueblos, si no, para acercarse a ellos. Y eso ha quedado claro durante la Historia. El nacionalismo vasco nunca ha sido ajeno a los problemas de los demás y ha buscado la cooperación con otras naciones. Ejemplo claro es la Democracia Cristiana fundada, entre otros, por el Partido Nacionalista Vasco, de la que fue expulsado por el Partido Popular, o su posicionamiento claro en la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos de sus militantes colaboraron con los ejércitos aliados.

Y es que el nacionalismo vasco, en su mayoría, siempre ha abogado por su civismo y la defensa de los valores humanos. En el 36 ya lo demostró aliándose con la República. Los nacionalistas dejaron a un lado a los católicos rebeldes, quienes llevaron con mano de hierro el Estado durante 40 años, para ponerse al lado de quienes defendieron un régimen legítimo. Aparte, éste ha sido siempre ajeno a la lucha de clases porque siempre ha exigido a los Estados, y al suyo si lo tuviera, el acomodo social de las diferentes clases para así tengan una vida digna. Por tanto, las reivindicaciones sociales nunca nos han sido extrañas y ante el futuro que nos espera no deben serlo tampoco. Las 65 horas en Europa o el trabajo precario son retos que los nacionalistas vascos debemos tomar en serio. La construcción nacional parte de los propios ciudadanos quienes, como dijo Sabino Arana, forman la patria de los vascos. Esta afirmación (“Euzkotarren aberrija Euzkadi da”) debe ser la que nos guíe en el futuro. Hay que construir una nación, una patria, en la que los vascos de distintos signos nos sintamos cómodos. Ésta debe ser una patria social. La libertad, la igualdad, el respeto y, sobre todo, el derecho a la vida serán los valores de esta nueva estructura política. El desarrollo tanto del individuo como del colectivo y su bienestar, basado en la defensa de sus derechos y obligaciones, tendrán que estar garantizados si así queremos que este proyecto llegue a buen puerto. Porque así lo queremos los vascos, sin imposiciones políticas ni violentas, ni tampoco prohibiciones judiciales, y a través del diálogo. Escuchar, hablar, decidir y hacer, sobre todo hacer. Que las palabras no se las lleve el viento.

Por eso y para el desarrollo de esta nueva estructura política es necesario apostar por la innovación tecnológica. No podemos quedarnos a la cola. Un paso atrás es fatal, pero quedarse quieto no es mejor. Como bien dijo el otro día el Lehendakari, antes el mundo se dividía por ideologías, ahora se divide por tecnologías. Y como los vascos no queremos quedarnos atrás en esta carrera, tenemos que defender la innovación como fuente de desarrollo. No sabemos qué podrá ocurrir mañana, pero podemos intuirlo. Por eso, tenemos que defender la construcción europea. La cohesión de los Estados nos beneficiará porque en un momento de crisis, esta no se afrontará sola. Sin embargo, no debemos quedarnos de brazos cruzados ante la Europa de los Estados. Los vascos debemos reivindicar nuestro sitio. El Estado es una estructura política cambiante que está abocada a desaparecer. Las naciones, sin embargo, tienen una vida más larga. El Estado Español no existía hace 10 siglos, pero el Pueblo Vasco sí. Además, la tendencia a conformar uniones supraestatales debe confiarnos para un futuro en el que la pérdida de peso del Estado nos dé la oportunidad de ser nuestros propios interlocutores, sin mediaciones, ante Bruselas. El Tren de Alta Velocidad debe ser nuestro ejemplo ya que nos permitirá conectarnos más rápido y más limpiamente con Madrid y París y de ahí a otros lugares como Londres o Bruselas. Debe ser este proyecto el vector que abra a los vascos a Europa. Por eso, debemos defenderlo a capa y espada ante las agresiones violentas. Sólo así podremos soñar con un euro-región vasca, lo más parecido a un Estado Vasco que podríamos tener hoy en día o a medio plazo.

No obstante, el porvenir debe labrarse desde la juventud. Somos el futuro. Y para no condicionar nuestro bienestar, debemos intentar armarnos lo máximo posible. Esa armadura debe ser nuestra formación, de base euskaldún pero abierta al mundo, en la que el multilingüísmo debe ser fundamental, que nos prepare ante la vida laboral y nos permita desarrollar un empleo digno. Por eso, es necesario Bolonia y por eso debemos defender esta reforma. Tenemos que dejar a un lado los sistemas educativos del pasado y abrirnos a Europa.. A la vez, para el desarrollo del individuo se debe asegurar que, una vez acabados esos estudios, tendrá un empleo en el que desarrollar sus cualidades. El empleo debe ser garante de desarrollo personal. Por tanto, el acceso a un primer empleo digno debe ser nuestra primera reivindicación. Sin empleos dignos, el desarrollo de la juventud es casi nula ya que no desempeñan actividades acordes con sus características. Además, el empleo debe ser lo que nos haga madurar a los jóvenes y lo que nos permita independizarnos. Irse de casa es, en teoría, el último paso antes de la madurez. Aunque sin dinero es imposible y sin casas asequibles también. El acceso a la vivienda debe ser otra de las prioridades que todos los gobiernos deben trabajar. Nosotros, los primeros.

Aunque para ser los primeros en promover un acceso a la vivienda asequible debemos ser el partido más votado. Por lo cual, tenemos que ganarnos la confianza del electorado. Un electorado cambiante. Antes, el electorado era mayoritariamente fiel a unas siglas. Ahora, sin embargo, es cambiante y vota según le conviene. Eso es, valora más a la persona o al proyecto que a las siglas que hay detrás. Porque los políticos de hoy en día están mal vistos. Parecen vagos y corruptos. Muchos piensan, y en ciertos casos aciertan, que los políticos se sirven de los ciudadanos en lugar de servirlos. Esta desilusión política queda plasmada en el desenganche de la juventud con los partidos políticos y en la abstención creciente en los comicios. No ilusionamos. Por eso, hay que mantener una política realista, basada en lo que importa al ciudadano; cosa que se hace desde el Gobierno Vasco, y saber venderla. Porque tenemos un poderoso enemigo como son los medios de comunicación quienes detentan un poder de convicción superior a los demás. Debemos, por tanto, saber vender nuestro producto y no quedarnos como los tontos que hacemos el trabajo sucio mientras otros se benefician. Porque hacemos el trabajo bien, así nos lo reconocen desde fuera, pero el electoralismo convierte esta virtud en defecto ya que mientras nosotros trabajamos en pos del bienestar, otros nos atacan o echan nuestros proyectos abajo. Por eso, debemos saber ganarnos la confianza de la mayoría de tal manera que podamos desarrollar nuestro proyecto social sin depender de los demás. Está bien escuchar otras aportaciones, pero está mal que el debate social esté subordinado al debate político y, sobre todo, condicionado al politiqueo. El nacionalismo vasco debe atraer a su discurso a una masa crítica necesaria para construir un país sólido e integrar a la inmigración. Los inmigrantes son una realidad hoy en día que no debemos pasar por alto. Son, en mayoría, trabajadores que vienen a labrarse un futuro. Por lo tanto, tenemos que engarzarlos en la sociedad vasca y “asimilarlos” pero sin acabar con sus raíces. Eso es que se euskaldunicen y acepten nuestra cultura. Sólo de esa manera nuestro futuro será posible. No podemos dejar que estas personas piensen que lo vasco les es ajeno. Debemos integrarlos como se integraron los gallegos, extremeños y andaluces que ayudaron a levantar este país.

Volviendo a la realidad de este país, este proyecto debe empezar por la deslegitimación de quienes utilizan medios violentos para conseguir sus fines. En este caso ETA quien con su violencia disparatada es un obstáculo para la soberanía de Euzkadi. Sólo con su desaparición o, en su defecto, con su desarme, podremos decidir en libertad nuestro futuro los vascos. Aunque nadie puede dudar del compromiso del PNV contra el terrorismo. Sólo quienes, desde su posición de victimas, utilizan los asesinatos de la banda como arma arrojadiza. Ajuriaguerra ya lo dejó claro “con ETA ni a heredar”.

La modernización del discurso del nacionalismo vasco debe ser una prioridad. Con el proyecto Think Gaur 2020 se está estructurando el compromiso del Partido Nacionalista Vasco con la sociedad vasca. El discurso que tengamos de ahora en adelante debe ser claro y conciso. En estos tiempos que corren el tiempo es primordial. Todo va deprisa, por tanto, tenemos que sintetizar el mensaje. Éste tiene que ser fácilmente entendido por los ciudadanos. Para ello, debe jerarquizar y simplificar nuestra postura ante la realidad y nuestra apuesta por el futuro de Euskadi. Que no digan que no lo hemos intentado. Esa apuesta empieza por la construcción de una nación vasca partiendo de la base de la Comunidad Autónoma Vasca pero sin dejar de lado Navarra e Iparralde. Estos dos cachos de Euzkadi deben ser reivindicados y, sobre todo, respetados. No deben ser objeto de ninguna negociación, si no que debe ser consulta. Vascos continentales y navarros serán lo que ellos deseen.

Porque los nacionalistas vascos actuales debemos ser respetuosos con lo que los ciudadanos decidan. Así como lo fueron nuestros antepasados políticos a los que debemos homenajear. A ellos les debemos nuestro patrimonio político actual. Sin la gallardía de Ajuriaguerra, el PNV hubiera desaparecido en aquella larga noche del franquismo. Sin Landaburu, la modernización de nuestro discurso habría sido mucho más complicada. Sin Aguirre, no hubiéramos tenido un primer Lehendakari y un líder que representase al Pueblo Vasco a lo largo y ancho de este mundo. Y sin Irujo, no hubiéramos tenido jamás a nadie que ante las atrocidades de la Guerra, hubiera dimitido de su cartera mostrando su humanidad. A nosotros nos toca ahora reivindicar su legado, así como el de muchos otros, y enseñárselo a las generaciones venideras tal y como nos lo enseñaron a nosotros. Obras como “La Causa del Pueblo Vasco” no pueden caer en el olvido. Es la piedra angular del proyecto moderno del PNV, el que diferencia al nacionalismo vasco del nacionalismo cavernícola y lo convierte en humanista y abierto al mundo. Somos por tanto, los herederos de aquellos y los responsables de que otros hereden un gran trabajo. El capital humano ha sido básico para el progreso económico, político, cultural y social de Euskadi. Es el motor que ha tirado de él. Sin gente como Azua o Ardanza que en tiempos de crisis supieron capear el temporal, Euskadi sería ahora un región sin futuro y con una crisis estructural que nos depararía un futuro más negro de que se supone viene. Por eso, debemos procurar que este motor sea potente y garantizar así el futuro de quienes nos sucedan. Debemos dejar una estructuras estables y duraderas en las que basar nuestro desarrollo y progreso. Debemos seguir creciendo.

Puede que mis observaciones y mis deseos parezca utópicos. Puede que mi proyecto sea ensoñación. No obstante, sin ensoñaciones o sueños jamás se consigue cambiar la realidad ni mejorar lo presente. Debemos ser realistas y pragmáticos, pero también debemos soñar con un ideal. Queremos construir una Euskadi futura para todos pero sin renunciar a la Euzkadi que reivindicamos desde hace más de 100 años.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Recuperemos la ilusión

Es muy corriente escuchar a jóvenes desencantados con los políticos actuales. Somos el futuro y sin nuestro compromiso será imposible relevar a la clase actual. No veo claro que en un futuro a medio plazo, cuando la gente de más de 50 años esté jubilada, los partidos políticos puedan presentarse en todos los ayuntamientos en los que lo hacen ahora. Puede que se potencien nuevas formas de participación política como plataformas populares, sin una ideología concreta, cuyo objetivo sea el gestionar ciertas administraciones como ayuntamientos o concejos. O puede que siga como ahora que, votemos o no, los partidos políticos siguen comandando el país sea cual sea el apoyo popular recibido. Porque está claro que los jóvenes estamos desilusionados con nuestros dirigentes.

Los jóvenes seguimos, mayoritariamente, la vida política desde la barrera. No nos casamos con nadie o, simplemente, no nos interesa la política. La militancia da pereza, preferimos emplear el tiempo en nuestras cosas particulares, y los partidos nos parecen unos entes ajenos a nosotros. Además, no hay tiempo para dedicarse a pensar en los problemas de los demás. Pero no sólo eso, la política es aburrida y los políticos son unos vagos que se enriquecen a nuestra costa. Nada más lejos en la realidad, bien es cierto que hay quien se sirve del ciudadano, pero son una minoría puesto que detrás de cada propuesta, enmienda o ley hay mucho trabajo ‘sucio’ por detrás. Parece que lo que no sale en los medios no existe. Los jóvenes también vemos a la clase política alejada de la sociedad actual. Creemos que están estancados en debates baladíes y que no se centran en lo que importa a la ciudadanía. En muchos casos es cierto, pero en otros casos es la obsesión de los medios con ciertos temas de interés popular lo que nos hace creer esto. En el Parlamento se discuten muchas más leyes de las que salen en el Telediario. Es más, la mayoría de leyes y propuestas no salen en los medios y las que salen son explicadas muy superficialmente. Los medios tienen, en cierta medida, la culpa del aburrimiento popular.

Los medios han centrado el debate político, lo que el ciudadano medio sigue, en cuatro temas concretos y alguno que surge según la coyuntura. Esos debates son los que dan votos y son debates simples y poco enriquecedores para el ciudadano. Suelen ser discusiones llenas de tópicos y superficiales que los medios distorsionan según el interés. Las alocuciones son sesgadas y se potencia a algunos borrando del mapa a otros sin mayor criterio que la conveniencia. No hay más que preguntar al ciudadano medio por esos temas, como puede ser el conflicto vasco, para ver que una gran parte de la ciudadanía sólo suelta tópicos y, en lugar de dar argumentos, afirma categóricamente sin tener en cuenta que existen los matices o que puede que no tenga ni idea. Porque el resultado del debate público es previsible. Se sabe cómo va a acabar. Y dan igual los argumentos porque el rodillo de la masa, muchas veces lleno de mediocridad, se impone ante lo que utilizan la lógica como medio. Este estancamiento hace que el ciudadano se aburra. Por otro lado, la facilidad con la que se destruye en política hace que la gente se desilusione. Las grandes argumentaciones y propuestas generosas quedan relegadas al ostracismo por respuestas destructivas. Muchos se encierran en sus siglas y han perdido el concepto de país y la responsabilidad política. Con tal de ganar votos relegan a un segundo plano los intereses del ciudadano (las cajas vascas). Aunque los ciudadanos no somos menos ya que nuestros prejuicios nos hacen desechar una propuesta por el que la propone y no por su peso. Además, como bien he dicho antes, las propuestas son poco y mal explicadas. Se dan cuatro pinceladas sobre el tema y se intenta simplificar hasta el extremo pero sin matices. Salvo casos como el de Leopoldo Abadía y sus crisis ninja, pocos han sido los que nos han explicado a los ciudadanos medios qué nos ocurrirá ahora que se supone nuestra economía va a pique.

Esa desinformación o mala información o información incompleta, unida a sensaciones como que los políticos viven en su mundo o que estamos estancados hacen que los jóvenes, que soñamos con cambiar el mundo, dejemos de lado la política. Asimismo, esa falsa creencia de que podemos cambiarlo nos desanima. Esa sensación no es más que artificial ya que, como todos sabemos, nada cambia de la noche a la mañana. Y menos en un mundo individualista como el de ahora. Porque vivimos sin conciencia política y con una conciencia demasiado materialista. Por eso, creo que habría que enseñar pedagogía política: diferencia la realidad del sueño y la estrategia de la ideología. La segunda debe basar la primera, sobre todo, porque la primera es particular y la segunda general. Eso que es que cada uno tiene su ideología y que todos vivimos en sociedad. Además, los medios deberían ser los pedagogos, ya que ellos son la correa de transmisión entre los políticos y nosotros, ellos deben ser los que nos muestren los entresijos de la realidad para así poder afrontarla sin llevarnos tal desilusión. Tenemos que recuperar la ilusión por dirigir este país, la ilusión por llevarlo hacia delante y la ilusión por renovarlo. Los jóvenes somos el futuro, es cierto, pero tenemos que formarnos para ser el presente. Porque sin presente no hay futuro y sin futuro no hay progreso. No podemos quedarnos de lado ni estancarnos. Tenemos que construir una Euskadi real que sea fuerte y competitiva. Entre todos.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Fragasaurius Rex

El último eructo de Fraga huele muy mal. La momia ha dicho que habría que ponderar el peso de los nacionalistas colgándolos. Además, ha barruntado, porque de otra manera no se puede expresar, que los “nacionalistas” son contrarios a la defensa de España. Por ende, él también lo es porque este viejo lobo franquista es un facha de tomo y lomo. Bien dijo hace unos años que la ikurriña hondearía por encima de su cadáver. Por si fuera poco, firmó condenas de muerto y se apropió de las calles de Vitoria asesinando a tres obreros. Así es Manuel Fraga, presidente fundador del Partido Popular, este experimento postfranquista que aglutina a la derecha españolista.

Señor Fragasaurio: usted chochea. Retírese antes de que sea tarde y deje de decir memeces. Usted no cree en la democracia y nunca creerá. Al igual que muchos de su partido. La mona aunque se vista se queda, mona se queda y el extremista igual.

PD: El Señor Fraga Iribarne fue uno de los con su firma avaló el asesinato de Julián Grimau. Asesino.

60 años de Derechos Humanos

60 años ha cumplido la declaración universal de los derechos humanos. 60 años de avances, lentos, pero hacia delante. 60 años en los que el mundo se ha globalizado y que las fronteras que antes eran abismales, ahora no son más que detalles en el mapa. 60 años en los que muchos hemos crecido pero que otros se han estancado o han ido a peor. 60 años dan para mucho, por lo menos, para esta humilde reflexión. Aun así, hoy hay que felicitarse porque nuestra sociedad se basa en unos derechos y unas obligaciones que nos hacen a todos libres pero iguales, dignos pero solidarios. Un equilibrio que aún falta por cumplir. No todo es bello e idílico. Los retrocesos en materia de libertad, que han sido sustituidos por seguridad, y la complicidad con los Estados que son antagónicos a esta declaración son el balance negativo de 60 años intentando democratizar el mundo.

Sigamos adelante, intentémoslo, hagámoslo. Merece la pena.

Todos nacemos, morimos y vivimos iguales

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Detenciones a la carta

Hace una semana que murió asesinado en Azpeitia Inazio Uria y ayer ya hubo nuevas detenciones. Aitzol Iriondo, supuesto sucesor de Txeroki, fue arrestado en Francia junto con otras dos personas: una de ellas Eneko Zarrabeitia Salterain que estaba en búsqueda y captura desde hace bastante tiempo. Más tarde, se detuvo a otras 3 personas en la frontera de Irun. Son gente sin fichar que seguramente acabarían de entrar en la banda. Y ya salieron de nuevo los políticos a felicitarse de lo buenos que son, salvo honrosas excepciones como la de Urkullu que abogó por el diálogo, y los de siempre para decir que la represión no es el camino pero que callan cuando asesinan a un compatriota. Otra vez igual. Todo vuelve a la normalidad.

Sin embargo, el muerto sigue muerto. Y lo estará para siempre. Es curioso que Eneko Zarrabeitia, quien aparecía en carteles policiales desde hace un tiempo, sea justo arrestado después de un asesinato. Asimismo, se me hace extraño que Iriondo caiga tan rápido después de Txeroki y más aún, que se consiga arrestar a tres “legales” en la frontera. No es que no me alegre, siempre está bien que haya seis terroristas menos en las calles, pero me huele a chamusquina. Me parece poco normal que las fuerzas del estado empiecen a funcionar ahora que el cuerpo está en el cementerio. ¿Dónde estaban hace una semana? ¿Hace cuánto que tienen pistas de Iriondo, Zarrabeitia y Artetxe? ¿Por qué no les arrestaron antes? ¿Tenemos que esperar a que el Gobierno vaya mal o que se cometa un atentado para contar con detenciones importantes y no con muñecos pin-pan-pun?

Como bien dijo Urkullu, esto sólo se acabará por la vía del diálogo. Siempre habrá un número residual de etarras y de simpatizantes. Por eso, hay dos maneras de afrontar a ETA: una es mearnos de emoción cada vez que haya una detención y pensar que somos los mejores mientras que por otro lado les damos alas o la otra que es coger el toro por los cuernos y deslegitimarlos hasta que no les quede otra que dejarlo. Sin amenazas, sin ilegalizaciones ni torturas, con la palabra y el argumento. Sólo el Pueblo Vasco podrá con E.T.A..

jueves, 4 de diciembre de 2008

¿EA adónde miras?

Tras el triste asesinato de ayer, el salvajismo político por excelencia, en el ayuntamiento de Azpeitia han temblado los cimientos. El equipo de gobierno, formado por ANV, EA y Aralar, se ha roto. El actual alcalde Iñaki Errazkin se ha negado a condenar esta salvajada. Eso le ha costado el puesto. Por una vez, la cordura política ha funcionado y se ha dejado de dar coba a alguien que no respetaba el derecho más fundamental del ciudadano: la vida. El asesinato de Inaxio Uria ha hecho replantearse a muchos su política de alianzas, sin embargo, en cuanto pase la marejada todo volverá a su cauce. Como pasó en Arrasate. Después del asesinato de Isaías Carrasco, el PNV de la mano del PSOE intentó expulsar a ANV de las alcaldías de varios pueblos. EA, Aralar y EB, en varias ocasiones, lo impidieron. Gracias a esos votos en contra, han conseguido que, otra vez, un alcalde sea incapaz de rechazar el asesinato premeditado de un vecino. Han conseguido que los cobardes que callan, sigan en sus puestos de mando.

Eusko Alkartasuna es, en gran parte, responsable de esta situación. Los de Unai Ziarreta tumbaron las “mociones democráticas”, mal nombre por cierto, y condenaron a muchos a un alcalde que miraba para otro lado cuando les amenazaban o presionaban. Ahora que todo se les ha caído encima, hablan del carroñerismo político de algunas fuerzas que quieren ocupar sillones aun con el cadáver caliente. ¿No le da señor Ziarreta vergüenza decir esto? ¿Acaso no sabían quién había detrás de ANV? ¿Qué pasa?, ¿vale más la muerte de Uria que la de Carrasco? ¿No se imaginaban que ocurriría lo mismo? ¿No se imaginaron que iban a salir con lo del conflicto cuando el TAV no tiene nada que ver?Podrán argumentar que sus planes municipales coinciden con los de ANV, que su pacto puede beneficiar a la ciudadanía, pero jamás podrán justificar que han aupado a un alcalde que se acobarda con un cadáver en la mesa. ¿Qué hará Ziarreta cuándo en San Sebastián de Azpeita el alcalde salga con la bandera de los presos y les dedique las fiestas sin ni siquiera nombrar a Inaxio Uria con el cadáver ya frío? ¿Les dolerá la conciencia o lo harán en pos de un “polo soberanista”? ¿Qué harán ahora en Zumaia? ¿Hasta que no maten a nadie seguirá ANV?

No voy a poner en duda la posición de EA sobre la violencia de E.T.A.. Sé de sobra que es un partido que siempre se ha posicionado en contra de esta. No obstante, me pregunto por qué lanzan salvavidas a quienes miran a otro lado con un muerto en la mesa. Me pregunto por qué siguen el juego a quienes cuando un alkartetxe es quemado callan. Digan ustedes lo que quieran, piensen lo que les apetezca, pero su estrategia basada en humillar al PNV dando alas a ese “polo soberanista” es absurda y es un embudo para hacer pasar los análisis surrealistas de quienes hablan de “lucha armada” en lugar de terrorismo. Ustedes tenían pactos con el PNV, los han roto, ustedes tienen un pacto con la sociedad vasca. El verdadero polo soberanista es el que formaron los partidos que defendieron la Consulta propuesta por el Lehendakari. El primer derecho es el derecho a la vida, y quien no lo respeta no tiene derecho a hablar sobre los demás.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

¿Debemos ser tolerantes los vascos?

Los vascos tenemos la obligación de ser tolerantes. Vivimos en una sociedad terriblemente fragmentada y en el que la tolerancia es el vector que nos tiene que unir a unos y otros. Sin respeto al prójimo, la convivencia es imposible y esto se convierte en un campo de batalla. Los vascos tenemos que darnos cuenta de que el País es de todos y para todos. A día de hoy, y más después de lo ocurrido en Azpeitia, debemos limitar nuestras aspiraciones particulares por el bien común: construir una sociedad vasca libre y moderna, en la que todos vivamos más o menos a gusto. Sin imponer, sin impedir. Teniendo en cuenta a las mayorías y a las minorías. En Euskadi hay sitio para todos los puntos de vista. Por lo cual, tenemos que ser respetuosos con quien piensa diferente e intentar, en estos tiempos convulsos, tender puentes entre todos para acabar con la violencia de E.T.A.. El diálogo, escuchar y ser escuchado, es el vehículo y la tolerancia la gasolina que deben llevarnos al final de la violencia. Así, quizás, algún día podamos decidir libremente qué queremos ser y acabar de raíz con este conflicto político. Sin imponer ni impedir.



lunes, 1 de diciembre de 2008

Arnaldo Otegi o el surrealismo político

Otegi ha vuelto en una entrevista en Gara. Dice venir de una época de escucha. Su análisis parte de estos tres puntos: la represión y confrontación con el Estado, su fracaso actual y la necesidad de un movimiento popular que articule el cambio en la sociedad vasca.

En la entrevista que Otegi tuvo con el diario vasco, el exdirigente de Batasuna defendió que los vascos no estabamos de acuerdo con el modelo estatuario actual lo que era un gran fracaso de la estrategia de asimilación del estado. Este desacuerdo con el modelo estatal es, según Otegi, una gran victoria de la izquierda abertzale que debe saber administrar. Además, la solución pasa un Estatuto de 4 más el derecho a decidir. Para conseguir eso se necesitan dos factores: primero negociar y llegar a un acuerdo con el Estado y segundo formar un bloque progresista e independentista. Otegi quiere liderar esa alternativa al PNV, partido que según ellos no es lo querían que fuese, y vertebrar el cambio de escenario político vasco. Por otro lado, de cara a las próximas elecciones vascas, Otegi sostiene que intentarán estar en las instituciones ya que Herri Batasuna nació para tomar parte en ellas y por eso harán un esfuerzo para intentar concurrir a los comicios. Aun así, Otegi admite errores, sin profundizar demasiado en ellos, y defiende que la base de ese cambio político que intentarán desde las instituciones parte de la profundización de lo hablado en Loyola. Y es que según Otegi, estamos en un cambio de “escenarios”. Para Otegi, si el estado quiere una salida democrática al conflicto este debe explicar al pueblo español la raíz política del conflicto, “independientemente de la lucha armada o como dicen ellos el terrorismo”, ya que este se solucionaría en términos políticos por la vía de la negociación y el acuerdo.

A mí, la entrevista mascada y no me aporta nada nuevo. Otegi debe haber quedado amnésico perdido después de salir de la cárcel. HB tiene menos fuerza que hace 20 años y las alternativas que presenta ahora, el Estatuto a 4, son el fracaso puro y duro de una estrategia sin pies ni cabeza. En Txiberta se opusieron a participar en las instituciones políticas y lo demostraron durante muchos años. Ahora, según Otegi, han nacido para participar en ellas. Ver para creer.

Aparte, su análisis sobre la situación vasca es surrealista: no nombra ni una sola vez a ETA (directamente) y se ve de lejos que van a intentar utilizar a ese "polo soberanista" no como medio, si no como fin, para hacer tragar a una parte del nacionalismo vasco sus postulados como ya intentaron en Lizarra. Esos postulados no contemplan como problema la existencia de un grupo armado que se llama ETA y que mantiene amenazado a gran parte del pueblo vasco. Ya pasó en el "Nazio Eztabaidagunea" y volverá a pasar con la mesa de Maltzaga. Otegi sigue erre que erre con su palabrería vacía y su cínica retórica que apela al diálogo y la negociación pero que, en realidad, no es más que ruido ambiguo que lleva el viento. No tienen credibilidad. En la T-4 quedó clara la posición de E.T.A., matando a dos ecuatorianos, y luego más tarde se reafirmó cuando asesinaron a Isaías Carrasco. Ese día en que el mundo de Batasuna, el que busca la resolución del “conflicto” por vías democráticas, quedó callado.

Por último, y como muestra del autismo político de ese mundo, Otegi sigue hablando de victorias de la izquierda abertzale cuando hay más presos y menos votantes que antes de Lizarra-Garazi.

Lo dicho, surrealista.

PD: Gaur Mikel Laboa hil da. Goian bego.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Los tiempos se transforman

No sé si es sólo una apreciación mía, pero desde hace un tiempo he notado como las estructuras tradicionales de representación ciudadana están a la baja. Los sindicatos o partidos políticos cada vez enganchan menos y sobre todo a los jóvenes que pasan de la política. Eso se nota en las elecciones. La abstención es cada vez más alta. Además, el voto ya no es tan fiel como antes y muchos ciudadanos eligen según les conviene a su representante. Eso es que votan a quién creen que va a defender mejor sus derechos sin mirar a qué partido pertenece. Sin embargo, hay otro voto en alza: el voto a la contra. Esta clase de fenómeno ha ocurrido en estos últimos años en Francia, España o Estados Unidos. Los votantes, ante el peligro de que saliese elegido alguien que no deseaban, daban su confianza a su máximo oponente. En Francia ocurrió con Chirac que arrasó en la segunda vuelta a Le Pen con la ayuda de algunos votos socialistas o comunistas. En Estados Unidos ha ocurrido algo parecido ya que muchos americanos no querían otro nuevo Bush y han dado la oportunidad a Obama para presidir el Gobierno. Con Zapatero, tres cuartos de lo mismo.

¿Por qué ocurre? Desde hace un tiempo noto la falta de líderes carismáticos que enganchen al pueblo o, al menos, a sus votantes. No hay un Hitler que enloquezca a las masas o un Lutter King que conciencie a los ciudadanos o, para acercarnos a la realidad vasca, un Arzallus que “enchufe” a sus militantes. Las guerras partidistas e intrapartidistas y mala fama de la clase dirigente han dado al traste con los líderes carismáticos. Nadie quiere arriesgarse a salir de la foto o, simplemente, repiten los mismos lemas para que calen en la sociedad. De todos modos, no todo es culpa de los dirigentes. En el subconsciente social está instalada la idea de que estos pueden solucionar los problemas de la ciudadanía de la noche a la mañana. Se piensa que en 4 años se pueden solucionar problemas perpetuados en la sociedad. Además, la caída del comunismo ha acabado con la alternativa a este sistema. Un sistema que hemos asimilado con sus fallos y defectos y sus valores que han sido interiorizados. Eso lleva a un estancamiento social. A los sindicatos no se les oyen y los partidos son cada vez menos ideología. La izquierda está en crisis de identidad y el modelo ultraliberal campa a sus anchas sin oposición ninguna. Eso desilusiona al pueblo que piensa que la política no sirve para nada. Asimismo, ese pasotismo se convierte en indiferencia y eso conlleva que la gente deje de participar en partidos, sindicatos o en las elecciones. No obstante, han salido nuevas organizaciones, como ONG’s, que han recalado a una parte de los desilusionados. Son organismos centrados en la ayuda directa y la solidaridad con el prójimo (adoptar niños, luchar contra el cáncer).

En mi opinión, creo que la ciudadanía busca ver su trabajo plasmado y por eso las nuevas organizaciones tienen tan buen calado social. Además, estas no están manchadas por actuaciones perniciosas. Sin embargo, la falta de alternativas políticas, ya sea con nuevos partidos o propuestas, lleva a una desilusión social. Es un desinterés social claro ya que ven la situación estancada, sin posibilidad de drásticos cambios. Aunque es necesario resaltar que los ciudadanos no reflexionamos sobre lo que cuesta cambiar a una sociedad o, mejor dicho, la transformación social. Ya que pienso que las cosas no cambian, si no que mutan. También hay que recordar que las cosas no ocurren de la noche a la mañana y homenajear a quienes con su vida pusieron su granito de arena por llegar hasta donde estamos.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Han detenido a Txeroki

Con esa noticia me desperté el lunes a las siete y media de la mañana. Habían detenido al número uno del aparato militar de E.T.A., el más intransigente y al que más se buscaba. Además, se le metía en todas las salsas: desde la ruptura de la última tregua hasta en el asesinato de dos Guardias Civiles en Capbreton. Garikoitz Aspiazu era además un personaje enigmático del que se sabía bien poco más que sus estudios, su forma de ser introvertida y su meteórica carrera en E.T.A.. Todos estábamos contentos: políticos, empresarios, ciudadanos pensábamos que era un paso adelante, y lo es, pero algunos nos lo quisieron vender como definitivo: como un “antes y un después” en la banda terrorista. Sin embargo, todos sabemos que ya tiene sucesor.

Aitzol Iriondo se supone que ha relevado al bilbaíno en la dirección del aparato militar de E.T.A.. Se supone que, como los nuevos miembros del grupo terrorista, Iriondo viene de la kale borroka y es poco amigo del diálogo. Vamos, otro intransigente que cree que se puede liberar a Euskadi (Euskal Herria ahora) por medio de la violencia. Por lo que se supone, por ende, que las cosas no van a cambiar mucho. Puede que este sea más abierto o menos violento, pero no creo que tenga ganas de acabar con esto de una vez por todas. No le veo anunciando en Gara o Berria o ante las cámaras de EiTB el fin de la lucha armada de E.T.A., ni siquiera le veo en una mesa de negociación. Sólo le veo preparando nuevos atentados.

La detención de Txeroki es vital para el debilitamiento de la estructura de la banda., pero es ingenuo o cínico vendérnosla como el principio del fin de la actividad macabra de E.T.A. Todos sabemos que han descabezado incontables veces a la organización. Por eso, es importante explicar que cada vez que se detiene a algún miembro de E.T.A., hay otro nuevo trabajando para matar a gente y sembrar el pánico en la sociedad vasca. Es muy fácil buscarse el mérito, pero es bastante más complicado explicar lo cruda que es la realidad vasca.

martes, 11 de noviembre de 2008

Mejor solo que mal acompañado

No me ha extrañado un pelo la decisión que ayer tomó la ejecutiva de Eusko Alkartasuna. El no ir en coalición en estas elecciones autonómicas entraba dentro de las especulaciones preelectorales. Hacía ya un tiempo que los hombres de Unai Ziarreta llevaban intentando distanciarse del partido Jeltzale con un discurso calcado al de HB en el que no faltaban los tópicos habituales del mundo radical. Begoña Errazti en uno de sus mítines acusó a Josu Jon Imaz, por aquel entonces presidente del PNV, de buscar cómo mantener el “negocio” (al más puro estilo HB) y estos últimos días Rafa Larreina ha acusado a sus socios de Gobierno de negar el "derecho a decidir" con el concierto económico. Además, Eusko Alkartasuna se ha intentado erigir como el defensor más firme de la Consulta propiciada por Ibarretxe situándose por encima incluso del propio Lehendakari. No obstante, en las siguientes elecciones van a darle la espalda. A él y a su proyecto.

Esta decisión llega a destiempo. Este no era un momento para distanciarse, si no para converger. No era tiempo para partidismos ni sectarismos. Patxi López acecha y E.T.A. no para. Una consulta prohibida y dos intentos de masacre contra la Ertzaintza y contra la Universidad de Navarra. Para contrarrestar a esos dos extremos, se necesita un Gobierno que dé estabilidad a este País: una centralidad que equilibre a esta sociedad plural. La coalición PNV-EA, con Ibarretxe a la cabeza, representaba ese concepto, aunque a veces faltase algún elemento que cohesionase la relación entre Gobierno Vasco y Gobierno español como pactos concretos con el PSE-EE en temas de desarrollo estatutario ya que son ellos los que tienen la sartén por el mango. Aunque muchas veces parece más una franquicia que un partido político puesto que están a lo que se dice desde la sede madrileña de la calle feraz.

Ante esta situación de soledad, el PNV tiene que ahondar en los problemas reales de la sociedad vasca como la crisis económica y encandilar a los jóvenes con su proyecto. Además, el partido jeltzale debe buscar nuevas formas de Gobierno y el desarrollo del Estatuto puede ser clave para futuros pactos. Transferencias sobre materia laboral serían imprescindibles para luchar activamente contra el paro. No obstante, no debemos olvidar que hay una Consulta prohibida ni tampoco nos podemos olvidar que Eusko Alkartasuna ha sido el que ha dicho que no. A veces parece que es mejor ir solo que mal acompañado.

jueves, 6 de noviembre de 2008

La globalización en la política

Hace unos días leía en el blog de internet Gipuzkoatik que los guipuzcoanos conocían más a Barack Obana que a Markel Olano, presidente de la Diputación de Gipuzkoa (algo así como el presidente de la provincia). Algo que no me extrañó lo más mínimo. La proporción en la que aparecen nuestros dirigentes en la televisión, el medio con más seguimiento, es mucho menor que la proporción en la que parece Obama. En las últimas elecciones estadounidenses parecía que nos jugábamos el futuro. Los informativos estaban todo el día arriba y abajo con lo que había dicho el uno o el otro o las estimaciones de voto o reportajes especiales. Hubo un despliegue mucho mayor que en cualquier elección. Además, la gente hablaba de ello sin parar, hasta parecía que las votaciones ocurrían aquí. A veces se podía llegar a pensar que iba a ser nuestro presidente. La ciudadanía estaba volcada con el demócrata y ayer, el día de su triunfo, la gente no hacía más que congratularse por ello. Pocas veces he visto a la gente tan involucrada con unas elecciones que este año con las estadounidenses. Internet, el medio en auge, tampoco se ha quedado corto. Todas las páginas web que se dedican a la actualidad mundial tenían algo referente a las elecciones estadounidenses. Y cuando digo “algo” no me refiero a cuatros líneas en una esquina, si no a muchos artículos, reportajes y noticias sobre la campaña y el desenlace de esta. Era casi imposible abstenerse ya que por todos lados aparecía algo sobre Obama o favorable a él. Es el nuevo icono mediático y parecía el nuevo Mesías. Esto me parece preocupante: se da más importancia a lo que ocurre a miles de kilómetros que a lo que ocurre aquí.

Esta encuesta no desvela nada nuevo. Desde hace años vivimos a la sombra de lo que ocurre en la superpotencia mundial y nos olvidamos de qué aquí también vivimos. Pensamos que lo que ocurre a miles de kilómetros nos atañe más, sólo por el hecho de que conocemos a sus actores y porque nos lo ponen a todas horas por la televisión. Por ejemplo: todo el mundo conoce la mentira de las bombas de destrucción masiva o la guerra contra Afganistán. No obstante, pocos saben qué factor juegan las Diputaciones Forales o qué es la fusión de cajas. Por no hablar de los proyectos como el Tren de Alta Velocidad, sólo se conoce el recorrido, o el super-Puerto de Pasaia o planes del Gobierno Vasco sobre vivienda o juventud. Sólo conocemos la superficie, como mucho, y no han derrochado tanta tinta como la elección del presidente de los Estados Unidos. Es cierto que es el presidente de la primera potencia del mundo, pero es también cierto que hay que saber vivir aparte, aunque su mandato nos rebote. Estamos en una época de crisis económica y las medidas que tome pueden ser importantes para nosotros, no obstante, si nos pasamos mirando a qué hace nos hundiremos en la miseria. Porque los medios nos muestran mayoritariamente qué ha ocurrido en Estados Unidos. Nos pasamos horas y horas escuchando que Lehmann Brothers ha quebrado, pero no nos explican que aquí los bancos funcionan de manera diferente. No nos hablan apenas de recesión económica, sólo se oye que hay paro en aumento pero no se da publicidad a las medidas del Gobierno y las Diputaciones. Tampoco nos explican que en una economía global como la nuestra, lo que hagan los gobiernos es bien poco porque el capitalismo neoliberal es incontrolable. Que el Estado apenas interviene y que el mercado se autorregula y que eso ocurrió gracias a los Estados Unidos.

Somos el fruto de una información superficial. Sin reflexión. Tenemos unos medios que nos merecemos. Unos medios que premian la imagen ante el mensaje, que crean iconos a los que desviar toda la información. Sin noticias locales o provinciales, sin crónicas sociales o reflexión política, con unos debates que muchas veces parecen peleas barriobajeras, con periodistas que no saben explicar ni conocen el tema que abordan, sin especialización ninguna y sobre todo interesada. Nos obligan a estar con uno o con otro, sin explicar, simplemente posicionándose, mintiendo u obviando información. Jugamos a ser maniqueísta sin ni siquiera intentar ser objetivo u honrado. Es la época de la globalización en la política: lo grande come a lo pequeño, lo internacional come a lo local, somos los buenos o los malos. Sin contrastes. Los vascos nos identificamos más con Obama que con Ibarretxe y votaremos, en muchos casos, según quien se parezca más al senador de Illinois. Sin reflexionar sobre el pasado o a quien representan. Es la era de la imagen y el fondo es secundario. No importa tomar una decisión u otra, si no aparentar que es la correcta.

martes, 4 de noviembre de 2008

La muerte

Hacía un tiempo que no escribía en el blog, entre las clases, los trabajos, la “chavala” y demás, no he tenido demasiado tiempo para dirigirme a Internet con algo nuevo. Sin embargo, hoy voy a romper ese “silencio” para hablar sobre un tema que nos toca a todos por igual: la muerte. La muerte es el fin de la vida. Cada cultura tiene su interpretación, algunos creen que después de fallecer se va al cielo, otros que se va a otro cuerpo y otros que no hay nada. La verdad, no lo sabremos hasta fallecer. No obstante, yo me inclino por la última. De todos modos, hoy no tengo ganas de filosofear sobre qué hay después de la muerte si no sobre el óbito en sí. Del momento. Porque a mí me da bastante respeto el hecho de que sé que voy a morir. Se me estremece el cuerpo al saber que mi corazón algún día se detendrá. Es algo imparable que tarde o temprano me vendrá y de lo que no puedo huir.

El día que fallezca no sé cómo será. Siempre he pensando que es un día que ya he pasado. Será el 25 de octubre o el 6 de junio, pero ese día ya lo he vivido aunque sea en otro año. No sé si moriré sufriendo, si moriré placenteramente o será un accidente el que me lleve por delante. Hay muchas combinaciones aunque el resultado seguro es la parada cardiorrespiratoria. ¿Hará buen tiempo? ¿Llorarán? Quién sabe, lo único posible es que esté postrado en una cama sin saber que voy hacia el otro lado. Sin remisión. Puede que no haya más lados, si no que se acabase. Pero como antes he dicho, no quiero hablar de creencias si no de realidades. Moriremos, sí, ¿pero cómo? Habrá alguien para sustituirnos.

Yo siempre he querido morir el último. No es por batir record, ni por romanticismo, si no porque me dolería ver a la gente sufrir por mí. Lo detestaría. Preferiría casi me ignorasen. Es algo muy serio como para no tomárselo a risa. Además, siempre habría más de uno que sólo se acordarían de mí y lo bueno que soy (fui) ese día. Podría decírmelo en vida y subir de esa manera mi autoestima. Del funeral poco. “Sarri sarri” y el himno del Athletic. ¿Entierro? Como vean, si quieren tirarme a los perros, allá ellos. No problema. Quizás a mis allegados no les haga gracia. En otro caso, si quieren tenerme cerca o bajo tierra, que me entierren en Arrankudiaga con mi aitite (si no quedan lápidas libres) y así descansaré en paz a su lado. No pude conocerle, pero, ¿qué mejor ocasión que el fallecimiento de uno mismo para encontrarse con sus seres queridos? Por mucho que no supiera uno quién fue, por mucho que no sepa uno que significa para mí.

martes, 21 de octubre de 2008

El estado de las cosas

Hemos tenido que escuchar constantemente que los nacionalistas vascos nos pasamos la legalidad española por donde amargan los pepinos. Hemos tenido que escuchar mil y una veces que los nacionalistas vascos somos unos soñadores y que nuestro estado no se sostendría económicamente. Hemos tenido que escuchar tantas memeces que dan ganas de dejar de escuchar a todos estos sabelotodos que hablan por hablar. Porque muchas veces hablan sin saber y otras sin pensar. Sin saber porque nunca sabremos que pasaría en una Euzkadi libre y soberana y sin pensar porque si reflexionasen un segundo se darían cuenta de que lo enunciado no es cierto. Los únicos que hemos pedido el desarrollo del Estatuto de Gernika por completo, siguiendo al imperio de la ley que lo homologa, hemos sido los nacionalistas vascos. Hemos sido nosotros los que hemos tenido que rascar en Madrid para que nos diesen unas migajas de lo que nos corresponde. La última vez ha sido la semana pasada cuando hemos conseguido, tras arduas negociaciones, la transferencia de 85 millones de euros para Investigación y Desarrollo. A pesar de que la ministra Garmendia dijese que era negativa para los vascos y a pesar de los pesares lo hemos conseguido. Pena no habernos traído también la de Seguridad Social, otra vez será. Cuando los presupuestos no vuelvan a cuadrar y una crisis medie. Ya contaba Anasagasti como consiguieron la transferencia de aguas.

Aun así, los nacionalistas vascos no nos vendemos lo suficiente. Pienso que con una gestión económica como la del Gobierno Vasco, bastante brillante, nos podemos llevar un varapalo en las elecciones. La Consulta pesa mucho y la prohibición del Tribunal Constitucional también. Además, la propaganda de Patxi López con su discurso ‘guay’ y falso es atractivo para unos jóvenes más preocupados en lo que les atañe que en cuestiones identitarias. Unos jóvenes desideologizados que piensan que el bienestar en el que viven vino del cielo, sin reconocer a los que durante 30 años han llevado responsablemente el Gobierno Vasco situándonos a la cabeza de Europa económicamente hablando. Un Gobierno que ha vivido cojo ya que muchas de las competencias que le corresponden le han sido amputadas y aún no han sido devueltas. Un Gobierno que vivió una dura reconversión industrial y que tuvo que patearse medio mundo en busca de inversiones mientras otros cerraban la margen izquierda y se jactaban de políticas de Industria sin industria sin mostrar alternativa alguna.

Este es el Estado de las cosas. Una Estado que no quiere dar lo que debe y un Gobierno que tiene que mendigar lo que le corresponde. Y así seguiremos otros 30 años, por lo menos, estancados en discusiones estériles que no llevarán a nada. A pesar de que tengamos razones para seguir discutiendo. Porque hay que seguir creciendo, pero sin perder el tiempo en cosas que hoy por hoy son improbables y que por una mala pata pueden llevarnos a la oposición. Tenemos que vendernos bien, como lo que somos: el futuro de Euzkadi y la garantía de su desarrollo. No porque los demás planteen lo contrario, si no que para nosotros es prioritario.

lunes, 13 de octubre de 2008

Patriotismo de pata negra

Como cada 12 de octubre, el ejército español desfila por las calles de Madrid en el día de la Hispanidad como garante de la unidad de España. Un país que el año pasado estaba en peligro de destrucción según los más puritanos y que este año también. El año pasado preocupaba lo blando que era el Presidente con los terroristas y este año que al principal líder de la oposición las cuestiones de Estado le parecen un coñazo. Pura demagogia. Ni Zapatero iba a romper España, ¡faltaría más!, ni a Rajoy le importa un comino que ocurre en su sacrosanta e inamovible patria. No obviemos que el año pasado salió en un vídeo pidiendo a la gente que celebrase el día de la patria como si fuesen las fiesta patronales colgando banderas en las ventanas. Algo muy loable por cualquier persona que respete los otros nacionalismos, que los hay, pero peligroso cuando el garante de esa unidad empuña una metralleta. Porque los que garantizan la unión a España, según su constitución, son los militares representados por una cabra. Por eso se confunde el día nacional con el día de las fuerzas armadas. Algo que podría ser anecdótico si no fuese porque esas fuerzas armadas han representado al españolismo más salvaje e intolerante. Ese patriotismo de pata negra que cree a su país superior y que niega el patriotismo a quien disiente de su manera de concebir el país. Esos que gritan que se muere un país cuando se descentraliza o esos que con las armas pararon el progreso allá por el 36. Un progreso olvidado en fosas comunes, mientras que los “pata negra” son beatificados. En pleno siglo XXI me parece grave que el garante de la soberanía nacional de un Estado democrático sea el ejército y no lo sea el pueblo con sus votos. Porque lo más normal sería organizar manifestaciones para celebrar el día de la Patria, como ocurre en Euzkadi o Catalunya, y no pegar tiros al aire y alardear de “cohone” o de quien ama más a la patria o al nacionalismo estatalista.

Pero el nacionalismo español, que aunque para algunos no exista sale a la palestra cada dos por tres, es un nacionalismo excluyente. No acepta que en su Estado-Nación haya otras nacionalidades aunque su Constitución así lo explicite y niega la existencia de Pueblos reconocidos por la historia. Este nacionalismo español pinta un Estado monocolor, basado en Castilla y Andalucía. Un Estado centrado en Madrid con una estructura heredada del franquismo y con unas cortas reformas que no satisfacen a casi nadie ya que a algunos les parece poco y a otros mucho. No obstante, el inmovilismo une a todos los nacionalistas españoles. La congelación de los estatutos y su defensa acérrima suenan a un “lo maté porque era mío”. Pero esta es la hipocresía de un nacionalismo caduco y estancado en Isabel y Fernando que piensa que España está por encima de todo, hasta de sus ciudadanos. Porque España está por encima de todo, hasta de las libertades, y quien no crea en la unidad sacrosanta del Estado, una estructura artificial y cambiante, no tiene sitio en ese proyecto. Es un Estado hecho para los que se sienten españoles, como todos los regímenes anteriores. Propugna un Estado donde una mayoría arrolla a una minoría y la obliga a ser algo que quizás no desea. Un ‘café para todos’ impulsado por el centralismo más autoritario y dogmático que sólo ofrece sonrisas pero que no da más que negativas a cualquier desarrollo. Un Estado sin singularidad ninguna e irrespetuoso con las Leyes Antiguas de los vascos.

Por si fuera poco, no hay alternativa. Tanto desde la izquierda como desde la derecha nos ofrecen lo mismo: españolismo excluyente. No hay más que escuchar a Leyre Pajín con su tono cabreado y de chica con la lección bien aprendida echando la bronca a Mariano Rajoy por afirmar que el desfile era un “plan apasionante”. Es triste que un Estado base su unidad en un Ejército. El nacionalismo militar es peligroso y más si los jóvenes no hacen nada por cambiarlo. Se ve que algunos, debajo de la chaqueta ‘progre’, esconden un nacionalismo de pata negra. Menos mal que otros defendemos un nacionalismo cívico y humanístico donde la base es el ciudadano.

viernes, 3 de octubre de 2008

La importancia del pasado.

Euzkadi está de luto. Jokin Intza, antiguo luchador, ha fallecido. Él fue “El Gordo”, así le apodaban los que le conocieron por su físico, y luchó por Euzkadi durante el franquismo ya fuera en su país como fuera. Vivió el exilio en Venezuela y ahí trabajó para recaudar dinero para sacar adelante proyectos como Radio Euzkadi, embrión de Radio Euskadi, la revista Gudari u otros libros. Además, participó en la Huelga General del 47 contra el régimen franquista y visitó varias cárceles. También murió hace poco Pello Irujo, antiguo burukide del PNV en Navarra y exdirigente de Eusko Alkartasuna. Nacido en el exilio, habitó también Venezuela donde trabajó para Radio Euzkadi en el exilio como locutor en onda corta (Txalupa) y además, fue uno de los organizadores de la vuelta de su tío Manuel en 1977. Unos meses antes, en mayo, Sabin Zubiri nos dejó. Era uno de los pocos que conocía el paradero del cadáver de Sabino Arana. Era, además, la mano derecha de Juan de Ajuriaguerra, referente histórico de la resistencia vasca al franquismo. Pero, ¿por qué quiero recordar a estos personajes de la historia reciente de nuestro país?

Muchas veces se dice que para entender el presente hay que estudiar el pasado y ellos lo son. Son el pasado de muchos nacionalistas vascos por su persistente lucha contra un régimen totalitario que arrasó con lo que pudo y al que pocos se atrevieron a plantarle cara. Porque ellos lo hicieron y por ello deben ser un referente obligatorio para nosotros, el futuro del nacionalismo vasco. Porque cada uno desde su posición, trabajó con insistencia para el fin de la dictadura y la supervivencia del nacionalismo vasco: ya fuera desarrollando medios de comunicación alternativos o simplemente, siendo la mano de derecha de un resistente nato como Juan de Ajuriaguerra y escondiendo propaganda. Esta generación de viejos patriotas forjados en la lucha por la liberación de su pueblo nos está dejando. Ellos fueron los herederos de grandes referentes del nacionalismo vasco como Manuel de Irujo, Xabier Landaburu o José Antonio Aguirre. No obstante, estos resistentes del franquismo han muerto en silencio. El silencio de 40 años de lucha olvidados. Porque los jóvenes de hoy en día creemos que todo viene hecho, pero olvidamos que nuestras libertades y bienestar son fruto del trabajo de muchos patriotas que dedicaron su vida en sembrar lo que hoy recogemos. Y aunque el resultado no sea todo lo bueno como queremos y quisieron, no podemos olvidar su esfuerzo.

Por eso, creo vital que las nuevas generaciones conozcan a algunos de los muchos héroes que han pasado desapercibidos en la historia de Nuestro País. Porque la ideología que hoy defendemos los nacionalistas vascos, es la herencia que nos dejaron aquellos que hoy mueren en el silencio. Sin ellos, el nacionalismo vasco no sería lo mismo. Porque ellos nos dejaron un legado humanista, de lucha sin violencia, y trabajo por el bienestar de nuestro Pueblo . Sin imposiciones, pero con trabajo y decisión. Porque, como dijo Landaburu en su “Causa del Pueblo Vasco” el Pueblo Vasco destaca por su honestidad. Y no la debemos perder, ni el desarrollo económico, político y social que hemos vivido en nuestro cercenado País gracias a las instituciones vascas, ni que debemos seguir adelante en la construcción del Estado Vasco.

Hasta el día de la liberación y aunque no tuve la oportunidad de conoceros, descansen en paz (G.B.).

martes, 30 de septiembre de 2008

Consumo y libertad

Es bien notoria la frase escrita por los nazis a la entrada en sus campos. “El trabajo os hace libres” es una frase dolorosa por todo lo que entraña (las salvajadas cometidas tras esas puertas), pero no hay que olvidar su significado: la esclavitud existió durante el siglo XX. Aún hoy en día existe en muchos países. No obstante, en el primer mundo se dice abolida a pesar de la nueva crisis que va a apretar las tuercas a los trabajadores mientras que ayudará a los que ganan mucho dinero. Aun así, los desastres seguirán y la miseria crecerá. Joseba Egibar lo explicó muy bien el otro día en el Parlamento Vasco, hemos creado una dependencia de los países emergentes. El Estado Español tiene la balanza comercial más desequilibrada del mundo y sólo es comparable con la estadounidense. La política del “boom” inmobiliario ha explotado y el Estado se ha hecho dependiente de los países que exportan materias primas. Eso es, que cuando esos estados cierren el grifo no habrá agua. Menos mal que en Euskadi hemos seguido una política industrial y algo menos nos resentiremos.

Aun así, esto no es lo peor que nos puede ocurrir. Vivimos en una sociedad en la que el consumo es uno de los pilares que sujetan nuestras relaciones. Los individuos, algunos, buscan arreglar sus problemas a través de la compra. Por ejemplo, es muy conocido el tópico, que como todos los tópicos tiene algo de cierto, que muchas mujeres cuando pasan una época dura en sus vidas acuden a las tiendas para saciar su ansiedad. Cada vez se consume con menos criterio. Los individuos compramos cosas que no nos sirven para nada. Bien es cierto que el poder de la publicidad y la sugestión es muy fuerte, pero los jóvenes nos hemos vuelto débiles y caprichosos. La mayoría hemos vivido épocas de bonanza en las que podíamos conseguir cualquier bien material sin problemas. Además, hemos crecido rodeados de marcas que convertían lo innecesario en imprescindible y que daban a cualquier producto otro uso. El consumo, pues, ha sido una constante en nuestra vida. Hemos vivido consumiendo y nos ha consumido. Porque hemos decidido dejar a un lado los bienes inmateriales para quedar con los materiales. Ahora todo es dinero. Todo se compra o se vende y tiene su precio. Es grave. Olvidamos nuestro ser por consumir. Un pueblo que consume feliz es un pueblo fácilmente manipulable. En China no se habla de derechos en la sociedad emergente porque consiguen saciar sus ansias de libertad con objetos. Pero en los países occidentales también. Ahora todo es imagen sin fondo. Todo es forma y eso es peligroso. Las rebajas mueven a más gente que las elecciones e interesan más. Estar guapa es una prioridad. Antes que ser inteligente se quiere ser bella. No hay más que ver los trastornos alimenticios que acarrea. ¿Acaso han visto a alguien con depresión por ser idiota?

Si esto de la crisis es cierto, el día que no podamos consumir habrá un colapso social. El dinero lo mueve todo y la imagen lo esconde. Los medios ejercen, en muchos casos, su poder con los demás poderes. No hay contrarresta. Son todos contra uno, contra el individuo. Se acallan las voces de los pequeños y se magnifican las voces de los grandes aunque estas no digan nada. Todos conocemos las palabras del Ministro de Economía, pero, ¿alguien conoce la situación de Euskadi? ¿Alguien es consciente de que nosotros aguantaremos el tirón mejor que los vecinos gracias a nuestro Gobierno? No, casi nadie lo sabe. No interesa airearlo, es mejor hundir al contrario aunque sea para poder gestionar miserias. Vivimos sin Historia. Pero bueno, mientras la imagen perdure ante el discurso, después de tantos años de lucha por nuestros derechos históricos, los jóvenes podremos afirmar que “el consumo nos hace libres”.

martes, 23 de septiembre de 2008

La importancia del saber

El viernes pasado vi en Cuatro un documental sobre Jonny Kennedy. Era un inglés con una enfermedad degenerativa, por la cual; al tocar su piel, esta se caía. Además, tenía un cáncer terminal e iba a morir inminentemente. El documental relataba los preparativos de su funeral. El chico se lo tomaba con naturalidad. Tenía el cuerpo magullado y lleno de cicatrices y heridas. Sin embargo, conservaba un humor irónico espléndido y una concepción de la vida envidiable. Para él, creyente, en la vida había una misión: aprender. Me pareció curioso que no dijera algo referido a Dios si no que había que instruirse. Yo pienso igual. Creo que el aprendizaje es la base de nuestras vidas. Sin instrucción, nuestra existencia sería errónea, estaríamos estancados. La educación nos hace progresar, nos enseña a no cometer errores y no repetir caídas anteriores. Además, nos inculca valores que dan universalidad a nuestros pensamientos. El mundo va más allá de nuestras narices y nosotros, como dueños de nuestros actos, debemos interiorizarlo. Un mundo humano no puede ser un mundo lleno de egoístas. La solidaridad debe ser un valor permanente. Debería ser natural. Al igual que el respeto. Porque a veces no nos damos cuenta de que si otro humano está preso, nosotros también. La libertad es un término abstracto que incluye a la humanidad entera. Es un absoluto lleno de matices. El más importante es el respeto.

El aprendizaje debe enseñarnos estos valores: libertad, solidaridad y respeto. Pero debe resaltar que son universales. Puesto que lo que une a la humanidad entera es su condición animal. Somos salvajes por racionalizar. Aún, por mucho que nuestra soberbia nos lo haga creer, no hemos dejado de ser animales. Muchos de nuestros actos son impulsos. Sin reflexión. Y somos egoístas por naturaleza. Queremos nuestro propio beneficio. Es lógico porque somos seres individuales. Sin embargo, lo que es erróneo es creer que por esa condición tenemos derecho a pisar a otro humano. En ese momento, estaremos atacando a nuestra dignidad y a la Humanidad. Suena hiperbólico, pero no nos hemos dado cuenta de que jugamos en este mundo. Somos humanos y aunque parezca que nuestros actos no tienen importancia, la tienen. Lo que hoy hagamos tendrá eco en el futuro. Los errores del pasado seguirán ahí, no se podrán corregir pero se podrá evitar repetirlos. La memoria es importante, pero la sabiduría fundamental. Es lo que nos separa de los demás animales: nosotros adquirimos capacidades. Podemos aprender y desarrollar la materia gris. Sabemos matizar, comprender los diferentes puntos de vista y, sobre todo, tener empatía: sentir lo que siente el otro humano. Sin compadecernos.

Nosotros los humanos tenemos las llaves de este mundo. De nosotros depende el futuro de este planeta y de nuestra especie. No podemos seguir creando un mundo sin valores ni sabiduría. Nuestra cultura no puede obviar que los derechos son colectivos, que todos los avances que hoy disfrutamos y que nos parecen exiguos o anodinos son el resultado de muchos siglos de lucha contra la intransigencia. Por eso, no podemos quedarnos mirando al pasado, sin buscar comprenderlo, y sin pensar en el futuro. Sin reflexionar en los caminos a los que queremos llevar a nuestra civilización. No pensemos que el Nazismo no puede volver a ocurrir porque vendrá algo peor. No nos confiemos. No olvidemos que la Libertad es colectiva y que nadie podrá jamás legitimar la coacción como medio para convencer. Las pistolas nunca serán interlocutoras. Respetemos, reflexionemos y sobre todo, solidaricémonos con los que sufren. Nosotros somos los culpables de esta situación. Sin sabiduría y valores jamás la corregiremos. Aquí jugamos todos.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Radiografía de un anacronismo

Anoche, mientras la mayoría de jóvenes estábamos de fiesta y los no tan jóvenes dormían, un grupo de vascos intentó asesinar a otros. Primero, intentaron; y consiguieron, reventar la sede de la Caja Vital en Vitoria. Para ello, utilizaron un coche cargado de 100 kilos de explosivo que dañó ostensiblemente la fachada del edificio pero sin hacer daños en el sistema informático ni en la estructura del edificio. No hubo heridos. Un comunicante avisó a las 11’10 de la noche de la colocación del coche bomba. Se cargaron un edificio de sólo un año. Ahora, toca pagar al contribuyente los arreglos. Aun así, lo peor estaba por llegar.

A las 4’30 de la mañana en el pueblo costero de Ondarroa, delante de una comisaría de la Ertzaintza, han explotado 100 kilos de explosivo. Sin avisos, 10 heridos: 6 ertzainas y 4 personas que pasaban por ahí. Horrendo, pero más horrendas aún eran sus intenciones. Pretendían, por segunda vez, una masacre. Querían acabar con la vida del mayor número de ertzainas posibles. Por eso, utilizaron un señuelo: los cócteles molotov. El plan era claro, hacer explotar un coche con 100 kilos de explosivos mientras los ertzainas verificaban qué pasaba. Pero otra vez fallaron. Los ertzainas salieron hacia el lado opuesto de donde explotaron los artefactos incendiarios y así salvaron sus vidas. La explosión sólo hirió a 6 miembros del cuerpo. Por suerte.

No obstante, esta madrugada lo han conseguido. No ha habido suerte. E.T.A. ha asesinado a un militar en Santoña (Cantabria). Otra bomba, tres en dos días y a la tercera fue a la vencida. Una señora mayor está herida en el hospital. Un militar de vacaciones en Santoña que se queda sin vida, curiosamente, asesinado en la calle Carrero Blanco. Otra muerte que lamentar y ya van muchas. Es un sin sentido que perjudica a quienes queremos una Euzkadi libre. Pero así son ellos.

Estas bombas son un mensaje nítido: E.T.A. sigue despierta, tiene ganas de matar y, sobre todo, capacidad. Lo ha conseguido. Aun siendo en contra de la sociedad que dice defender que le da la espalda atentado tras atentado. Siguen sordos. No quieren escuchar al pueblo vasco. Encima, les ríen las gracias. Es curioso escuchar a HB, en lugar de hacer autocrítica a una estrategia política sin futuro alguno, se dedica a echar culpas a los demás. Son balones fuera, pero la gente está quemada. No queremos más muertes, ni ilegalizaciones. Queremos paz. Somos un pueblo de paz. Tampoco queremos que desde Cantabria nos digan estupideces. ¿Acusar al PNV y al Lehendakari? Váyase por donde vino Señor Revilla, es usted un demagogo o un estúpido. No valen disculpas. No lance piedras, cállese.

En fin, lo de siempre. Una espiral de violencia que no cesa y complica la realidad vasca. Con E.T.A. no hay salida. No escuchan ni respetan. Encima, las intromisiones ajenas caldean el ambiente. El único que puede ilegalizar un partido es un pueblo. Sólo él con sus votos puede deslegitimar a una formación. La prohibición no es el camino, sólo agudiza esta espiral de violencia y encarcelaciones. Demos la palabra al pueblo. Hablemos todos.

PD: Los dos primeros párrafos los escribí antes del atentado de esta madrugada. El título también.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Las ondas maniqueístas

Estaba claro que algún día tenía que reventar y así ocurrió hace bien poco. Javier Clemente reconoció en rueda de prensa que “egoístamente le hubiera venido bien la muerte de Manolo Lama” porque “le ha dado mil palos, le ha intentado echar de mil sitios y hasta que le peguen palizas”. Además, explica el de Barakaldo que cuando el periodista de la Ser sufrió un accidente en el que estuvo al borde la muerte, él le envió ánimos. En pocas palabras, que se arrepiente de haberle deseado una pronta recuperación cuando no ha hecho más que darle palo sí y palo también. Todos lo entendimos, salvo los periodistas de la Ser y demás cortesanos que tergiversaron las palabras del técnico del Murcia y convirtieron su comentario en deseos y le achacaron querer que Lama hubiera muerto. Además, en su tono verbenero y poco gracioso intentaron humillar al técnico vizcaíno en sus informativos y programas. Imaginaban que hubiera pasado si el periodista hubiese fallecido y hasta Iñaki Gabilondo entró al trapo y atacó a su paisano.

Esta actitud prepotente no es nueva en una radio que cada día se vuelve más autista en un clima de autosatisfacción y altanería provocado por sus excelentes audiencias. Su autosuficiencia les ha hecho perder mucha calidad. Sin una emisora que les haga sombra en oyentes, tienen campo suficiente para hacer y decir lo que les venga en gana. Además, su monopolio de las ondas les hace creerse con todo el derecho a meter mano allá donde les viene en gana. José Ramón de la Morena es el mejor ejemplo. Desde su pulpito a las 12 se rodea de amigos y cortesanos, que dicen lo que él quiere escuchar, para acusar e intentar boicotear a quien le disgusta. Villar, Clemente o la Federación de Tenis han sido sus blancos preferidos, todo para poder colocar a sus amigotes. Con su asquerosa verborrea, digna de quien se cree superior a los demás, critica e intenta hundir sin piedad. Así lo hizo con Padilla y con Gurpegi. “El bizco” trata a sus entrevistados con una actitud paternalista. En sus entrevistas formula sus preguntas con un tono que recuerda al de un periodista que entrevista a un crío que sale por primera vez en la radio. Además, intenta “coleguear” con el entrevistado para que todos notemos lo enrollado que es. Pero nada más lejos. Este despotismo encubierto queda ilustrado con la continua publicidad que hace de los torneos que organiza y de sus negocios y amigotes. Habla de Estepona, del torneo de Brunete y del golf en un programa supuestamente deportivo que a veces más bien parece el “sarao” de un marqués. Se cree invencible y comete los mismo errores que cometió José María García.

Y es que los Deportes de la Ser parecen “Salsa Rosa” en estos últimos tiempos. Han sustituido su función informativa por el sensacionalismo puro y duro y el enchufismo. Nos intentan meter al Madrid por los ojos. Además, se entrometen allá donde pueden buscando el control y el poder. Con la selección española así lo intentaron. Querían que Luis Aragonés hiciera lo que ellos mandaban e intentan vendernos su “patriotismo de jamón serrano” cuando para ellos es un negocio. Sólo buscan su propio rédito y no les importa escamotear a quien sea con tal de conseguirlo. Así intentaron boicotear a Luis Aragonés, como a Clemente y como a otros presidentes de clubes de fútbol que no se someten a su voluntad. También lo intentaron con la Federación española de fútbol, atacando a Villar por medio del Athletic. Sin ética ninguna, tergiversaron las palabras de Mejuto González a Etxeberria para atribuir la salvación del Athletic, equipo en el que jugó Villar, al presidente de la Federación española y así acusarle de meter mano en la competición. Por no hablar del nivel intelectual, digno del españolismo cateto del que se sienten orgullosos algunos. Grandes intelectuales y entendidos como Tomás Guasch, conocido por su anticatalanismo, madridismo desaforado y su payasadas, o Poli Rincón un exfutbolista con madera de cómico que no tiene ni puñetera gracia. También cortejan Manolo Lama, otro forofo a los micrófonos, y Pepe Domingo Castaños que se maneja bien en los micrófonos y es de lo poco que se salva de esta jungla.

Muchos se quejan del bajo nivel de España o de su ombliguismo. Pero viendo quién manda en Deportes es comprensible el paletismo hispano, ese que antepone los “cojones” al cerebro y se cree superior por ser español. Mucho se ríen de los vascos (nacionalistas vascos) y de los extranjeros; haciendo gracias de listillo con los nombres, pero los verdaderamente humillados son ellos. En vez de lanzar un periodismo reflexivo y pedagógico que intente que el oyente entienda los entresijos del deporte, lanzan exabruptos llenos de intereses y veneno y hacen apología de los más castizo y rancio: la España de bombo y pandereta. Así les va y que les aproveche que yo me quedo con Clemente.

Por cierto, nos deben 15 millones de euros. ¿A que de eso no hablan?

lunes, 15 de septiembre de 2008

División y confrontación

Es bien sabido que el argumento principal de los partidos españolistas para oponerse a cualquier avance en el autogobierno de la C.A.V. es que divide. Se refieren, más exactamente, a que divide a la sociedad entre los nacionalistas y no nacionalistas, lo que mejor explicado es: los nacionalistas vascos y los nacionalistas españoles. En otras palabras, los que están a favor y en contra de conseguir la independencia de Euzkadi. Opción legítima de todo pueblo. Aunque yo creo que a lo que se refieren es a la confrontación de dos ideologías como si fueran a desembocar en una guerra civil. Si no, no me lo explico de ninguna manera. ¿Cómo van a tener miedo a la división?

La libertad de expresión y de pensamiento, exige al pueblo la obligación de respetar al que no opina de igual manera. Lo cual quiere decir, desde otro enfoque, que no todos vemos las cosas de la misma manera y eso es que hay división de opiniones. En una sociedad heterogénea, como se pretende esta, democrática y liberal la división es una obligación. Una sociedad homogénea es una sociedad totalitaria donde todos los ciudadanos deben pensar de una manera concreta y entender la vida desde un prisma gubernamental. Una sociedad como la de 1984 o la de Un mundo feliz de Houxley. ¿Acaso queremos una sociedad adormecida y uniforme? Parece que algunos sí, quieren una sociedad uniformemente española.

Aun así, creo que Zapatero y compañía confunden división con confrontación. Piensan que si se convoca una consulta habrá una confrontación entre nacionalistas vascos y españoles. Yo, personalmente, no lo creo. No la hubo con Basta Ya y cía, cuando el Gobierno Español provocaba sin parar, y no la habrá ahora. Los vascos somos mucho más pacíficos y los nacionalistas vascos más. Porque llevamos aguantando muchos años de imposición, intentando ayudar al equilibrio del Estado en general para que nos lo agradezcan con migajas. En la República quedó claro con el Estatuto de Lizarra y ahora queda claro con la Consulta de Ibarretxe. Con los españolistas no hay nada que hacer. Con ellos, sólo se puede conseguir algo cuando están contra las cuerdas, eso son pactos concretos, pero jamás se puede comprometer uno a algo porque tarde o temprano te dejarán tirado. Porque si hay algo que une al PP y al PSOE es que antes que demócratas de izquierdas o derechas son españolistas viscerales. Además, sus franquicias en Euzkadi no son más que eso. El interés del partido en Madrid está por encima de las necesidades y decisiones del partido en otros lugares. Así nos encontramos con discursos contradictorios y ponencias vergonzosas que pregonan un apego a lo local pero que implican una subordinación a lo estatal o intromisiones como en Navarra. No es fácil ser socialista vasco/ navarro cuando sabes que no importas una porra en Madrid, pero tampoco es bonito no pegar un golpe en la mesa como los catalanes. Será cuestión de cobardía o de que, en realidad, sus giros vasquistas no son más que pura imagen. Porque si los socialistas vizcaínos han sido algo: es antinacionalistas vascos y españolistas. Desde siempre.

Pero eso ya lo sabíamos. Pero lo que más rabia me da es su tono prepotente. Cada vez que oigo a Zapatero o De la Vega hablando de esta manera de las necesidades del Pueblo Vasco me pregunto que si no quieren dividirnos, ¿por qué se presentan a las elecciones? Que tomen ejemplo antes de pedirlo a los demás.

PD: He aquí lo que dice la RAE sobre estas palabrejas mágicas

División: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=division
Confrontación: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=confrontacion

viernes, 12 de septiembre de 2008

¿Democracia participativa?

El Tribunal Constitucional ha dictaminado hoy la ilegalidad de la Consulta planteada por el Lehendakari Ibarretxe. El Tribunal ha esgrimido que la Consulta era en realidad un referendo y que como no tenía el permiso del Estado no podía realizarse. Además, invadía las competencias del Estado por la naturaleza política de su propuesta y afectaba, por consecuente, a todos los ciudadanos españoles. En conclusión, que esa propuesta sólo podía llevarse adelante primero con el permiso del Parlamento español y segundo con el refrendo del pueblo español. Lo que al mismo tiempo significa que la voluntad del pueblo vasco está subordinada a la del pueblo español. No tenemos derecho a decidir sin intrusiones. Sólo podremos tomar la palabra si nos dejan. Así es la democracia española, una democracia restrictiva o un coto cerrado a los partidos españolistas que manejan la justicia y los términos políticos como se les antoja. El PP y el PSOE marcan qué es legal e ilegal, con una justicia atada de pies y manos que está elegida por los partidos políticos en vez de estar elegida por el pueblo. Eso sin olvidar sus voceros mediáticos que acallan las versiones de los que no se sienten españoles con una exclusión flagrante en cualquier debate o coloquio. Hoy mismo en la Cadena Ser han preguntado solamente a dos diputados del PP y PSOE por la decisión judicial sin tomar en cuenta la posición de ningún miembro del tripatirto. Se ve que los nacionalistas (vascos) sólo contamos para aprobar las cuentas y poco más. La hoy tan controvertida Y vasca fue llevada adelante en contrapartida a apoyos puntuales del PNV al PSOE en el Parlamento de Madrid. Así funcionan las cosas, tú me ayudas y yo te doy lo que te es legítimo porque como tengo el poder hago lo que quiero. Con el Estauto de Gernika ha pasado parecido, aún faltan 37 transferencias por pasar, y Zapatero exigió a Ibarretxe que respetase la Constitución y que se portasen bien si querían lo que les correspondía. Portarse bien era sinónimo de olvidar que eran nacionalistas vascos. Eso sí, a la hora de hablar los nacionalistas españoles se pasan horas alabando el “consenso estatutario” y exigen respeto a la legalidad vigente cuando ellos son los primeros en saltársela. Por no olvidar que a Manoliño Fraga no le hizo mucha gracia que los vascos tuvieran un estatuto y hoy en día sigue con la misma ideología.

La sentencia de hoy no sorprende a nadie. Todos sabíamos que iba a ocurrir. No obstante, no me parece lo más grave de todo este proceso. Desde que el Lehendakari Ibarretxe presentó su propuesto al Pueblo Vasco, recordemos que esa propuesta salió aprobada por el Parlamento Vasco, la mayoría de argumentos en contra han sido invocando a la legalidad o ilegalidad del plan y a argumentos superficiales que no han servido para más que enseñar que el PP y PSOE no tienen una alternativa. Saben de sobra que el Estatuto está incumplido y que lo sabemos. Aun así, el argumento más pueril que pude escuchar y que hace saltar las alarmas a cualquier demócrata es el de Zapatero que afirmó que la consulta iba a dividir a la ciudadanía. ¿Qué consulta no divide a la ciudadanía señor Zapatero? ¿Acaso las elecciones no dividen a la ciudadanía? ¿A qué tiene miedo? Después de esta afirmación apostilló que la consulta “no iba a salir adelante”. Mucho miedo da que el Presdiente de un país democrático, como se presume España, afirme que una Consulta no va a salir adelante, más aún, cuando esa consulta está patrocinada por el Parlamento Vasco. Todo eso en un tono amenazante y prepotente de quien se llama el adalid del diálogo. Luego llamará al entendimiento entre fuerzas democráticas y dará ejemplos.

Ese diálogo de oídos sordos e imposición, es la forma de razonar de quien se cree con la razón absoluta. Pero muchos vascos sabemos que Zapatero miente y que los jueces también mienten cuando han permitido que Andalucía y Cataluña reformasen sus estatutos mientras que a Euskadi le han negado la palabra. Además, mienten porque mientras que los vascos tenemos que acatar la Constitución sin rechistar, ellos pueden hacer lo que quieran. El PP y el PSOE creen que la Constitución Española les pertenece y al igual que con el Estatuto la incumplen sistemáticamente al negar a parte del pueblo vasco a ejercer un derecho que les corresponde entre otras cosas. No hay más que escuchar a la ministra Garmendia hablar de la “intrasferibilidad” de la competencia de Imagen y Desarrollo correspondiente por ley al Gobierno Vasco para remarcar el cinismo de quien se cree en la cumbre del progresismo y el “buen rollete modernista” que rezuma el PSOE.

Aun así, lo más peligroso es la conculcación, otra vez más, de los derechos ciudadanos. Parece que para el Gobierno Español nuestro voto sólo sirve para elegirlos a ellos y a ninguno más. Y no hay más que escuchar a Patxi López que habló de reformas del Estatuto estando él en Ajuría Enea. Sólo con ellos, sin ellos no hay más que trabas sin límite al autogobierno. Por eso, me parece razonable denunciarlo y denunciarlos y firmar la denuncia a Estrasburgo. Porque mi palabra vale tanto como la suya y porque tenemos los mismos derechos y obligaciones.

jueves, 11 de septiembre de 2008

No puedo olvidar

Esta noche no puedo olvidar que tengo que leer. Debo culturizarme. Esta noche puedo olvidar que tengo que escribir en mi diario. Debo reflexionar en voz alta sobre lo que pasa por mi cabeza. Pero esta noche, sobre todo, no puedo olvidara que lloras. No puedo olvidar tu llanto que retumba en mi cabeza mientras que yo, impotente, no puedo hacer nada por saciarlo. Sé que mi sola presencia te tranquilizaría pero por avatares del destino no puedo hacerlo. Más quisiera yo que estar a tu lado, en tu regazo hablando o cogiéndonos mientras vemos como pasa el tiempo juntos. Los dos, a la vez, sin fisuras ni lejanías, cara a cara, mano a mano como dos personas que ven el porvenir con los mismos ojos y que en su reflejo albergan la felicidad de quienes se comprenden en las profundidades de sus seres.


Esta noche no puedo olvidar que tu sufrimiento tambalea el mío. Debo recordar que, aunque suene cursi, me has llegado al fondo de mi persona. Tú tienes algo que no veo más allá, ese aspecto indescriptible e invisible al ojo humano que te hace diferente. No está en otra, está en ti. Quizás sea tu cara cándida, quizás sea tu bondad o puede que sea tu amabilidad pero hay algo diferente en ti que te hace especial, que me mueve y que me atrae. Tú has conseguido que mi escritura se llene de palabras de amor, que te dedique palabras que jamás había dedicado a nadie, que haga lo que mejor se me da para ti. Por eso no lo olvides, porque la memoria es traicionera pero si recuerdas lo que eres quizás sufras menos. Porque por eso, te dedico estas líneas esta noche.