sábado, 7 de febrero de 2009

ETA, 50 años

Euskadi, Libertad, lucha, Argala, resistencia, Sarrionandia, Ché Guevara, poesía, antifascismo, carga policial, socialismo, preso político, Lenin, revolución, autodeterminación... Qué bien suenan estos términos. La lucha revolucionaria que sigue adelante. Esperanza, renovación, por los que antes fueron, ahora seremos y mañana serán por nosotros. La lucha es el único camino, el pueblo no perdona. Democracia para Euskal Herria, contra el fascismo duro, euskaldunización, lucha social, feminismo, selecciones propias, Txomin Iturbe, literatura revolucionaria, MITO. Qué idílica es la visión del resistente encarcelado por sus ideas, qué valiente quien da todo por su patria. Quien no tiene miedo en luchar contra la policía, quien no pone reparos a dar su vida por su causa. Qué idealista. Muchos deberían seguir su ejemplo, son unos traidores. Habéis vendido el país, perros fuera de aquí. Seguimos puros, impolutos, nadie nos ha contaminado. Perfección resistente. Ganaremos, seguro: la Victoria es nuestra y nos juntaremos ese día con los represaliados que tenemos en el recuerdo. ¡Estamos con vosotros!

Estas frases suelen ser utilizadas en euskera y castellano por el mundo cercano a ETA. Han utilizado estas ideas durante los 50 años que dura esta banda terrorista. Muchos creen que durante la época franquista tenía razón de ser. Yo lo dudo a pesar de que el asesinato de Carrero Blanco ayudó muy mucho a acabar con esa pesadilla llamada franquismo. Sin embargo, ETA siempre ha sido y será, si las cosas no cambian, un grupo violento que asesina a quien piensa diferente. Da igual que sean policías, políticos, agricultores, empresarios, trabajadores o parados. Durante este medio siglo han asesinado a todo tipo de gente. Y además, han mantenido amordazada y condicionada a la población hasta el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Hasta entonces, sólo los políticos y algunos ciudadanos se atrevían a plantar cara a estos matones ortodoxos en ideas y planteamientos. Cabe recordar que la primera manifestación contra ETA la llamó el PNV y Euskadiko Ezkerra, nido de constitucionalistas, no se sumó. Aun así, la actitud de los sucesivos gobiernos españoles que se han saltado las reglas del juego que ellos mismos definieron para hacer frente a ETA con GAL o ilegalizaciones han alimentado la estrategia victimista de la banda y su entorno. Cada golpe violento contra ese mundo genera un sentimiento de adhesión. El colectivo que más apoyo recibe es el de los presos. Son el punto débil, el más sentimental ya que despierta esa idea en el subconsciente de quien sufre por sus ideas. Un punto de razón no les falta por culpa de la dispersión, pero a decir verdad ellos apretaron el gatillo, pusieron la bomba o colaboraron con ello.

Durante estos últimos 50 años, sobre todo en estos últimos 30, ETA ha condicionado con sus actividad asesina la vida política vasca. No hay más que escuchar al Señor Pastor quien esta mañana ha afirmado en Radio Euskadi que según la coyuntura se actuaba jurídicamente contra Batasuna. Eso es que si ETA se portaba bien, el Gobierno también. Es una bonita forma de decir que el poder judicial está subordinado al político y de admitir, de una vez por todas, que en las últimas elecciones hubo una especie de acuerdo subterráneo para que ANV pudiera presentarse en algunos pueblos. Es intolerable esta frialdad ante los asesinos. Mucho dicen de los nacionalistas pero quien lleva aquí más de 50 años jugando con el polvorín vasco son los españolistas que no les importa removerlo si da votos. No hay una voluntad férrea de acabar con ellos. Pero bueno, si ETA no existiera todo sería más fácil. Por eso, quiero pedirles que por respeto al pueblo que dicen amar y defender, déjenos en paz. De una vez por todas: ETA KANPORA!

No hay comentarios: