martes, 31 de diciembre de 2013

2013

Cada vez que termina un año me pongo nostálgico. Este año no es una excepción, pero creo que puedo afirmar sin rodeos que nunca había tenido tantas ganas de que acabase un año, porque 2013 ha sido un año horroroso. Empezó con un amigo que se iba a 8.000 kilómetros, continuó con otro que se puso enfermo y ha terminado con una gran pena. Espero que con los años, solo me quedé el mal recuerdo de aquella pesadilla que duró de abril a julio y que hoy solo es un mal recuerdo. Por suerte, todo tiene su vuelta y quiero pensar que esa gran pena se convertirá en una lección y florecerá en una bonita amistad. También espero que ese amigo que solo vuelve por Navidad acabé pronto en Bilbao. Afortunadamente el otro está curado.

Ahora solo queda que mi amigo Martín encuentre su sitio en el mundo. Le veo demasiado metido en el suyo y creo que no es bueno. Es verdad que tiene altibajos, pero esperemos que 2014 le dé esa fuerza que necesita para cambiar y empezar a cumplir alguno de sus sueños. Aún estoy transcribiendo aquella entrevista que le hice hace un tiempo y espero terminar pronto para que pueda organizar sus pensamientos de tal manera que los nudos que tienen en su mente se liberen. Como siempre, sigue sin resolver su contradicción principal. Sin embargo, dice que no va a tirar la toalla, que va a luchar y seguir creciendo. Quiere ser feliz.

En fin, otro año más que se escapa con mil recuerdos diluidos en el tiempo. Es verdad que en 2013 también ha habido buenos momentos, como fiestas de Romo o cuando nos hemos juntado todos en Santo Tomás. No me puedo olvidar de cuando subí al Gorbea o de que tengo el EGA ni de que simplemente que tengo qué comer, dónde dormir y una buena familia y grandes amigos.  A 2014 solo quiero pedirle salud, alegría y que haya más buenos momentos para los míos y los no míos (ya sabéis, la puta crisis...). Es verdad que nosotros hemos terminado el año en Champions, no solo el Athletic; sino "nosotros", y creo que es un buen momento para agarrarnos a esa buena racha y continuar juntos con esa inmensa alegría que tuvimos aquel 18 de julio. Todos tenemos derecho a ser felices. Por último, querría hacer una confesión que se convierte en deseo: todas las nochebuenas y nocheviejas llevo a mi amama de vuelta a la residencia y cuando la dejo solo pido una cosa: "que esta no sea la última vez".

Urte barri on danori!!! Feliz año nuevo a todos!!!

PD: No quería acabar este artículo sin acordarme de la que durante muchos años fue nuestra casa; Agur San Mamés!!!

PD2: No quiero olvidarme de una persona que desde enero vive de lunes a jueves a 500 kilómetros y que quiero que durante 2014 encuentre trabajo en Bilbao. Sí, hablo de ti. Te esperamos en Euskadi.
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Una película: Hook 

Una canción: Gezur bat mila aldiz (Berri Txarrak) 

Un libro: Le mythe de Sisyphe (Albert Camus) 

Un disco: "Eitx" 

Un mes: 18 de julio y la noche del 21 al 22 de agosto 

Afición: Ir a San Mamés

Un concierto: Rammstein en el BEC y Willis Drummond en Fiestas de Bilbao

Una frase: "Es lo que hay"