miércoles, 25 de marzo de 2009

La Iglesia contra las cuerdas

Las últimas declaraciones de Ratzinger en África, han vuelto a reavivar las fobias que suscita la Iglesia oficial en la sociedad occidental. El Papa ha seguido defendiendo la castidad como forma de parar el Sida, la gran pandemia del siglo XXI, ya que según él, el preservativo “aumenta el problema del Sida”. Para el pontífice, la solución es “humanizar el sexo y renovación espiritual, amistad y ayuda a los enfermos”. Además, Ratzinger ha mostrado su preocupación por los ritos que provocan “distorsión”, en referencia clara a los ritos africanos, y por la diversidad religiosa africana que sobrepone a la liturgia católica. Asimismo, ha animado a los curas a seguir con lo que predican de tal manera se opongan al divorcio o al aborto.

Las opiniones del sumo pontífice alejan aún más a la sociedad civil de la jerarquía religiosa. Una jerarquía férrea que se opone, como de costumbre, a los cambios sociales dados en la sociedad occidental. Parece que la liberalidad es algo opuesta a una Iglesia oficial que se estanca en sus valores arcaicos. Resulta difícil de creer que alguien que predica el amor, rehúse la utilización del condón por los demás. Más aún, si quién lo divulga no puede tener relaciones sexuales. Suena cínico, además, decirlo en África, un continente fuertemente castigado por el SIDA y con muchos religiosos que colaboran por su erradicación. Pero no sólo eso resulta doloroso en pleno siglo XXI. La fobia a las riqueza religiosa en África es una muestra de intolerancia. La Iglesia es, en teoría, pueblo de Dios, por lo que, acepta a todo humano en sus filas. A quienes crean y a quienes no. Además, el deseo de retornar a la liturgia tradicional es reaccionario y algo cínico, ya que criticar la animosidad de los ritos africanos, mientras que se cobra por entrar al Vaticano y mientras que muchas iglesias son verdaderos museos suena paradójico.

Estas nuevas declaraciones de tinte reaccionario de Ratzinger, pone socialmente contra las cuerdas a la Iglesia oficial. Ya no vale como antes arrepentirse 500 años después de los crímenes cometidos. La sociedad ya no es inerte a las tropelías de la jerarquía religiosa, ni está dispuesta a tragar con algunos dogmas. Por último, el Papa debería reflexionar sobre a quien perjudican estas palabras, ya que quienes primero se sienten dolidos son los fieles que no comulgan con su forma de ver la sociedad. Además, esta visión cerril no sólo perjudica a la Iglesia oficial, sino también a la propia religión, que seguramente no defienda estas llamadas tribales de su jefe espiritual. ¡Ya está bien!

4 comentarios:

Nerea dijo...

Es que ese es el caso, que además de que la mayoría de católicos no comulgamos con la forma de pensar del Vaticano, en la Iglesia misma, las opiniones se dividen. Estoy segura de que si le preguntaran a cualquier monja misionera que trata a africanos con SIDA, estaría encantada de que repartieran preservativos donde fuera necesario.

Jokin dijo...

Es que las declaraciones son increíbles, incluso para él.


Es que están como un cencerro: claro, lo mejor para evitar el contagio del sida es no follar. es de cajón. sí, y ensáñales a esos negros con quien pueden follar y con quien no!

Igual tiene algo de razón en lo que dice, pero si no criminalizara como hace el uso del preservativo, salvaría muuuchas vidas en África con la influencia que tiene.

A la Iglesia hace tiempo que se le olvidó "ayudar al prójimo" y dar de comer a los necesitados. Ahora anteponen expander su ideología e intentar mantener su patrimonio.

Me revientan.

Imanol dijo...

El problema de la Iglesias es que no quiere renovarse. Espera que el mundo no cambie, en vez de cambiar ellos con el mundo.

Se está perdiendo su mensaje, que es bueno, por la estupidez de sus palabras y acciones.

Jon dijo...

Nerea: está claro que la mayoría de católicos no comulgáis con ellos. Yo más bien diría que es la jerarquía quien no comulga con los católicos. Se han alejado de la ciudadanía. Son los aristócratas de la Religión.

Jokin: A mí no me parecen tan increíbles. Es lo que pasa cuando tienes a una momia como jefe: no piensa en el futuro. A él le esperan en el cielo y lo demás es indiferente. Aunque en la última frase te confundes, aún hay mucho cristiano que se va de misiones porque cree en un mundo más justo y solidario.

Imanol: El problema de la Iglesia es muy grave: su jerarquía es endogámica. Son una asociación de viejos carcas reaccionarios dignos del siglo XIX.