En el Larguero hablan últimamente mucho del equipo ché. No son pocas las noticias preocupantes que nos vienen de la entidad levantina. El equipo lleva una mala racha y encima está sin cobrar. No sé cuántos meses son, pero los jugadores no han visto un duro. Así lo atestiguó ayer Fernando García Colomer, anteriormente jugador del equipo y hoy vicepresidente de la entidad. La situación es tan mala que el nuevo Mestalla está a medio hacer porque la entidad aún no ha pagado a la empresa constructora. Algo parecido a lo que les ocurrió a sus vecinos del Levante. Están pensando en vender a jugadores como Villa o Silva, por cantidades exorbitantes. Sin embargo, el mayor problema del club viene por las fichas elevadas de jugadores que no son piezas clave del equipo. Jugadores que difícilmente abandonarán el club si no les pagan más. Algo pareció le pasaba al Madrid que fichaba por fichar y al final acumulaba un número de jugadores inválidos importante.
He ahí uno de los problemas de este club: los grandes despilfarros. Y es que como bien dijo Mikel Lejarza, director de Antena 3, hemos vivido en unos años de vacaciones pagadas que ahora estamos realmente pagando. Hemos gastado dinero a espuertas pensando que este no tenía un límite. Era como si el presente lo ahogase todo y no hubiera un futuro a medio o largo plazo. Todo pensábamos hacernos ricos con inversiones que al final han quedado en agua de borrajas, lo que ha provocado que ahora haya un problema de liquidez. El dinero no cae del cielo. En el fútbol ha pasado algo parecido. Con la reconversión de los clubes en sociedades anónimas se empezaron a cometer locuras que ahora están cobrando. Se firmaron contratos multimillonarios por jugadores que no valían tanto, pensando que los derechos de televisión iban a amortizar ese gasto. Pero la realidad ha demostrado que las televisiones han quebrado. Y aunque siempre quede recalificar terrenos, sin una bajada paulatina de sueldos, reventará otra vez. El negocio del fútbol no tiene liquidez porque no produce lo que invierte.
El Valencia es para mí el ejemplo claro de esta crisis mundial que no es más que un círculo vicioso de sectores que producen dinero en crisis. El Valencia pensó que el dinero era infinito y condicionó el futuro al presente y ahora lo paga ya que todo ese dinero gastado no ha dado el resultado deseado. Y al igual que la crisis, ha hecho que algunos se hagan ricos mientras otros no cobren. Aun así, los que más me preocupan son los aficionados chés. Ver como tu equipo se desangra tiene que ser muy duro. Ya lo vivieron los aficionados del Oviedo o de la Real. Tiene que ser un dolor muy amargo. Sólo pensar que eso pueda ocurrirle al Athletic me entristece. Por eso, espero que hayamos aprendido la lección: hay que controlar el dinero cuando se tiene y cuando no.
SABINO ARANA VISTO POR EL LEHENDAKARI AGIRRE
-
Sábado 23 de noviembre de 2024 El dibujo es de Nicolás Martínez Ortiz,
cartelista abertzale en tiempos de la República. Está incompleto pero es
muy bonito....
Hace 11 horas
2 comentarios:
Supongo que no pretenderás que haga un comentario sobre fútbol...
Es que el fútbol es una burbuja que tiene que reventar por algún lado por cojones... es bastante incomprensible que se haya llegado a las cifras que se han movido estos años...
Publicar un comentario