martes, 13 de enero de 2009

El cierre en falso

El archivo de la causa presentada contra el Lehendakari, Patxi López, Rodolfo Ares, Arnaldo Otegi, Juan Joxe Petrikorena, Olatz Dañobeitia y Rufi Etxeberria, no es más que un cierre en falso de este juicio. Es un portazo temporal ya que El Foro de Ermua y Dignidad y Justicia, las asociaciones que propiciaron este juicio, han afirmado que van a recurrir al Tribunal Supremo español que inhabilitó a Juan Mari Atutxa, Gorka Knorr y Kontxi Bilbao hace unos años. Fue una situación similar, el caso quedó archivado pero el recurso del Foro de Ermua y Dignidad y Justicia obligó a repetir la vista oral y sirvió, a la postre, para la inhabilitación de estos tres políticos que se negaron a disolver el grupo “Sozialista Abertzaleak”. Espero que esta vez no ocurra igual. Aunque es probable sobre todo una vez constatada la politización de la justicia española.

Pero lo que más pánico me da no es que los acusados no puedan presentarse a cargos públicos, algo a lo que los representantes de Batasuna están condenados, si no que se condene el diálogo político, que se persiga a la palabra como modo de resolver los conflictos. Porque el jurado no se ha atrevido a absolver o a culpar a los acusados, si no que ha preferido dar carpetazo lo que puede llevar en un futuro a una repetición de esta situación incomprensible en un estado supuestamente democrático. No es congruente que quien defiende la libertad de expresión, quiera condenar a quien hace uso de ella para intentar resolver una situación violenta en Euzkadi, más aún cuando no ha condenado a presidentes españoles que intentaron mediante la palabra lo mismo que intentaron el Lehendakari y los demás acusados: buscar cauces para alcanzar la ansiada paz. Sin embargo, esta situación será imposible mientras no haya libertad. La violencia de ETA y su entorno y la Ley de Partidos, la causante de este juicio, son obstáculos para la convivencia en Euzkadi ya que atacan a la libertad del ciudadano y, por tanto, deben ser borradas del mapa.

En fin, no he dicho nada que no se haya dicho ya. Eso sí, lo que más me ha dolido ha sido que quienes no respetan la libertad de los vascos hayan tenido la oportunidad de ver a un Lehendakari delante de un juez y que se haya acusado al Lehendakari de querer sacar tajada electoral. El Lehendakari no quiso la celebración del juicio, fueron otros los que le obligaron a comparecer. Las consecuencias pueden ser incalculables. ¿Victimismo? Ninguno.

No hay comentarios: