Yo sólo aconsejo: "Zaindu maite duzun hori" (Cuida lo que amas).
Y te recuerdo con lágrimas en los ojos, porque ahora, en la oscuridad de la noche, no puedo olvidarte. No puedo olvidar. Me has dado mucho estos días, demasiado, y lo he pasado muy bien a tu lado. Yo, que jamás había querido ni amado a nadie, te quiero y te amo tanto que me duele. Me duele y me sigue doliendo que para verte tenga dos horas de autobús. Todo sea porque cuando acabe el verano no nos pare nadie, ni nada.
No quiero que te vayas, ni siquiera irme. Aún recuerdo el paseo por la Media Luna, las luces en la noche, los abrazos, Burlada al fondo, lo que viene, lo que se va, abrazos, besos, retozar, el cielo, las estrellas, tus ojos, los guiris que pasaban, tu sonrisa, la plaza de Toros, tu cuerpo, tus lloros, el puesto, tu cara. Aún recuerdo el paseo en autobús hasta tu casa, cuando he cogido la maleta y el periódico y hemos bajado a la estación a despedirnos. Era inconsciente de que esto se acababa y de que volveríamos a vernos por teléfono, sólo sintiéndonos por palabras. Sin poder cogerte, ni tocarte, ni besarte. Sólo podré mirarte en una foto.
Ahora pienso, con lágrimas en los ojos, todo lo que siento por ti. Los recuerdos de anoche me atraviesan en corazón y se me agarrota la garganta. Tiemblo: era la cuenta atrás, inexorable, hasta despedirnos. “Agur, te quiero”, lloros, sollozos, palabras de amor, abrazos, sonrisas y promesas: cariño y ternura que pesan en mi mente. Yo sólo quería para el tiempo.
El día amanece, la estación de autobuses. Diez y media de la mañana: lejos queda el amor y me acerco a la desesperación y a la melancolía. 18 km de Pamplona, se acabó el sueño, estás lejos. Te quiero y no puedo más. Intento dormir: te echo de menos.
Te echaré de menos
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3 comentarios:
Ánimo, como le hemos dicho a ella. Se supera todo y siempre tras la tormenta aparecen los claros. Un saludo.
Bueno, chico, yo soy Loli Carrión, la colunista de la Txistorra; te lo digo por si no me conoces.
Vengo a darte ánimos. A ella ya se los he dado.
No sé que decirte. Porque lo mío es el humor y el escándalo, pero tú no estás para humor, como dices en tu post.
Oye, yo lo que si hago es felicitare, pues un hombre que hace público su amor/desamor de un modo tan bello y sincero, creo que ama con un corazón pasional. Ocurre que el corazón es un órgano de fuego. Ahora necesitas que las llamas que llevas dentro se vayan apagando, y ya verás como pasado un tiempo se encenderá de nuevo la luz.
A ella le he dejado una canción, pero a ti te voy a dejar una poesía de un autor que no me acuerdo, pero que la tengo apuntada:
Al caer la tarde la vi llegar
con sus ojos de mediterráneo trsite.
Me miró y supe que nunca más
deslizaría mis manos por sus valles,
ni gozaría mi alma la gloria del placer.
Se fue, como se van los sueños,
como una estrella fugaz
deseosa de convertirse en silencio.
Y yo, allí, absorto, con la mirada perdida hacia el luto celeste,
en busca de una luz ya apagada, ya finita,
relamiendo el último beso de despedida, que de intensa amrgura, te llena de vacío
y te vacía de vida.
Muchas gracias.
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