miércoles, 26 de agosto de 2009

Bietan jarrai



El marco del propio análisis nos lo ofrece el propio lema de la organización (Bietan Jarrai- Continuar en Dos) donde el hacha, símbolo de la fuerza, y la serpiente, símbolo de la astucia y el engaño, se entrelazan en un objetivo común: la instrumentalización del problema nacional vasco al servicio de una estrategia revolucionaria a escala planetaria”.

Aconsejado por un amigo, decidí leer este libro. Tenía curiosidad por leer la única obra publicada de Joxan Rekondo. Rekondo, actual portavoz foral de Alkarbide en Guipúzcoa, es conocido por haber sido alcalde de Hernani en la época dura de la Kale Borroka, de la que fue víctima en varias ocasiones. Aparte de político, es también un prolífico articulista político. Suele escribir periódicamente en la revista Goiz-Argi y ha colaborado con otros medios. Este libro, escrito hace más de 10 años, pero cuya valía sigue vigente, puede decirse que es una síntesis de sus artículos sobre el mundo del MLNV. Ayudado por Imanol Lizarralde, a quién agradece este gesto en la dedicatoria, intenta explicar de una forma sencilla la estrategia “Oldartzen” y lo que ésta ha conllevado a la sociedad vasca.

El libro se divide en tres partes. En la primera, Rekondo desmenuza Oldartzen y la “socialización del sufrimiento”. Para quién lo desconozca “Oldartzen” fue la ponencia de ETA que abrió paso a la kale borroka, allá por el año 94. Un arma violenta que el MLNV ha utilizado en combinación con la violencia política de ETA. Ambas se utilizaban para amedrentar y coartar a la sociedad vasca. La diferencia entre ambas estriba en que la primera es una violencia “callejera”, utilizada para “socializar” el sufrimiento de ETA a todo el país. Los blancos de ésta eran mucho más variados que los de la violencia de ETA, que únicamente atentaba contra “elementos concretos”. Era una violencia que servía como aviso ante lo que ETA podía posteriormente cometer. De esa manera buscó el MLNV desunir a una sociedad hastiada de su violencia política.

Oldartzen fue, además, la ponencia en la que el MLNV incidió en la “lucha de masas” y se dejó a un lado la cuestión electoral. Esta “lucha de masas” estuvo centrada en el acercamiento de los presos de ETA a cárceles vascas, al igual que hoy lo está alrededor del TAV. A través de éstos se intentó romper el cerco social que limitaba la dinámica del MLNV. Para ello utilizó la táctica de “la zanahoria y el palo”. Esta táctica se sustenta en atraer a grupos sociales, creando espacios de distensión, con los que se puede llegar a acuerdos en políticas sectoriales, mientras a la vez la kale borroka o la misma ETA atiza. El ejemplo es ELA, que decide actuar con LAB mientras ETA asesina a 3 de sus miembros.

En la segunda parte del libro Rekondo se centra en estos “espacios de distensión” creados por el MLNV para romper su marginación política. El autor cita a Elkarri, quien sólo llama a manifestarse contra las decisiones que perjudican al MLNV, aludiendo a estos grupos que, llenos de palabras amables, únicamente cumplen órdenes del MLNV. Explica de forma sucinta como cada vez que ETA atentaba, Elkarri llamaba a “no manifestarse para no agravar la tensión”. En pocas palabras, cómo el MLNV jugaba con los partidos y sindicatos abertzales, gracias a la buena fe de sus dirigentes que pensaban que la paz iba a llegar. Porque el MLNV siempre ha utilizado la violencia para desestabilizar la política y la tregua como elemento táctico, ya que se toma como un gesto de “buena voluntad”, para engañar y ganar tiempo.

En la tercera parte, se hace un resumen del año 97. Año en el que HB y el MLNV sufrió duros reveses sociales, primero cuando la encarcelación de la Mesa Nacional por difundir un vídeo, y segundo, cuando ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco. En el primer suceso Rekondo describe la hipocresía del MLNV, ya que distingue a los presos de ETA que convierten sus juicios en políticos y a los dirigentes políticos, cuyos abogados los defendieron jurídicamente. Además, explica que aquello fue un fracaso, puesto que socialmente no hubo apenas respuesta. En el segundo, cuenta cómo la sociedad vasca respondió al asesinato del edil de Ermua. Pero que, a pesar de ello, se rompió la unidad política contra ETA, ya que el “españolismo” quiso hacer suya la “rebelión cívica” vasca y el desconcierto del nacionalismo vasco.

La obra de Rekondo es, en definitiva, la explicación de la estrategia revolucionaria del MLNV. Una estrategia que, según su autor, “utiliza el nacionalismo como adherente”, pero que responde a una “naturaleza revolucionaria”, que únicamente busca sustituir el orden actual por otro de naturaleza socialista. Así, sentencia que utiliza a los vascos “como los carlistas lo hicieron, haciéndolos luchar por una causa que no es la suya”. En su epílogo ofrece unos jalones de convivencia e integración democrática. Rekondo incide en recuperar el “espíritu del Estatuto”, que han incumplido los españolistas, de manera que se recupere la ilusión y podamos vivir en una Euzkadi para todos.

Es un libro imprescindible para entender a fondo la dinámica del MLNV; muy bien documentado y con interesantes citas que ayudan a entenderlo. En otras palabras, una obra magnífica y sencilla que abrirá muchos ojos y cerrará muchas bocas. Muy recomendable.

2 comentarios:

gsantamaria dijo...

Esta clase de libros me parecen muy interesantes, pero la cagan cuando se desvían del tema que tratan para, en forma de tesis, hacer esos guiños a su electorado, del todo inoportunos, desde mi punto de vista.

Es bueno leer de todo, y proveniente de todos los ámbitos, para comprender mejor las cosas. A mí me gustan los libros de la editorial Txalaparta, fíjate tú. Hace no mucho me compré "Tropikales y Radikales", sobre el RRV y todo lo que le rodeó en su época, y me resultó de lo más interesante.

Jon dijo...

Aúpa G.

Tienes razón en ambos casos, pero en este libro apenas hace análisis político vasco. Se centra en Oldartzen y sus consecuencias. Sólo en las dos últimas partes del libro (son muy cortas) analiza aquel Julio del 97 y es bastante crítico con las direcciones de los partidos políticos.

Léelo, te gustará.

Agur!