Según cuenta mi Aita, esto dijo mi Amama allá por el año 68 cuando E.T.A. mató al torturador Melitón Manzanas, condecorado por el Gobierno del PP. Eso dijo mi Amama, que nunca estuvo a favor de Franco, con su vecina, que tampoco lo estuvo jamás. Esa misma pregunta me hago yo hoy, después de levantarme y escuchar la noticia de que en Legutiano (Álava), E.T.A. ha puesto una furgoneta bomba en un cuartel de la Guardia Civil con el resultado de un miembro del cuerpo muerto.
Quiero empezar diciendo que no tengo ni un mínimo aprecio por este cuerpo militarizo que, a pesar de defender a la República Española, es símbolo del españolismo más rancio. Aun así, me da pena por la persona y su familia. No voy a empezar a enumerar los logros de esta persona, ni los conozco ni me interesan, pero no creo que hubiera hecho nada para merecer esto. Realmente, no sé si alguien merece esto. Parece mentira que tras tantos años de violencia en Euzkadi no nos hayamos dado cuenta de que sólo nos perjudica a nosotros. Tantos muertos, desaparecidos, exiliados y represaliados no han servido para nada. Lo que es más grave no es eso, porque los muertos jamás volverán, es el hecho de que las nuevas generaciones no hemos aprendido. Los nuevos militantes de E.T.A., los que hoy han decido acabar con la vida de este ciudadano español, no han vivido el franquismo ni saben lo que es la represión de verdad. Estos chicos, como yo, hemos vivido la “democracia” (está aún por llegar la de verdad) donde el Estado de Derecho muchas veces ha demostrado ser inmaduro y represor, pero donde los mayores asesinos en Euzkadi han sido los miembros de E.T.A.. Eso se ha notado en los apoyos, cada vez menores, de la banda. Es verdad que cada día menos gente les apoya, aunque siguen siendo muchos los que lo hacen y lo más graves, otros tantos los que callan. Viven tuertos ante el sufrimiento de los que no son los suyos, al igual que los de la otra punta. Hoy no voy a hablar de eso, porque no lleva a nada.
Hoy quiero mostrar mi rechazo a esta barbarie que no muestra más que E.T.A. sólo habla por las armas. E.T.A. ha conseguido dar la vuelta a la tortilla. Los que antes eran los verdugos, hoy son las víctimas y peor aún, los héroes de la democracia. Aquellos que imponían su españolismo e intransigencia, en los años finales de la democracia, son vistos hoy con buenos ojos por la sociedad vasca. Nuestra sociedad ha asimilado que el problema hoy no es político, sino que es violento. La gente ya no sale a la calle para pedir libertad, derecho a elección o autodeterminación, sino para pedir a E.T.A. que nos deje en paz. Esa llamada es la única que une a todos los vascos o a casi todos. Ese cansancio lo ha propiciado E.T.A. después de tantos años ciega, muda y sorda, sin salir de su trinchera ni querer saber nada de los demás. Las únicas veces que lo ha hecho, no han servido para nada ya que o lo han roto ellos o la falta de valentía de una clase política sin ganas de trabajar (salvo honrosos casos). E.T.A. ha conseguido, entre otros errores, que el nacionalismo vasco no sea tan mayoritario como antaño, ya sea desde E.T.A. militar y sus armas o ETA político- militar que ha acabado besando la bandera española y algunos la gaviota del PP.
Aun así, esto no es lo peor que nos podía pasar. Como bien he apuntado antes, los que antes eran verdugos o son víctimas y por eso, tienen más derechos y razón que los demás. Estas víctimas tan aprovechables por los partidos políticos, hacen de su análisis; el único análisis posible y de su dolor; el único dolor expresable. Se ha tejido una fina línea entre las “victimas” y los “mortales”, donde estos últimos no pueden opinar sobre nada si las “victimas no las acreditan” o no piensan igual que ellas. Por no hablar de esta banda de “chupones” de Basta Ya, muchos culpables de que E.T.A. exista ya que militaron ahí en los 70 y la alentaron, que se aprovechan de la coyuntura política actual para hacer demagogia y llenar los bolsillos con sus libros incendiarios que defienden posiciones bastante intolerantes y reaccionarias. Pero eso no importa, ya que como víctimas de E.T.A. que son, aunque la mayoría ni lo sean, tienen derecho a todo. Por último, no podía olvidar la utilización del Estado Derecho, como les da gana, saltándose a la torera las libertades colectivas y personales de cada vasco. Hablo de ilegalizaciones, torturas y represión. Suena a discurso de HB, pero esto es así, aunque no olvidemos que los que cierran las celdas son ellos mismos, E.T.A. con sus bombas y HB con sus discursos y cobardía.
Porque E.T.A. en treinta años ha propiciado esto y más. Lo más grave que han hecho los del hacha y la serpiente ha sido no respetar la libertad de los ciudadanos vascos ni sus vidas. E.T.A. lleva matando muchos años sin conseguir absolutamente nada que sea positivo para ellos ni para Euzkadi en conjunto. Sólo han conseguido más rechazo y odio. Se han olvidado que los vascos que asesinan son tan vascos como ellos y que algunos tienen un poder superior a ellos, tan superior como para no respetar las decisiones del Parlamento Vasco o el Estatuto de Autonomía. Pero esto E.T.A. no lo sabe, o quizás sí, pero le importe una mierda. Puede que sea cierto aquello de “cuanto peor, mejor” que dijo Gorka Landaburu cuando mataron al exconcejal del PSE de Arrasate Isaías Carrasco. ¿Hasta dónde vamos a llegar?
1 comentario:
Me ha gustado mucho tu post. Creo que denota un alto grado de madurez en una cuestión que necesita resolverse a la "ya", sin dilaciones y sin que tenga que morir una persona más, sin que nadie tenga que denunciar una tortura más, etc. etc. Hay gente que parece adicta al sufrimiento. Yo no los comprendo. Yo también me pregunto hasta dónde quieren llegar, y cómo pueden decir que quieren a esta tierra si tanto nos hacen sufrir :-(
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