miércoles, 21 de septiembre de 2011

Algunas reflexiones sobre Kukutza

Hoy por la mañana se ha procedido al cierre del Gaztetxe bilbaíno de Kukutza III. Este centro era muy conocido por su diversa actividad cultural. De hecho, yo he acudido alguna vez a algún acto que se ha celebrado allí. Estuve en el concierto-homenaje a Aitor Zabaleta en el que tocó Koma con otros grupos de música. Es cierto que las paredes tenían banderas como la de Corea del Norte o a favor del acercamiento de los presos del MLNV a las cárceles de Euskalerria, pero el ambiente no era nada excluyente. Eso es lo que han subrayado muchos de los que han defendido la gestión del grupo promotor del Gaztetxe. No era un ghetto; sino algo abierto y plural.

Según informan los medios de comunicación, la Ertzaintza se ha empleado a fondo. Como ocurre en desgraciadas ocasiones, la policía vasca parece que se ha comportado como no debe y ha pretendido emplear la violencia. No sé si habrá sido como método de autodefensa o si ha sido una actitud ofensiva. Según El Correo, "algunos individuos "han hecho sonar una alarma y han lanzado cohetes para que fuese más gente" y, de este modo, 'dificultar la labor'". En la misma crónica, el diario bilbaíno también informa que portavoces de Kukutza han denunciado que, a las 5:30 horas de la mañana ha llegado la policía al barrio de Rekalde "con una actitud muy violenta cargando contra los vecinos de Rekalde" y "dando palizas" y han anunciado que seguirían resistiendose al desalojo.

Ahora habrá que ver si la resistencia es pacífica y si resistir sin violencia es delito como en Israel. De todos modos, estos hechos me suscitan una reflexión, ¿cuál es el límite de la autogestión? ¿Cuál es el límite de la especulación inmobiliaria?

Estas no son dudas baladíes. Para empezar, porque suena contradictorio que quien defiende la autogestión y ocupa un terreno que no es suyo, se queje cuando lo desalojen y no pueda encontrar otro lugar en el que desarrollar su ingente actividad cultural. Son los límites que implica ser independiente. Si yo lanzo un medio por mí cuenta y me compran el dominio, estoy perdido. Esto no excluye que el dueño de esas parcelas sea un especulador y que emplee esa tierra para agrandar su riqueza de formas poco éticas, pero vivimos en una sociedad en la que prima la propiedad privada y con trecemil trampas legales que facilitan la codicia.

Por otro lado, me pregunto si desde el Ayuntamiento se ha hecho todo lo posible por evitar el derribo. Parece ser que Azkuna tendió la mano a Kukutza para que llegasen a un acuerdo como el que tienen con local parecido en Deusto. Pero lo que no puede ocurrir es que un barrio como Rekalde pida que no se derribe un centro cultural y desalojarlo por la fuerza. Es cierto que en esta época de crisis poco se puede hacer contra la especulación porque el dinero falta y porque la ley suele estar del lado del propietario, pero lo que tampoco es justo es hacer oídos sordos a las demandas de los ciudadanos (la asociación de vecinos de Rekaldeberri ha pedido al Juzgado Contencioso Nº5 de Bilbao suspender de forma cautelar el derribo). Si quieren que siga adelante, será por algo y el Ayuntamiento debe también velar por el interés de sus vecinos.

De todos modos, este conflicto es fruto de que hemos mercadeado con la tierra. Habitamos un planeta que se nos ha regalado y que nuestra codicia está destrozando. No creo que la construcción de estas viviendas sea una prioridad para Rekalde. Pero tampoco pienso que si muchos de los que ahora defienden a Kukutza fuesen el dueño de ese solar, dejarían que el Gaztetxe siguiera adelante. Hay muchos pisos vacíos en Euskadi y sus dueños no son grandes magnates ni gente que cobra sueldos como los de Botín; sino gente normal que busca "sacar rentabilidad" a sus propiedades.

4 comentarios:

Nerea dijo...

Ya conoces el caso de Iruña. Un edificio muy parecido al de Kukutza, sólo que sin tantas actividades organizadas ni infraestructuras (aunque proyectadas), pero con un valor arquitectónico tremendo. Aquello fue diferente porque el dueño era el Ayuntamiento y fue quien decidió que Euskal Jai no daba ningún beneficio a la comunidad.

Este caso es algo más complicado por tratarse de la propiedad de un particular, que no tiene por qué mirar por el bien común, sino por el suyo propio. Aun así, si el Ayuntamiento sí ve beneficio en la conservación de Kukutza, no sería la solución más fácil que le comprara el terreno al particular? No sé si se ha hecho la oferta, pero si no es así, creo que sería la opción más lógica. El Ayuntamiento podría llegar a un acuerdo con los gestores y que las tres partes acabaran beneficiadas.

Anónimo dijo...

Esto... Solo por preguntar si el ayuntamiento debiera poner algun euro o no para convertir kukutza en algo de provecho para todos y todas... Cuanto dinero publico va a costar san mames berria y poca gente duda de si se debiera poner ese dinero? Para eso no hay tope y para un posible aprovechamiento cultural para un barrio no hay mas solucion que la de los chicos de harrelson repartiendo a sangre y fuego.
Las comparaciones a veces son dolorosas.

Jon dijo...

Anónimo: Entiendo que Kukutza sirva de provecho para el barrio. De hecho, es un extremo que nadie ha negado nunca. Pero lo que me parece ilógico es invocar a la autogestión, pero vivir subvencionados. Además, vivimos en una sociedad regulada por la propiedad privada y tiene estos límites.
Por otro lado, es verdad que las subvenciones para el campo del Athletic son excesivas. Aun así, creo que también harán bien a Bilbao, tanto o más que Kukutza, ya que San Mamés engloba algo más que Bilbao.
Asimismo, los socios del Athletic vamos a pagar un tercio del campo. ¿Cuánto pondrían los responsables de Kukutza para un alquiler o compra del solar? El Ayuntamiento ofreció alternativas y dijeron que no. En esta vida, todo no se puede.
Por último, no voy a olvidar la actitud de la Ertzaintza que creo que fue bastante bochornosa. Pero eso no excusa que cuando el viernes saliera del Casco Viejo, el camino hasta el Ayuntamiento recordase más a un campo de batalla que a una ciudad vasca. Y no creo que lo ertzainas tiren y quemen contenedores.

Un saludo y gracias por escribir

Jon dijo...

Nerea:

El problema es más complejo, creo. Estamos en una época de crisis y Azkuna acaba de decir que hay que abrocharse el cinturón. Por eso, parece ilógico pagar 6 millones de euro por un solar, para comprar un terreno que está ocupado.

Con esto no defiendo que se construyan casas para especular con el terreno. Eso fue cosa de Julia Madrazo (Ezker batua), si no me equivoco, que recalificó las tierras para fueran edificables.

De todos modos, el responsable es la empresa. El Ayuntamiento no ha tenido margen de maniobra, ya que solo podía cumplir la ley. Azkuna ha ofrecido pagar un traslado y buscar otro emplazamiento a Kukutza y los responsables no han querido.
Sus razones tendrán, pero tienen que entender que, aunque hagan un gran trabajo por Rekalde, en esta vida todo no es posible y que la autogestión tiene un límite.

Al final, el problema no es la labor de Kukutza; sino que vivimos en una sociedad regulada por la propiedad privada. Esto vale para todos. A mí me gustaría saber cuántos de los que defienden la ocupación tienen patrimonio con el que especulan, como se hace, por ejemplo, con los pisos de estudiantes.

Ahí está la madre del cordero. Todos queremos más y luego pasan estas cosas, que quien trabaja por el amor al arte paga los platos rotos.