Sócrates: ¿No es verdad, Eulogio, que el Alma es un invento antiguo para hacernos creer inmortales?
Eulogio: Sí, maestro.
Sócrates: ¿No es verdad, entonces, que no hay nada eterno, nada que sobrepase lo buenamente real?
Eulogio: Sí, maestro. Aunque, ¿no es verdad que el hombre se enamora? ¿No es ese el único sentimiento real: poder sentir la belleza de las almas?
Sócrates: Platón se equivoca, Eulogio, ¿porque no es verdad que los hombres siempre queremos fornicar con muchas mujeres bellas, pero luego, criticamos fieramente a las “fáciles”? ¿No es asimismo cierto que los hombres queremos sexo sin compromiso, pero luego queremos que nuestras novias estén intactas? Crucifícame si miento afirmando que los hombres queremos que en una noche nos hagan de todo, pero luego no queremos que nuestras novias no hayan hecho nada.
Eulogio: No miente maestro.
Sócrates: Los hombres muchas veces queremos todo y nos conformamos con nada o muy poco. Así nos va.
Eulogio: ¿Pero las mujeres?
Sócrates: ¿Las mujeres?
Eulogio: Sí maestro.
Sócrates: Las mujeres, en cambio, quieren hacer el amor con el hombre ideal. Pero, ¿no es verdad que siempre acaban “follando” con el tío bueno oficial?
Eulogio: Sí maestro.
Sócrates: Aprende esta valiosa lección Eulogio: las mujeres dicen querer amor, caricias y cariño, pero siempre se van con el que parece tener mayor tranca y menos cerebro. Las mujeres dicen desear hombres especiales, de los de antaño, pero siempre se acaban liando con el más salido. ¿Por qué será querido Eulogio?
Eulogio: No lo sé.
Sócrates: Porque las mujeres dicen querer todo pero al final se van con el que peor los trata. Dicen buscar el reflejo de su alma pero buscan saciarse con otros cuerpos desnudos. Así les va.
Eulogio: Sí maestro.
Sócrates: ¿Por qué no es verdad que San Valentín lo inventó el Corte Inglés? ¿No es verdad que Romeo hoy en día tendría una denuncia de acoso por parte de Julieta? ¿No es cierto que prima la materia ante el espíritu? ¿Por qué no es verdad que nos utilizan como medio y no como fin?
Eulogio: Sí maestro, como su mujer con usted: ¿No le utilizó a usted para acostarse con Platón?
Sócrates: Sí hijo, se acostó con Platón. Eulogio: el amor es una falacia. Creemos casarnos con una princesa pero luego nos damos cuenta de que es una bruja. Así nos va a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario