martes, 11 de noviembre de 2008

Mejor solo que mal acompañado

No me ha extrañado un pelo la decisión que ayer tomó la ejecutiva de Eusko Alkartasuna. El no ir en coalición en estas elecciones autonómicas entraba dentro de las especulaciones preelectorales. Hacía ya un tiempo que los hombres de Unai Ziarreta llevaban intentando distanciarse del partido Jeltzale con un discurso calcado al de HB en el que no faltaban los tópicos habituales del mundo radical. Begoña Errazti en uno de sus mítines acusó a Josu Jon Imaz, por aquel entonces presidente del PNV, de buscar cómo mantener el “negocio” (al más puro estilo HB) y estos últimos días Rafa Larreina ha acusado a sus socios de Gobierno de negar el "derecho a decidir" con el concierto económico. Además, Eusko Alkartasuna se ha intentado erigir como el defensor más firme de la Consulta propiciada por Ibarretxe situándose por encima incluso del propio Lehendakari. No obstante, en las siguientes elecciones van a darle la espalda. A él y a su proyecto.

Esta decisión llega a destiempo. Este no era un momento para distanciarse, si no para converger. No era tiempo para partidismos ni sectarismos. Patxi López acecha y E.T.A. no para. Una consulta prohibida y dos intentos de masacre contra la Ertzaintza y contra la Universidad de Navarra. Para contrarrestar a esos dos extremos, se necesita un Gobierno que dé estabilidad a este País: una centralidad que equilibre a esta sociedad plural. La coalición PNV-EA, con Ibarretxe a la cabeza, representaba ese concepto, aunque a veces faltase algún elemento que cohesionase la relación entre Gobierno Vasco y Gobierno español como pactos concretos con el PSE-EE en temas de desarrollo estatutario ya que son ellos los que tienen la sartén por el mango. Aunque muchas veces parece más una franquicia que un partido político puesto que están a lo que se dice desde la sede madrileña de la calle feraz.

Ante esta situación de soledad, el PNV tiene que ahondar en los problemas reales de la sociedad vasca como la crisis económica y encandilar a los jóvenes con su proyecto. Además, el partido jeltzale debe buscar nuevas formas de Gobierno y el desarrollo del Estatuto puede ser clave para futuros pactos. Transferencias sobre materia laboral serían imprescindibles para luchar activamente contra el paro. No obstante, no debemos olvidar que hay una Consulta prohibida ni tampoco nos podemos olvidar que Eusko Alkartasuna ha sido el que ha dicho que no. A veces parece que es mejor ir solo que mal acompañado.

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