Le escribo a raíz del debate que se celebró anoche en ETB2 en el cual usted participó como representante del PP y en el que se posicionó en contra de la independencia de Euskadi, lo cual me parece legítimo. Creo que tiene usted derecho a creer que esta parte de Euskadi es española y ayer argumentó por qué. Yo, sin embargo, no estoy de acuerdo. Aun así, no le escribo para discutir sobre si Euskadi debe ser independiente; sino para rebatirle un argumento que me pareció injusto que utilizase.
Al final del programa usted afirmó que "no era tiempo de levantar fronteras", en referencia a la creación de un nuevo Estado en Europa. Es un argumento que tanto el PP como el PSOE han venido utilizando una y otra vez para desprestegiar la creación de un nuevo Estado (catalán o vasco) en el seno de Europa. Parece como si el tener un Estado fuera algo trasnochado. De hecho, ese comentario se puede identificar con la campaña realizada por ciertos sectores de la sociedad vasca para oponer ser "ciudadano del mundo" con "nacionalista vasco", lo cual es un antagonismo falso. Sin embargo, los hechos no cuadran con las palabras, ya que ustedes (PP y PSOE; nacionalistas españoles) son expertos en levantar y fortificar fronteras a través de leyes de extranjería y creen "a pies juntilla" en el Estado español.
Sí, porque como usted bien sabe el mundo no termina en la Unión Europea. Hay mundo más allá de los 27, un mundo al que nosotros tenemos acceso. Sin embargo, si alguien de África o América quiere acceder a "nuestro pequeño paraíso" tiene todo tipo de trabas, no solo como turista; sino también para residir. Ustedes han perpetuado esas fronteras y las han fortificado en lugares como Ceuta, Melilla o Barajas para evitar que personas puedan venir a Europa. Asimismo, sus "colegas europeos" Sarkozy y Berlusconi han hecho lo mismo con refugiados libios o gitanos rumanos (ciudadanos europeos, si no me equivoco). Por cierto, son ustedes también los que han acuñado términos como "ilegal" para hablar de un ser humano, lo que es contradictorio con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En esta misma línea, uno de sus argumentos para oponerse a la independencia de Euskadi, fue que saldría de la Unión Europea. No voy a discutir si es cierto que saldríamos de la Unión, pero me resultó muy curioso que dijese que a raíz de los aranceles europeos nuestra economía no podría salir adelante. Pero ¿no estábamos en contra de levantar fronteras? ¿No estábamos en una época en la que las fronteras cada vez importaban menos? Quizás para el capital financiero no tengan importancia, pero para las personas siguen existiendo fronteras y aduanas por las que pasar y, que yo sepa, no veo que la cosa vaya a cambiar mucho. Cuando llego al aeropuerto de Londres aún sigo pasando un control de pasaportes. Y estoy en la Unión Europea.
Con esto quiero decirle que me parece injusto que utilice el argumento de las fronteras, cuando su partido las está manteniendo. Además, las fronteras no tienen por qué ser malas si sirven a que no haya flujos humanos incontrolables. De hecho, es una herramienta útil para evitar catástrofes naturales a raíz de éxodos masivos debido a guerras o crisis alimenticias. El problema viene cuando se convierten en herramientas que clasifican que confunden a personas con números ("necesitamos gente, abrámos la frontera"). Porque, que yo recuerde, la tierra es de todos.
De todos modos, si no quieren fronteras, sean coherentes y abran Ceuta y Melilla. Seguro que muchos africanos se lo agradecerían. Y qué decir si se acabase con la PAC, seguro que muchos americanos saldrían adelante. Pero no creo que lo vayan a hacer, porque ustedes también son nacionalistas. Creen en la nación española, lo cual me parece legítimo. Por eso, son incapaces de admitir que el Estado ha sido rescatado, porque demostraría que el Estado español tampoco es viable económicamente, lo que ustedes vaticinan del vasco. Tampoco aceptaron lo que decidieron el Parlamento vasco y catalán y se lo "cepillaron". Por no cumplir, ni han cumplido el Estatuto de Gernika.
En fin Señora Llanos, no sé si algún día leerá esta carta que le escribo. Lo hago desde el convencimiento de que entenderá perfectamente lo que expongo: ustedes siguen manteniendo las fronteras y quieren seguir perteneciendo a un Estado llamado España, aunque nos hagan creer que suena trasnochado. Estéticamente queda muy bien, pero cuando se ve la celeridad con la que ustedes han pedido que en los ayuntamientos vascos ondee la bandera española, evidencian su deseo de reivindicar que Euskadi entra dentro del Estado y la Nación española. Admitánlo, porque es algo tan legítimo como las reivindicaciones abertzales.
Antes de despedirme, me gustaría recomendarle la lectura del libro "La Causa del Pueblo Vasco", de Xabier de Landaburu. Es un libro escrito en los años cincuenta en el que el autor hace una apuesta por la Europa de los Pueblos, ya que para Landaburu el futuro de Euskadi pasaba por la Unión Europea. Una visión nacional totalmente opuesta al "nacional-catolicismo" que defendía el "destino universal" de España bajo el régimen de Franco y cuyo apéndice representa el partido al que usted pertenece (con esto no quiero decir que la totalidad del PP sea franquista, aunque haya más de uno que simpatice con el antiguo régimen, empezando por su fallecido fundador).
Un saludo
Jon.
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