Hemos tenido que escuchar constantemente que los nacionalistas vascos nos pasamos la legalidad española por donde amargan los pepinos. Hemos tenido que escuchar mil y una veces que los nacionalistas vascos somos unos soñadores y que nuestro estado no se sostendría económicamente. Hemos tenido que escuchar tantas memeces que dan ganas de dejar de escuchar a todos estos sabelotodos que hablan por hablar. Porque muchas veces hablan sin saber y otras sin pensar. Sin saber porque nunca sabremos que pasaría en una Euzkadi libre y soberana y sin pensar porque si reflexionasen un segundo se darían cuenta de que lo enunciado no es cierto. Los únicos que hemos pedido el desarrollo del Estatuto de Gernika por completo, siguiendo al imperio de la ley que lo homologa, hemos sido los nacionalistas vascos. Hemos sido nosotros los que hemos tenido que rascar en Madrid para que nos diesen unas migajas de lo que nos corresponde. La última vez ha sido la semana pasada cuando hemos conseguido, tras arduas negociaciones, la transferencia de 85 millones de euros para Investigación y Desarrollo. A pesar de que la ministra Garmendia dijese que era negativa para los vascos y a pesar de los pesares lo hemos conseguido. Pena no habernos traído también la de Seguridad Social, otra vez será. Cuando los presupuestos no vuelvan a cuadrar y una crisis medie. Ya contaba Anasagasti como consiguieron la transferencia de aguas.
Aun así, los nacionalistas vascos no nos vendemos lo suficiente. Pienso que con una gestión económica como la del Gobierno Vasco, bastante brillante, nos podemos llevar un varapalo en las elecciones. La Consulta pesa mucho y la prohibición del Tribunal Constitucional también. Además, la propaganda de Patxi López con su discurso ‘guay’ y falso es atractivo para unos jóvenes más preocupados en lo que les atañe que en cuestiones identitarias. Unos jóvenes desideologizados que piensan que el bienestar en el que viven vino del cielo, sin reconocer a los que durante 30 años han llevado responsablemente el Gobierno Vasco situándonos a la cabeza de Europa económicamente hablando. Un Gobierno que ha vivido cojo ya que muchas de las competencias que le corresponden le han sido amputadas y aún no han sido devueltas. Un Gobierno que vivió una dura reconversión industrial y que tuvo que patearse medio mundo en busca de inversiones mientras otros cerraban la margen izquierda y se jactaban de políticas de Industria sin industria sin mostrar alternativa alguna.
Este es el Estado de las cosas. Una Estado que no quiere dar lo que debe y un Gobierno que tiene que mendigar lo que le corresponde. Y así seguiremos otros 30 años, por lo menos, estancados en discusiones estériles que no llevarán a nada. A pesar de que tengamos razones para seguir discutiendo. Porque hay que seguir creciendo, pero sin perder el tiempo en cosas que hoy por hoy son improbables y que por una mala pata pueden llevarnos a la oposición. Tenemos que vendernos bien, como lo que somos: el futuro de Euzkadi y la garantía de su desarrollo. No porque los demás planteen lo contrario, si no que para nosotros es prioritario.
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Hace 2 horas
1 comentario:
Qué denso!! POr el amor de dios!!! jajaja
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