Esta semana hemos conocido, por fin, las dos preguntas que el Lehendakari Ibarretxe nos formulará próximamente en su consulta. Son dos preguntas muy sencillas y sin ninguna trampa, que hablan sobre el derecho a decidir y hablar con E.T.A.. Es la primera vez que nos preguntan por eso. En mi vida, en 19 años, jamás había visto algo así. Pero, como siempre, hay a gente que esto le parece mal.
Ya salió Zapatero, el del talante, a descalificar la consulta, que no referéndum, y llamado a la Fiscalía del Estado, que no vio ninguna ilegalidad en la lista de ANV en Arrasate, para detener este “avance” soberanista. Ya vinieron los jinetes del Apocalipsis a hablarnos sobre ruptura, fueras de juego y demás historietas. Nada nuevo. Como dice Anasagasti es más fácil decir que no se puede hacer la consulta que refutar o discutir los argumentos del Lehendakari. Nadie se atreve a decir que el pueblo vasco no tiene derecho a hablar directamente ni a decidir su futuro sin contar con el Estado Español. Es curioso, además, que cada vez que se hable del plan del Lehendakari nos traigan al recuerdo al Estatuto de Gernika. ¿Cómo se puede tener tanta cara? ¿Se nos toma por tontos? ¿Al PSE-EE no se le va a caer la cara de vergüenza? Desde el 77 faltan 37 transferencias por traspasar que jamás nos darán. Esa ley de obligado cumplimiento jamás se cumplirá y nos vienen a hablar de ella como ejemplo. Pues claro que es su ejemplo. Es la demostración de lo que el PSOE piensa del pueblo vasco. No hay que más lejos. En Navarra se cepillaron el posible gobierno de cambio pisando a los dirigentes del PSN. ¿De qué nos extrañamos? Para el PSOE no somos más que otra sucursal dentro de su España unida e indivisible. Y nos traen a este “Patxi Lehendakari” para hablarnos de otro estatuto. ¿Somos gilipollas?
Aún más grave ha sido la postura del PP. No esperamos otra cosa, a diferencia del PSOE, estos muestran a las caras que son españolistas y que no creen que los vascos somos una nación, aunque sea dentro de la España multinacional. Al PP, hay que reconocerle, que es coherente con sus argumentos. Aun así, sus ideas son bastante peligrosas. Quieren parar la consulta. ¿En qué país democrático se ha visto esto? La Constitución española no prohíbe consultas, sino, referendos. Lo que Ibarretxe va a hacer es una consulta, previa al referendo. Pero ya se ve que a algunos les dan posibilidad de expresarse sin interlocutores y te muerden la mano, o lo que es peor, te rompen la papeleta. Democracia a la española: en vez de decir “no estoy de acuerdo” dicen “no vale”.
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